Hace 32 años, el apicultor neoyorquino Burt Shavitz comenzaba a trazar los primeros pasos de lo que sería, luego, Burt?s Bees, fabricante de productos dedicados al cuidado natural, a base de miel, que hoy tiene presencia en más de 50 países y que anunció recientemente su llegada al mercado local.
La historia comenzó a escribirse cuando, en 1984, conoció a la artista Roxanne Quimby, quien hacía dedo en una ruta. No tardaron en entablar una buena relación y, poco después, esta artista nacida en Maine comenzó a elaborar velas con la cera que quedaba sin utilizar de las colmenas de Shavitz. Las vendió en una feria, en la que recaudó u$s 200. En un año, la cifra alcanzó los u$s 20.000. Con el correr del tiempo, Quimby decidió abrir el abanico y sumó un protector labial que, hasta hoy, es el producto más vendido de la firma. En 1998, en búsqueda de diversificar los negocios, sumaron una crema de manteca de limón para las cutículas, un producto que, en todos estos años, ya se coronó con 30 premios.
Un año más tarde, la firma inició su proceso de internacionalización, llegando a Inglaterra, Irlanda, Canadá, Hong-Kong y Taiwán. Pero, en el camino de reinventarse, Burt?s Bees no se detuvo: solo en 2006 sumó 30 nuevos productos a su portfolio. Al año, la firma fue adquirida por Clorox.
La llegada al país
Recientemente, Burt?s Bees anunció su desembarco en el mercado local aunque, por políticas internas, prefirió no dar a conocer datos sobre la inversión requerida. La firma ya tenía presencia en 11 países de América latina. “La Argentina era un mercado en el que necesitábamos estar”, reconocieron representantes de la firma durante el anuncio.
Sobre el arribo al país, Paulina Bustos, encargada de Marketing de Burt?s Bees Latinoamérica, destacó: “Nos sentimos bien con el clima de negocios que existe en la Argentina, pero la razón más importante es que los consumidores de todo el mundo están cada vez más preocupados por lo que están consumiendo y usando en sus cuerpos”.
“Nuestro crecimiento dependerá del mayor conocimiento que tengamos a través del boca a boca y del amor y el apoyo de nuestros consumidores que tengan hacia nuestra marca”, agrega la ejecutiva de la empresa que, en el último año, creció un 80%. “Ese crecimiento es en base a ventas. Cabe destacar que en algunos países latinoamericanos, donde hemos tenido la distribución por años, estamos creciendo tres dígitos”.
Los productos se encuentran a la venta desde el 29 de septiembre en las tienda Falabella, Farmacity, Simplicity y Look Store.
La historia comenzó a escribirse cuando, en 1984, conoció a la artista Roxanne Quimby, quien hacía dedo en una ruta. No tardaron en entablar una buena relación y, poco después, esta artista nacida en Maine comenzó a elaborar velas con la cera que quedaba sin utilizar de las colmenas de Shavitz. Las vendió en una feria, en la que recaudó u$s 200. En un año, la cifra alcanzó los u$s 20.000. Con el correr del tiempo, Quimby decidió abrir el abanico y sumó un protector labial que, hasta hoy, es el producto más vendido de la firma. En 1998, en búsqueda de diversificar los negocios, sumaron una crema de manteca de limón para las cutículas, un producto que, en todos estos años, ya se coronó con 30 premios.
Un año más tarde, la firma inició su proceso de internacionalización, llegando a Inglaterra, Irlanda, Canadá, Hong-Kong y Taiwán. Pero, en el camino de reinventarse, Burt?s Bees no se detuvo: solo en 2006 sumó 30 nuevos productos a su portfolio. Al año, la firma fue adquirida por Clorox.
La llegada al país
Recientemente, Burt?s Bees anunció su desembarco en el mercado local aunque, por políticas internas, prefirió no dar a conocer datos sobre la inversión requerida. La firma ya tenía presencia en 11 países de América latina. “La Argentina era un mercado en el que necesitábamos estar”, reconocieron representantes de la firma durante el anuncio.
Sobre el arribo al país, Paulina Bustos, encargada de Marketing de Burt?s Bees Latinoamérica, destacó: “Nos sentimos bien con el clima de negocios que existe en la Argentina, pero la razón más importante es que los consumidores de todo el mundo están cada vez más preocupados por lo que están consumiendo y usando en sus cuerpos”.
“Nuestro crecimiento dependerá del mayor conocimiento que tengamos a través del boca a boca y del amor y el apoyo de nuestros consumidores que tengan hacia nuestra marca”, agrega la ejecutiva de la empresa que, en el último año, creció un 80%. “Ese crecimiento es en base a ventas. Cabe destacar que en algunos países latinoamericanos, donde hemos tenido la distribución por años, estamos creciendo tres dígitos”.
Los productos se encuentran a la venta desde el 29 de septiembre en las tienda Falabella, Farmacity, Simplicity y Look Store.
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