La versión debilitada del fenómeno climático El Niño, que se espera para la temporada 2014/15, tendrá un efecto negativo en los cultivos de soja de Uruguay y Brasil.
Las lluvias volvieron a retrasar las siembras de soja en el país, donde apenas se pudo plantar entre 10% y 15% de un área estimada en 1,3 millones de hectáreas. “Tal vez se plantó algo más en el norte, pero en el noreste no se pudo plantar casi nada por las lluvias. En Paysandú, Soriano y Río Negro se avanzó mucho”, aseguró a El País el ingeniero agrónomo Carlos Dalmás, técnico de Agronegocios del Plata (ADP), una de las principales cultivadoras del grano.
El Niño —que es la contracara de La Niña— consiste en una desaceleración de los vientos ecuatoriales (alisios), que provoca un calentamiento del Pacífico del Ecuador y fuertes lluvias en gran parte de Argentina, en Uruguay y en el sur de Brasil, así como sequías en otras partes del mundo.
“Estamos en un momento de calentamiento de las temperaturas superficiales en el Pacífico ecuador central. Pero estas no han logrado que durante tres meses estén con las temperaturas suficientes para que sea bautizado como Niño. Por eso estamos seguros que va a ser débil”, dijo a Reuters Stella Carballo, meteoróloga del estatal Instituto de Clima y Agua de Argentina.
El Niño atenuado representa una mayor amenaza para la producción de Brasil que cuando el fenómeno se manifiesta en toda su magnitud, ya que multiplica los riesgos de enfermedades para la soja.
Uruguay, en tanto, no vería mitigadas las intensas lluvias que provoca el fenómeno, lo que representa un riesgo para la productividad por hectárea de cultivos de soja.
Las previsiones de El Niño, de características más débiles, no evitarían que las precipitaciones sean excesivas en el caso de Uruguay, lo que podría provocar anegamientos.
“En Uruguay las lluvias serían bastante superiores a las normales. Va a tener problemas de exceso hídrico”, advirtió Eduardo Sierra, asesor climático de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Área.
Según Dalmás de la firma ADP, en Uruguay “será muy grande el área dedicada a sojas de primera (primer cultivo), donde seguramente se estén alcanzando 1 millón de hectáreas”. Es que con precios del trigo en caída y con los problemas de comercialización que registró el cereal, los agricultores, en muchos casos decidieron no plantar y esperar para sembrar soja. En otros casos, hicieron trigo, los cultivos de desarrollaron mal y decidieron quemarlos con glifosato para sembrar arriba una soja de primera.
Actualmente la soja es el principal rubro de exportación de Uruguay, con US$ 1.867 millones vendidos al exterior entre enero y septiembre.
Empero, prácticamente toda la producción de la última zafra (ya exportada) estaba vendida antes de la caída de precios que han sufrido los granos en el mundo.
Si bien el precio de la soja subió 14% en octubre y recuperó parte de esa caída, aún está 20,2% por debajo del cierre del año pasado.
Actualmente, la soja cotiza a US$ 383 por tonelada en el mercado de Chicago.
Un menor valor por tonelada y la posibilidad de una menor producción —por efectos climáticos— llevarían a una menor exportación de soja en la zafra 2014/2015.
Brasil también
El fenómeno de El Niño aunque esté debilitado también impactará negativamente en la producción de soja de Brasil. Según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), se recolectará en ese país una cosecha récord de soja de entre 89 y 92 millones de toneladas en el ciclo 2014/2015.
En el centro-oeste de Brasil, la principal región sojera del país, “El Niño débil puede resultar en un mayor riesgo de que se registren días de clima nublado y lluvioso, y temperaturas no tan elevadas, lo que aumenta la posibilidad de proliferación del hongo asiático (roya de la soja)”, dijo Celso Oliveira, experto de la brasileña Somar Meteorología. “En estas condiciones, la planta tampoco realiza fotosíntesis de manera ideal”, lo que puede traer problemas en la calidad del grano, señaló Oliveira. En el gigante de Sudamérica, El Niño fuerte suele tener efectos favorables para la producción, ya que alterna lluvias intensas con períodos de días despejados y temperaturas elevadas que ayudan a evaporar los excesos de agua.
A favor.
En cambio, al esperarse una versión debilitada del fenómeno climático, las lluvias que caerán sobre Argentina y Paraguay no serían tan intensas en los próximos meses, lo que generaría un nivel de humedad cercano al ideal, sin el riesgo de extensas inundaciones.
“El estado en el que estamos ahora es neutral cálido, o sea, un poco por debajo de El Niño, lo que significa que es un año lluvioso pero más moderado en los volúmenes y en la forma de ocurrir las lluvias en Argentina”, dijo Sierra.
De acuerdo a Carballo —meteoróloga del estatal Instituto de Clima y Agua de Argentina— todas las semanas están cayendo cerca de 100 milímetros de lluvia en Argentina, pero en regiones distintas, lo que garantiza un buen nivel de humedad en el suelo, aunque no descartó que estas podrían concentrarse prolongadamente en una zona y generar dificultades para los productores.
Según el Ministerio de Agricultura de Argentina, en la campaña 2014/15 se sembrará un récord de 20,3 millones de hectáreas con soja en el país.
En Paraguay donde el Gobierno calculó una cosecha récord de soja 2014/15 de 10 millones de toneladas, la cartera de Agricultura prevé condiciones favorables de humedad y agua para la oleaginosa. “Vamos a tener buena humedad y buenas condiciones de lluvia”, dijo Edgar Mayeregger, jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura paraguayo.
“Normalmente, en un año de El Niño la producción suele ser bastante normal o por encima de los rendimientos normales de los cultivos, mientras se pueda cosechar”, señaló Mayeregger. CON INFORMACIÓN DE REUTERS
Precios y su efecto Argentina
El derrumbe de los precios de soja causaría pérdidas por hasta US$ 2.700 millones este año en el sector agrícola de Argentina, lo que presionará aún más las ajustadas reservas que el país usa para pagar deuda y mantener la economía. Argentina es el mayor exportador mundial de aceite y harina de soja y el 3° del poroto. Esas ventas representan una de las principales fuentes de divisas y las firmas exportadoras deben liquidar sus dólares a través del Banco Central. Desde hace meses, los productores venden a cuentagotas sus granos.
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