La presbicia (en griego “anciano”) o presbiopía, también denominada “vista cansada”, es un defecto ocular que aparece habitualmente a partir de los 40 años y ocasiona dificultad para ver de cerca. La acomodación es la capacidad que permite ver con nitidez objetos cercanos a expensas de la función del músculo ciliar que cambia la forma del cristalino y aumenta el poder óptico del ojo. El ojo humano infantil tiene la capacidad de pasar del enfoque de objetos lejanos a otros próximos, a una distancia muy corta de unos 5 cm, gracias a su gran poder de acomodación, de unas 20 dioptrias. Sin embargo hacia los 40 años, esta capacidad ha disminuido únicamente a entre 3 o 4 dioptrías, y continua disminuyendo hasta los 65 años, ello impide leer textos situados a distancias cortas, los cuales se ven desenfocados y borrosos, el sujeto necesita alejarse el texto para poderlo ver con nitidez, pero al hacerlo no puede distinguir las letras y precisa gafas/anteojos para la lectura y la visión a distancias cortas. Pero hay novedades…
Luis Fernández Vega, uno de los más prestigiosos oftalmólogos de Europa, que tiene entre sus distinguidos clientes a la Familia Real española y es presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), mantuvo el siguiente fragmento de diálogo en Bilbao (País Vasco) con Fermín Apezteguía, para el diario Hoy:
“(…) -¿La presbicia también se opera?
-A partir de los 50 años, quizás 55, mediante la inclusión de lentes intraoculares bifocales o trifocales, que dan muy buenos resultados. Nosotros lo hemos publicado ya
.
-¿En que consiste esa cirugía?
-Se mete una lente dentro del ojo y se logra que el paciente vea de lejos y de cerca. Los 55 años es una buena edad para ser intervenido, pero hay que explicar bien los pros y los contras.
-Un objeto así dentro del ojo, ¿no se convierte en un problema cuando se tengan 80 0 más años?
-No. Si no ha habido problemas en la intervención, tampoco tienen por qué producirse a más largo plazo. (…)”.
Sin embargo, en la reunión anual de la Academia Estadounidense de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology), en Chicago (Illinois, USA), acaba de presentarse oficialmente el dispositivo KAMRA, que se puede implantar en 10 minutos, solo con anestesia local, según sus desarrolladores.
Para probar la eficacia de la incrustación, el equipo investigador llevó a cabo un estudio con 507 pacientes de entre 45 y 60 años de edad en América, Europa y Asia con presbicia que no eran miopes.
Los investigadores implantaron el anillo en los pacientes y les hicieron un seguimiento a lo largo de 3 años.
En el 83% de los ojos con el implante, la incrustación corneal KAMRA permitió a los pacientes con presbicia ver con una calidad de visión lo bastante buena como para volverles capaces de leer un periódico o conducir un vehículo sin lentes correctoras. Los investigadores han comprobado asimismo de que los resultados han permanecido estables a lo largo del período de tres años.
Si se presenta alguna complicación, el dispositivo se puede quitar, lo que lo convierte en un tratamiento reversible,muy diferente a los otros tratamientos para la presbicia.
“Se trata de una solución que de verdad ofrece una visión de cerca que hace una transición fácil a la visión de distancia”, comentó en un comunicado de prensa con el membrete de la entidad profesional, el doctor John Vukich, profesor clínico adjunto de Oftalmología y
Ciencias de la Visión en la Universidad de Wisconsin (Madison).
El dispositivo, que se puede definir como una incrustación corneal, y que está siendo sometido a revisión clínica en USA, mejoró la visión cercana para el 80% de los pacientes que probaron el dispositivo; lo suficiente para permitirles leer un periódico, sin perturbar la visión de lejos necesaria para actividades diarias como estar al volante de un automóvil.
“Los implantes en la córnea representan una magnífica oportunidad para mejorar la visión, con la red de seguridad de poder sacarlos”, añadió.
