El aguacate se perfila como uno de los grandes ganadores para la industria, tanto para el consumo local como para exportación, que tiene alta demanda internacional y con el que países productores, como México, Chile y Perú, dominan el mercado.
Desde el 2002, la demanda del fruto creció 250% en Estados Unidos, y en Europa, 20% anual, en los últimos tres años, por lo que se calcula una ventana de oportunidad para los productores locales.
En la actualidad, solo seis firmas exportan a Europa y Canadá aguacate fresco y procesado, además de que existe déficit en el mercado local. El ciclo de cultivo del fruto es de noviembre a junio de cada año.
Francisco Viteri, gerente general de la agropecuaria Popoyán, explicó que en la actualidad el cultivo está disperso, no existe una cadena de agronegocios y una política nacional.
Los cálculos de esa firma señalan que hay unas siete mil hectáreas de cultivo de aguacate y mil 500 manzanas de cultivo tecnificado. La idea, afirmó el productor, es pasar en los siguientes cinco años de 10 mil hasta las 20 mil hectáreas de cultivo.
“En el campo existe una extensión de tierra que no está siendo producida y el aguacate puede ser una de las alternativas de producción garantizando la tecnificación y comercialización”, puntualizó.
Pablo Girón, jefe de la unidad del Consejo Nacional de Desarrollo Agropecuario (Conadea) del Ministerio de Agricultura, informó que en el país hay unas 16 mil 800 manzanas de cultivo de aguacate, que producen cerca de dos millones 693 mil toneladas métricas del fruto. “Los volúmenes de cultivo están creciendo y Guatemala cuenta con las condiciones para incrementar la producción”, precisó.
Transformación
Viteri dijo que uno de los problemas en la actualidad es que no existe una cadena que mejore la productividad y competitividad del producto. Hay ausencia de una política nacional, la unificación de calidades, tecnificación y una cadena de comercialización y mercadeo.
Además, hay poca inversión en cultivo y la falta de acceso a programas de financiamiento con tasas de interés que sean adecuadas a la realidad de los productores. Además, los productores no pueden cubrir la oferta.
La estrategia, explicó Viteri es desarrollar a un sector innovador, tecnológico y competitivo, aprendiendo de otros países que ya cuentan con mercados maduros en las herramientas de productividad.
“Hay una oportunidad de negocios para los productores en despachar fresco, procesado y congelado pero el reto es unificar a la industria”, manifestó.
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