Carlos Vila Moret habló sobre el trigo: “Se ha descuidado la calidad, no hay otra cosa que mueva el amperímetro que el precio”

Bajo el lema “El trigo es parte de la solución”. Se realizó la jornada anual en el Salón Bouchard de la Bolsa de Cereales. Se presentaron diferentes respuestas que tiene este cultivo a varios de los interrogantes de este momento. También se analizó la relación con la sustentabilidad ambiental, económica y social, el aporte del trigo al producto bruto del país y el abastecimiento a la industria y a los mercados de consumo local y de exportación. 

El vocal de Agentrigo tras el desarrollo de esta jornada, explicó: “Los productores de trigo estamos en una encerrona por la coyuntura con un mercado intervenido con todo lo negativo que esto tiene, conversamos con todos los integrantes de la cadena para ver el potencial para el día después, la actualidad está opacada por una exportación restringida con roes restringidos, un mercado sobreofertado con valores deprimidos no hay posibilidades de plantear la exportación de productos industrializados”.

Con respecto a lo que pasa en el país y el Mundo, resaltó las posibilidades que tiene por su ubicación geográfica: “El trigo no es un comoditie, el 70 % de lo que se comercializa en el mundo es forrajero, Argentina y Australia son los dos únicos países  con poderío que pueden trabajar en contra estación y con calidad en el mercado de las farináceas con respecto a Rusia, Estados Unidos, el bloque europeo y el Mar Negro. Algo estamos haciendo mal si el segundo exportador de pastas del mundo es Corea”.

Cuando se le preguntó como vislumbraba el futuro, en declaraciones al programa “Entre el Campo y la Ciudad” que se emite por radio Colonia AM 550, Carlos Vila Moret comentó: “Evidentemente a pesar de tener una ventaja comparativa con el resto del Mundo, este año tendremos problemas de calidad por las lluvias, Brasil también la tiene y mandará buena parte al África porque no la puede panificar. Donde cambie la coyuntura nuestro país está en condiciones de satisfacer a nuestros habituales clientes como Brasil que tuvo que comprarle 4 millones de toneladas a Estados Unidos”.

Finalmente, hizo una referencia a la calidad y las ganancias de los productores: “Lamentablemente, a lo igual que con la soja, hay cosas que han cambiado mientras la molinería argentina no trasladó al mercado el sobreprecio por calidad el productor le exigió a su semilla rinde. Hemos descuidado la calidad, no hay otra cosa que mueva el amperímetro que el precio.”