Se entiende por incrustación corneal un dispositivo oftálmico implantado quirúrgicamente dentro de la cornea: hay 3 tipos de dispositivos bajo revisión por la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA, por Food & Drug Administration). La ventaja teórica de utilizar incrustaciones corneales frente al uso de gafas es que con las primeras no hace falta quitárselas para ver bien de lejos.
El KAMRA ya está distribuyéndose en Asia, Europa y países de Sudamérica, pero aún no ha sido aprobado para USA, donde se están desarrollando 2 tipos más de implantes en la córnea para el mercado local.
Los datos y conclusiones de investigaciones presentadas en reuniones normalmente se consideran comopreliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
La presbicia afecta a más de 1.000 millones de personas en todo el mundo. A medida que las personas envejecen, la córnea se hace menos flexible y se dobla de tal manera que se hace difícil mirar de cerca.
Si bien el remedio más habitual es llevar gafas para leer, o lentes de contacto progresivas o multifocales en el caso de personas que además tienen miopía, está a punto de surgir toda una oleada de incrustaciones corneales para tratar la presbicia.
La incrustación KAMRA es un anillo delgado y flexible con forma de dónut que mide 3,8 milímetros de diámetro, con un agujero de 1,6 milímetro en el medio. Cuando se le suelta dentro un pequeño hueco en la córnea que cubre la parte frontal del ojo, el dispositivo actúa como la apertura de una cámara, ajustando la profundidad de campo de manera que el usuario pueda ver bien de cerca y de lejos.
El procedimiento de insertar el implante es rápido: otra vez, dura unos 10 minutos y requiere solo anestesia tópica (anestesia local para insensibilizar la superficie del órgano).
Lo que pasaba hasta hoy día
Algunas personas de más de 50 años pueden leer sin ayuda de gafas, ello se debe generalmente a que presentan algún grado de miopía o astigmatismo miópico, o a que están desarrollando una catarata que altera la forma del cristalino, lo que paradójicamente les permite ver de cerca sin necesidad de lentes.
Pero la mayoría sufre la prebiscia, que se atiende vía:
> Gafas (lentes convexas con una graduación adecuada que oscila habitualmente entre 1 y 3 dioptrías).
> Lentes de contacto bi o multifocales. Estas lentes permiten la visión próxima y lejana con la misma lente.
> Monovisión. Consiste en corregir un ojo para la visión lejana y otro para la visión cercana. Este procedimiento precisa de un periodo de adaptación y en ocasiones puede interferir con la percepción de profundidad.
> Cirugía para un lente intraocular. Consiste en una intervención en la que se extrae el cristalino y se sustituye por una lente intraocular multifocal. Como en toda cirugía, pueden existir complicaciones que en este caso son muy similares a las de la intervención de catarata.
> Cirugía sobre la córnea. Una intervención con tecnica láser diferente para cada ojo, de tal forma que uno de ellos quede adaptado para ver de cerca y otro para la visión lejana (monovisión). También es posible tratar la córnea con láser de tal forma que simule una lente bifocal o multifocal, pero está técnica tiene sus limitaciones y es complicado obtener una corrección adecuada y estable.
> IsoVision: Cirugía láser puede corregir todos los defectos de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo) asociados a la presbicia. El tratamiento consiste en 2 fases: una para la visión a distancia y otro para la visión de cerca.
> Tratamiento farmacológico. Consiste en la estimulación de los receptores muscarínicos mediante la instilación de un colirio oftalmológico para la rehabilitación de la función del músculo ciliar.
Una breve historia
La más antigua referencia histórica al aumento de vista se remonta a los jeroglíficos egipcios del siglo V a.C., los cuales representaban lentes simples de vidrio.
El registro escrito más antiguo del aumento de vista data del siglo I a.C., cuando Séneca, un tutor del emperador romano Nerón, escribió: “Letras, sin embargo pequeñas y borrosas, son vistas más amplia y claramente a través de un globo o vaso lleno de agua”.
