La ganadería ha sido la actividad agropecuaria que más se desarrolló durante 2016. A lo largo de toda la cuenca del Salado, alrededor de 2/3 de los lotes tienen animales pastando y en muchos de ellos se ensayan producciones intensivas y semi-intensivas con esquemas de feed-lot. Las condiciones coyunturales para la cría han cambiado sensiblemente a partir de un puñado de medidas económicas y cambios reglamentarios que abrieron las fronteras comerciales de nuestro país.-
La política cambiaria corrigió las distorsiones existentes en el tipo de cambio mejorando visiblemente la competitividad de los productos agropecuarios. La ganadería fue la actividad que mas potencialidad ha mostrado este año en virtud de una estructura de producción más favorable que requiere menos “intensidad” de recursos que la agricultura. Esto mejoró el margen de la producción vacuna y estimuló un verdadero “rebrote”. Dos factores importantes inciden en que las expectativas se hayan renovado favorablemente al respecto: un precio que a valores domésticos resulta muy favorable y una perspectiva de futuro muy tentadora fundada en la posibilidad concreta de reapertura de mercados para nuestro país y de crecimiento a largo plazo de la demanda de carne. De cara a los próximos 30 años la producción agropecuaria deberá crecer alrededor de un 40%, estimativamente, para alimentar a una población cada vez más numerosa y con posibilidades de consumo crecientes.-
Así es que, detrás de una ganadería de vanguardia a nivel mundial que produce un alimento de calidad reconocida en todo el mundo se encolumnan, tratando de acoplarse a su crecimiento, los demás actores eslabonados que asisten a una actividad que actúa como motor productivo. Los Bancos han mostrado gran dinamismo últimamente al lanzar productos financieros que intentan asistir a un sector con grandes posibilidades de desarrollo así como otras actividades que complementan la producción ganadera.-
De cara a los próximos años cuando se empiecen a vislumbrar los resultados de la actual campaña ganadera tendremos un rodeo a nivel país mucho mas cuantioso, de calidad superior con un desarrollo y un valor agregado importantísimos. Entonces, será el momento de pensar nuestra agenda productiva hacia el futuro con alternativos horizontes temporales para aprovechar las oportunidades que se abren y potenciar nuestras ventajas comparativas.-
JUAN IGNACIO LOZANO
Lic. en Economía
Consultor en Agronegocios
Ideas&Economía
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