Para obtener un excelente rendimiento de cualquier cultivo se requiere contar con la disponibilidad de nutrientes desde el suelo, además de una vigorosa superficie radicular para absorberlos.
Los suelos agrícolas argentinos presentan características diversas, desde pH neutros a levemente alcalinos, pasando a suelos ácidos, tanto por su origen como por las prácticas culturales a las que fueron sometidos por años. Tampoco ayuda la forma de arrendamiento que lleva a utilizar estrategias de aporte de nutrientes de muy corto plazo. Arysta LifeScience posee en su cartera de productos un excelente corrector de suelos denominado Humiplex 50G. Se trata de una enmienda orgánica y un bioactivador que mejora las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo e incrementa la eficiencia de asimilación de nutrientes y la disponibilidad de agua.
Reacciona químicamente y desbloquea formas no asimilables de elementos nutricionales (sales insolubles), liberándolas para que sean aprovechadas por las plantas. En otras palabras, se involucran en la nutrición, facilitando el proceso de absorción de los nutrientes. Paulatinamente, mejoran también algunas propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
Ahora bien, una vez comenzada la estrategia de corrección de suelo y la optimización de la liberación de nutrientes, es necesario que el cultivo cuente con un sistema radicular fuerte y eficiente para absorber los nutrientes disponibles y expresar la productividad que de estabilidad económica al sistema productivo.
Es indispensable predisponer el buen desarrollo de raíces primarias, secundarias y terciarias. Si se considera a esa estructura deseable y a los pelos absorbentes como la unidad funcional, fisiológica de abastecimiento radicular, hoy podemos contar con Pilatus.
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