Nerón también dijo haber visto los juegos de gladiadores usando una esmeralda como lente correctora.
El uso de una lente convexa para una imagen más amplia es discutido en el libro de óptica de Alhacén (1021). Su traducción del árabe al latín en el siglo XII fue instrumental a la invención de las gafas en la Italia del siglo XIII.
El tratado “De irride” (“En el arcoíris”) del inglés Roberto Grosseteste, escrito entre 1220 y 1235, menciona el uso de la óptica para “leer las letras más pequeñas desde increíbles distancias”. Unos años más tarde, Roger Bacon también se daría a conocer por haber escrito sobre las propiedades de ampliación de los lentes en 1262.
Las lentes de las gafas eran fabricadas en vidrio, sin embargo, hoy en día se utilizan otros materiales más livianos y resistentes, tales como los polímeros orgánicos y el policarbonato.
Pero las gafas o lentes están pasando de moda, aún cuando Google lanzara su idea de “gafas inteligentes”,proyecto imitado por otros desarrolladores tecnológicos.
Sin embargo, se comenta el desarrollo una pantalla que corrige la vista sin el uso de las gafas que se usan normalmente para estar frente de éstas, tecnología desarrollada por ingenieros de la Universidad de California, y el MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Esta pantalla se ha desarrollado inicialmente como un prototipo de pantalla de tableta que según el grado de las gafas que normalmente se usen, entonces el software que la controla adapta la luz pixel a pixel. Este desarrollo nace a partir de las personas que necesitan lentes de contador o gafas para utilizar los aparatos digitales y ahora tendrán más comodidad de utilizarlos pues no necesitarán ponerse nada para ver bien lo que está en la pantalla, además el 40% de la población de USA, sufre de miopía y otros problemas de la vista.
Hasta ahora la investigación está en su primera fase y los resultados oficinales se presentarán en la conferencia internacional de informática gráfica SIGGRAPH en Canadá.
La presbicia (en griego “anciano”) o presbiopía, también denominada “vista cansada”, es un defecto ocular que aparece habitualmente a partir de los 40 años y ocasiona dificultad para ver de cerca. La acomodación es la capacidad que permite ver con nitidez objetos cercanos a expensas de la función del músculo ciliar que cambia la forma del cristalino y aumenta el poder óptico del ojo. El ojo humano infantil tiene la capacidad de pasar del enfoque de objetos lejanos a otros próximos, a una distancia muy corta de unos 5 cm, gracias a su gran poder de acomodación, de unas 20 dioptrias. Sin embargo hacia los 40 años, esta capacidad ha disminuido únicamente a entre 3 o 4 dioptrías, y continua disminuyendo hasta los 65 años, ello impide leer textos situados a distancias cortas, los cuales se ven desenfocados y borrosos, el sujeto necesita alejarse el texto para poderlo ver con nitidez, pero al hacerlo no puede distinguir las letras y precisa gafas/anteojos para la lectura y la visión a distancias cortas. Pero hay novedades…
Luis Fernández Vega, uno de los más prestigiosos oftalmólogos de Europa, que tiene entre sus distinguidos clientes a la Familia Real española y es presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), mantuvo el siguiente fragmento de diálogo en Bilbao (País Vasco) con Fermín Apezteguía, para el diario Hoy:
“(…) -¿La presbicia también se opera?
-A partir de los 50 años, quizás 55, mediante la inclusión de lentes intraoculares bifocales o trifocales, que dan muy buenos resultados. Nosotros lo hemos publicado ya
.
-¿En que consiste esa cirugía?
-Se mete una lente dentro del ojo y se logra que el paciente vea de lejos y de cerca. Los 55 años es una buena edad para ser intervenido, pero hay que explicar bien los pros y los contras.
-Un objeto así dentro del ojo, ¿no se convierte en un problema cuando se tengan 80 0 más años?
-No. Si no ha habido problemas en la intervención, tampoco tienen por qué producirse a más largo plazo. (…)”.
