El stock de ganado bovino de la provincia volvió a registrar una
caída, esta vez del 3,94 por ciento, lo cual pone otra vez bajo la lupa
las políticas locales en torno al desarrollo agropecuario y marca un
retroceso en la actividad.
A la administración Urtubey se le acabó el “veranito” con el
campo. En momentos en que el Gobernador anunciaba, en el cierre de la
muestra anual de la Sociedad Rural Salteña, que en Salta el stock de
ganado había crecido cuando en todo el país bajaba, la campaña del
Senasa por la vacunación antiaftosa en la provincia, señalaba una fuerte
merma de cabezas de casi el 4 por ciento.
Los números que arrojan las campañas de vacunación antiaftosa son el mejor parámetro con que se cuenta -en un país en el que las estadísticas son víctimas del manoseo oficial-para conocer las existencias bovinas. De allí que se puede inferir que el rodeo bovino salteño sufrió una caída considerable.
Según datos del Senasa, este año se vacunaron en la provincia de Salta alrededor de 40.000 cabezas menos respecto de 2010. De acuerdo a los números que publica el Senasa en su página web, sobre el Sistema de Seguimiento y Evolución de las Campañas de Vacunación Antiaftosa (www.senasa.gov.ar/ Archivos/File/ File5404-prov-categ.pdf), en la primera campaña de vacunación correspondiente al 2011 se vacunaron 1.008.369 bovinos (Cuadro I).
Si se lo compara con la primera campaña del año 2010, la caída en la vacunación de cabezas de ganado vacuno alcanza un porcentaje de 3,94 (Cuadro II).
“Freno al desarrollo”
Un errático ordenamiento territorial y el consecuente freno a las producciones agropecuarias son, a entender de Roberto Chá Usandivaras, titular de Prograno, las claves para explicar la caída del stock bovino en Salta.
“Las políticas aplicadas por el Gobierno provincial frenaron el desarrollo de la agricultura y de la ganadería; y gran parte de esta situación es a causa del ordenamiento territorial, por el cual muchos proyectos se vieron frenados”, destacó.
El titular de Prograno, también citó datos de vacunación del Senasa para graficar el mal momento de la ganadería local: “en la última vacunación se notó una nueva disminución, esta vez de más del 3 por ciento, la cual contrasta con los aumentos de entre el 15 y 20 por ciento anual que veníamos experimentando años atrás”.
“Antes se venía trabajando muy bien con el ordenamiento territorial para lograr un desarrollo sustentable, con respeto por el medio ambiente y con un sistema de alta producción y bajo impacto ambiental. Pero este Gobierno frenó el desarrollo de la producción y nada se hizo para proteger el bosque nativo”, se quejó.
Finalmente, Chá reclamó que se vuelva “a poner la ganadería en funcionamiento, con políticas amigables con el medio ambiente y, para ello, la única forma es a través de la producción. La medida cautelar de la Corte con el tema bosques no puede ser permanente, ya es hora de que haya una definición. Sé que el Gobierno en el último año estuvo encima de este tema y está preocupado por lograr que se destrabe la situación. Los productores estamos expectantes a que eso ocurra”.
Cambio de modelo productivo
Según el Senasa, desde 2007 hasta 2010 hubo un crecimiento en cabezas de ganado bovino que alcanzó un 20 por ciento. La cifra es correcta.
Sin embargo, si se analizan los datos año por año -también del Senasa-es fácil comprobar que dicho crecimiento se dio, prácticamente, en un sólo año. Para aclarar el panorama: las mediciones del Senasa son las que mejor pueden determinar el nivel de cabezas de ganado existente y lo hacen en cada campaña de vacunación antiaftosa.
Desde 2003 hasta 2008, el ganado bovino en Salta tenía un promedio de crecimiento interanual del 11.67 por ciento. El primer revés a la ganadería salteña se produjo en el período 2009, cuando la tasa de crecimiento promedio del rodeo salteño bajó a menos de la mitad.
En el período 2009 – 2010, siempre según datos del Senasa, el incremento en la provincia fue del 3.15 por ciento. Según el detalle publicado por el Gobierno provincial, el 2010 cerró con 1.049.782 cabezas de ganado bovino, sin embargo, si Salta hubiese conservado el promedio de crecimiento (del 11.67 por ciento), las cabezas de ganado deberían haber ascendido en aquel año a 1.302.416, o sea 147.533 animales más.
Finalmente, en el período 2010 -2011 el porcentaje de crecimiento se tornó negativo.
