Argentina desarrolló
una vacuna contra la hidatidosis, la zoonosis con mayor número de casos en seres humanos
reportados en el país. Es la primera vacuna
del mundo contra un parásito y, al aplicarse al ganado ovino y
caprino, permitirá cortar la cadena de trasmisión de esta enfermedad endémica,
que representa un riesgo para 5 millones de
personas y, en particular, para 500.000 nenes menores de 5
años.
La vacuna, que
ya se halla disponible a través
del laboratorio argentino Tecnovax, fue presentada ayer por el doctor Oscar
Jensen, del Departamento de Investigación en Salud de la Secretaría de Salud de
Chubut, que lleva 30 años luchando contra la
hidatidosis . Participaron en el acto los ministros de Ciencia y
Tecnología, Lino Barañao; y de Industria, Débora Giorgi; y el secretario de
Agricultura, Ganadería y Pesca, Lorenzo Basso.
En 2010 se notificaron
385 nuevos casos de hidatidosis,
una enfermedad crónica que se
caracteriza por la formación de quistes en
distintos órganos , en especial en hígado y pulmones. Pueden pasar
desde algunos meses hasta varios años antes de que se presenten síntomas, que
requieren de tratamiento médico o incluso quirúrgico. Los casos más graves
causan entre 10 y 15 muertes por
año .
El parásito Echinococcus granulosus suele hospedarse principalmente en ovejas y
cabras , pero también en vacas, cerdos, caballos, llamas y alpacas;
se lo encuentra además en animales silvestres como guanacos, vicuñas, zorros y
liebres.
Llega
al humano a través del perro , que se contagia al comer vísceras de
animales infestados, en especial durante la faena. El parásito completa su ciclo
en el intestino del perro que, al defecar, elimina huevos que contaminan el
ambiente. El ganado los ingiere al pastar o beber, y así se mantiene el ciclo de
la zoonosis.
Las personas pueden infectarse al ser lamidas o al acariciar a un
perro parasitado , e ingerir los huevos; al alimentarse de verduras,
o al beber agua contaminada con materia fecal de un perro. “ La mayoría contrae la enfermedad de chico ,
en el período en que comienza a gatear, hasta que se aleja del piso, y empieza a
ir a la escuela y a tener hábitos de higiene”, observa
Jensen.
“El ciclo del parásito
se conoce desde hace más de 180 años; el control de faena se estableció por
decreto presidencial en 1908 –recuerda el médico veterinario –. Es un parásito asombroso , con una capacidad
de supervivencia extraordinaria. Si pasaron tantos años, es que se trata de un problema complejo
”.
Hasta ahora se buscó
frenar los contagios de varias maneras, como control de faena, y educación sanitaria para que los pequeños
productores no alimenten a sus perros con vísceras crudas. El mayor esfuerzo
apuntó a desparasitar a los perros, lo que debe hacerse cada 45 días, con un
antiparasitario que provee el Ministerio de Salud de la Nación.
“En Chubut estamos
usándolo desde 1984. Hay cada vez menos casos gracias al esfuerzo de los agentes
sanitarios. Pero a veces llegan al puesto y los perros no están; tienen que
dejar las pastillas, pero el productor no se las da. Y siguen enfermándose chicos
”.
La vacuna Providean
Hidatil EG95, puesta a punto en Argentina , apunta a
prevenir la enfermedad en el ganado. “Nuestra preocupación desde el Estado son
los 50.000 pequeños productores ovinos y
caprinos , que tendrían unos 4 millones de cabezas”, resalta
Jensen.
Si bien reconoce que
“es un problema de salud pública, porque es
una de las zoonosis que mayor mortalidad causa ”, director nacional
de Epidemiología, Horacio Echenique, admite que “desde la Nación le vemos
una dificultad (a la vacuna): a
diferencia de la aftosa y de la brucelosis, la hidatidosis animal no provoca
grandes pérdidas a los productores, con lo cual perdemos un aliado importante,
porque no disminuye la producción cárnica. No van a tomar como propia la
responsabilidad de aplicar la vacuna, y menos de comprarla”.
Jensen ofrece otra
evaluación: “Es una enfermedad crónica que no mata al ganado, ni produce
pérdidas evidentes. Pero sí hay una pérdida
subclínica , del 10% en la producción de carne, y otro tanto en la
producción de lana en los ovinos”.
Por eso reclama
“sumar esta nueva herramienta a los programas
que ya tenemos” , e incluir la vacuna en un programa nacional que,
además del Ministerio de Salud, sume a otras instituciones, como el Senasa y el
Programa Prohuerta del INTA. Ayer, el secretario de Agricultura y Ganadería,
Lorenzo Basso, se mostró predispuesto a la
propuesta .
“Ayudar al pequeño
productor tiene que ser una preocupación del Estado para cuidar a la gente, y
que no se enfermen esos 500.000 chicos que están en riesgo de contraer
hidatidosis –insiste Jensen–. Si además podemos lograr que el productor logre
tener unos kilos más de lana y de carne, mejor”.
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