Sin embargo, en la reunión anual de la Academia Estadounidense de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology), en Chicago (Illinois, USA), acaba de presentarse oficialmente el dispositivo KAMRA, que se puede implantar en 10 minutos, solo con anestesia local, según sus desarrolladores.
Para probar la eficacia de la incrustación, el equipo investigador llevó a cabo un estudio con 507 pacientes de entre 45 y 60 años de edad en América, Europa y Asia con presbicia que no eran miopes.
Los investigadores implantaron el anillo en los pacientes y les hicieron un seguimiento a lo largo de 3 años.
En el 83% de los ojos con el implante, la incrustación corneal KAMRA permitió a los pacientes con presbicia ver con una calidad de visión lo bastante buena como para volverles capaces de leer un periódico o conducir un vehículo sin lentes correctoras. Los investigadores han comprobado asimismo de que los resultados han permanecido estables a lo largo del período de tres años.
Si se presenta alguna complicación, el dispositivo se puede quitar, lo que lo convierte en un tratamiento reversible,muy diferente a los otros tratamientos para la presbicia.
“Se trata de una solución que de verdad ofrece una visión de cerca que hace una transición fácil a la visión de distancia”, comentó en un comunicado de prensa con el membrete de la entidad profesional, el doctor John Vukich, profesor clínico adjunto de Oftalmología y
Ciencias de la Visión en la Universidad de Wisconsin (Madison).
El dispositivo, que se puede definir como una incrustación corneal, y que está siendo sometido a revisión clínica en USA, mejoró la visión cercana para el 80% de los pacientes que probaron el dispositivo; lo suficiente para permitirles leer un periódico, sin perturbar la visión de lejos necesaria para actividades diarias como estar al volante de un automóvil.
“Los implantes en la córnea representan una magnífica oportunidad para mejorar la visión, con la red de seguridad de poder sacarlos”, añadió.
Se entiende por incrustación corneal un dispositivo oftálmico implantado quirúrgicamente dentro de la cornea: hay 3 tipos de dispositivos bajo revisión por la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA, por Food & Drug Administration). La ventaja teórica de utilizar incrustaciones corneales frente al uso de gafas es que con las primeras no hace falta quitárselas para ver bien de lejos.
El KAMRA ya está distribuyéndose en Asia, Europa y países de Sudamérica, pero aún no ha sido aprobado para USA, donde se están desarrollando 2 tipos más de implantes en la córnea para el mercado local.
Los datos y conclusiones de investigaciones presentadas en reuniones normalmente se consideran comopreliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
La presbicia afecta a más de 1.000 millones de personas en todo el mundo. A medida que las personas envejecen, la córnea se hace menos flexible y se dobla de tal manera que se hace difícil mirar de cerca.
Si bien el remedio más habitual es llevar gafas para leer, o lentes de contacto progresivas o multifocales en el caso de personas que además tienen miopía, está a punto de surgir toda una oleada de incrustaciones corneales para tratar la presbicia.
La incrustación KAMRA es un anillo delgado y flexible con forma de dónut que mide 3,8 milímetros de diámetro, con un agujero de 1,6 milímetro en el medio. Cuando se le suelta dentro un pequeño hueco en la córnea que cubre la parte frontal del ojo, el dispositivo actúa como la apertura de una cámara, ajustando la profundidad de campo de manera que el usuario pueda ver bien de cerca y de lejos.
El procedimiento de insertar el implante es rápido: otra vez, dura unos 10 minutos y requiere solo anestesia tópica (anestesia local para insensibilizar la superficie del órgano).
Lo que pasaba hasta hoy día
Algunas personas de más de 50 años pueden leer sin ayuda de gafas, ello se debe generalmente a que presentan algún grado de miopía o astigmatismo miópico, o a que están desarrollando una catarata que altera la forma del cristalino, lo que paradójicamente les permite ver de cerca sin necesidad de lentes.