Mientras al cierre de las vacunaciones en 2010 la cantidad de cabezas ascendían a 1.049.782, el cierre de la vacunación en 2011 encontró al stock del ganado bovino en 1.008.369 cabezas, o sea 41.333 animales menos, una caída del 3.94 por ciento.
Los números que arrojan las campañas de vacunación antiaftosa son el mejor parámetro con que se cuenta -en un país en el que las estadísticas son víctimas del manoseo oficial-para conocer las existencias bovinas. De allí que se puede inferir que el rodeo bovino salteño sufrió una caída considerable.
Según datos del Senasa, este año se vacunaron en la provincia de Salta alrededor de 40.000 cabezas menos respecto de 2010. De acuerdo a los números que publica el Senasa en su página web, sobre el Sistema de Seguimiento y Evolución de las Campañas de Vacunación Antiaftosa (www.senasa.gov.ar/ Archivos/File/ File5404-prov-categ.pdf), en la primera campaña de vacunación correspondiente al 2011 se vacunaron 1.008.369 bovinos (Cuadro I).
Si se lo compara con la primera campaña del año 2010, la caída en la vacunación de cabezas de ganado vacuno alcanza un porcentaje de 3,94 (Cuadro II).
“Freno al desarrollo”
Un errático ordenamiento territorial y el consecuente freno a las producciones agropecuarias son, a entender de Roberto Chá Usandivaras, titular de Prograno, las claves para explicar la caída del stock bovino en Salta.
“Las políticas aplicadas por el Gobierno provincial frenaron el desarrollo de la agricultura y de la ganadería; y gran parte de esta situación es a causa del ordenamiento territorial, por el cual muchos proyectos se vieron frenados”, destacó.
El titular de Prograno, también citó datos de vacunación del Senasa para graficar el mal momento de la ganadería local: “en la última vacunación se notó una nueva disminución, esta vez de más del 3 por ciento, la cual contrasta con los aumentos de entre el 15 y 20 por ciento anual que veníamos experimentando años atrás”.
“Antes se venía trabajando muy bien con el ordenamiento territorial para lograr un desarrollo sustentable, con respeto por el medio ambiente y con un sistema de alta producción y bajo impacto ambiental. Pero este Gobierno frenó el desarrollo de la producción y nada se hizo para proteger el bosque nativo”, se quejó.
Finalmente, Chá reclamó que se vuelva “a poner la ganadería en funcionamiento, con políticas amigables con el medio ambiente y, para ello, la única forma es a través de la producción. La medida cautelar de la Corte con el tema bosques no puede ser permanente, ya es hora de que haya una definición. Sé que el Gobierno en el último año estuvo encima de este tema y está preocupado por lograr que se destrabe la situación. Los productores estamos expectantes a que eso ocurra”.
Cambio de modelo productivo
Según el Senasa, desde 2007 hasta 2010 hubo un crecimiento en cabezas de ganado bovino que alcanzó un 20 por ciento. La cifra es correcta.
Sin embargo, si se analizan los datos año por año -también del Senasa-es fácil comprobar que dicho crecimiento se dio, prácticamente, en un sólo año. Para aclarar el panorama: las mediciones del Senasa son las que mejor pueden determinar el nivel de cabezas de ganado existente y lo hacen en cada campaña de vacunación antiaftosa.
Desde 2003 hasta 2008, el ganado bovino en Salta tenía un promedio de crecimiento interanual del 11.67 por ciento. El primer revés a la ganadería salteña se produjo en el período 2009, cuando la tasa de crecimiento promedio del rodeo salteño bajó a menos de la mitad.
En el período 2009 – 2010, siempre según datos del Senasa, el incremento en la provincia fue del 3.15 por ciento. Según el detalle publicado por el Gobierno provincial, el 2010 cerró con 1.049.782 cabezas de ganado bovino, sin embargo, si Salta hubiese conservado el promedio de crecimiento (del 11.67 por ciento), las cabezas de ganado deberían haber ascendido en aquel año a 1.302.416, o sea 147.533 animales más.
Finalmente, en el período 2010 -2011 el porcentaje de crecimiento se tornó negativo.
Mientras al cierre de las vacunaciones en 2010 la cantidad de cabezas ascendían a 1.049.782, el cierre de la vacunación en 2011 encontró al stock del ganado bovino en 1.008.369 cabezas, o sea 41.333 animales menos, una caída del 3.94 por ciento.
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