Pero la mayoría sufre la prebiscia, que se atiende vía:
> Gafas (lentes convexas con una graduación adecuada que oscila habitualmente entre 1 y 3 dioptrías).
> Lentes de contacto bi o multifocales. Estas lentes permiten la visión próxima y lejana con la misma lente.
> Monovisión. Consiste en corregir un ojo para la visión lejana y otro para la visión cercana. Este procedimiento precisa de un periodo de adaptación y en ocasiones puede interferir con la percepción de profundidad.
> Cirugía para un lente intraocular. Consiste en una intervención en la que se extrae el cristalino y se sustituye por una lente intraocular multifocal. Como en toda cirugía, pueden existir complicaciones que en este caso son muy similares a las de la intervención de catarata.
> Cirugía sobre la córnea. Una intervención con tecnica láser diferente para cada ojo, de tal forma que uno de ellos quede adaptado para ver de cerca y otro para la visión lejana (monovisión). También es posible tratar la córnea con láser de tal forma que simule una lente bifocal o multifocal, pero está técnica tiene sus limitaciones y es complicado obtener una corrección adecuada y estable.
> IsoVision: Cirugía láser puede corregir todos los defectos de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo) asociados a la presbicia. El tratamiento consiste en 2 fases: una para la visión a distancia y otro para la visión de cerca.
> Tratamiento farmacológico. Consiste en la estimulación de los receptores muscarínicos mediante la instilación de un colirio oftalmológico para la rehabilitación de la función del músculo ciliar.
Una breve historia
La más antigua referencia histórica al aumento de vista se remonta a los jeroglíficos egipcios del siglo V a.C., los cuales representaban lentes simples de vidrio.
La más antigua referencia histórica al aumento de vista se remonta a los jeroglíficos egipcios del siglo V a.C., los cuales representaban lentes simples de vidrio.
El registro escrito más antiguo del aumento de vista data del siglo I a.C., cuando Séneca, un tutor del emperador romano Nerón, escribió: “Letras, sin embargo pequeñas y borrosas, son vistas más amplia y claramente a través de un globo o vaso lleno de agua”.
Nerón también dijo haber visto los juegos de gladiadores usando una esmeralda como lente correctora.
El uso de una lente convexa para una imagen más amplia es discutido en el libro de óptica de Alhacén (1021). Su traducción del árabe al latín en el siglo XII fue instrumental a la invención de las gafas en la Italia del siglo XIII.
El tratado “De irride” (“En el arcoíris”) del inglés Roberto Grosseteste, escrito entre 1220 y 1235, menciona el uso de la óptica para “leer las letras más pequeñas desde increíbles distancias”. Unos años más tarde, Roger Bacon también se daría a conocer por haber escrito sobre las propiedades de ampliación de los lentes en 1262.
Las lentes de las gafas eran fabricadas en vidrio, sin embargo, hoy en día se utilizan otros materiales más livianos y resistentes, tales como los polímeros orgánicos y el policarbonato.
Pero las gafas o lentes están pasando de moda, aún cuando Google lanzara su idea de “gafas inteligentes”,proyecto imitado por otros desarrolladores tecnológicos.
Sin embargo, se comenta el desarrollo una pantalla que corrige la vista sin el uso de las gafas que se usan normalmente para estar frente de éstas, tecnología desarrollada por ingenieros de la Universidad de California, y el MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Esta pantalla se ha desarrollado inicialmente como un prototipo de pantalla de tableta que según el grado de las gafas que normalmente se usen, entonces el software que la controla adapta la luz pixel a pixel. Este desarrollo nace a partir de las personas que necesitan lentes de contador o gafas para utilizar los aparatos digitales y ahora tendrán más comodidad de utilizarlos pues no necesitarán ponerse nada para ver bien lo que está en la pantalla, además el 40% de la población de USA, sufre de miopía y otros problemas de la vista.
Hasta ahora la investigación está en su primera fase y los resultados oficinales se presentarán en la conferencia internacional de informática gráfica SIGGRAPH en Canadá.
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