Se desprende de un relevamiento, del cual intervino el INTA AMBA, que indagó en aspectos estructurales, técnicos y productivos de tambos familiares que participan en grupos de Cambio Rural y PROFAM.
Un relevamiento, en el que intervino el INTA AMBA sobre 65 establecimientos productivos de Brandsen, Cañuelas, Esteban Echeverría, Luján, Marcos Paz, Presidente Perón, San Vicente y Virrey del Pino, destaca que producen en promedio unos 300 litros diarios de leche , transformados mayormente en masa y en menor medida queso o vendidos bajo la forma de leche fluída. El conjunto logra un promedio diario de masa de 33 kilogramos, 13 kilogramos de queso, y más de 290 litros de leche.
Magdalena Marino, técnica del INTA Brandsen, trabajó en este informe y puntualiza en este sentido que la mayoría de los tambos familiares que integran la muestra producen sólo masa -58 por ciento de los casos- y en menor medida suman a esta producción -en forma permanente o circunstancial- la elaboración de quesos e incluso de leche fluida en el 12 y 5 por ciento de los casos, respectivamente. Por otra parte, un 20 por ciento de los establecimientos sólo elaboran queso y el 5 por ciento restante de los casos produce sólo leche.
La mitad de los productores venden su masa a industria y una cantidad ligeramente inferior de los casos lo hace a través de intermediarios. En el caso de los quesos, predominan las ventas directas al consumo, en el 67 por ciento de los casos. El principal canal de venta de la leche es la industria
El carácter familiar del trabajo predomina en el total de los establecimientos. “En más del 70 por ciento de los casos el productor y su familia aportan entre el 75 y el 100 por ciento del trabajo total”, resume Marino.
En esta línea el informe destaca que un 80 por ciento de los casos el productor y/o miembros de su familia comparten la actividad del tambo con otra actividad productiva, dentro del establecimiento (52 por ciento), fuera de éste (37 por ciento) o ambas cosas (12 por ciento). El lugar de residencia que predomina entre las familias es el propio establecimiento (66 por ciento de los casos) y en menor medida el pueblo cercano.
Recursos productivos
El tamaño promedio general de los establecimientos está en el orden de las 30 hectáreas. “Hay casos extremos en el municipio de Presidente Perón de 1 hectárea y 335 hectáreas; caso este último dónde además del tambo se desarrolla la actividad de cría de animales”, agrega Marino.
El 65% de los establecimientos llevan a cabo la actividad en tierra arrendada en su totalidad o combinan tierra propia con tierra arrendada; aun en estos últimos, la superficie alquilada representa un alto porcentaje de la superficie total del establecimiento.
En el total de casos que alquilan parte o la totalidad de su tierra (47 casos), la participación promedio de la superficie arrendada representa un 79 por ciento de la superficie total, se desprende del relevamiento realizado.
En relación a la tenencia sólo un 28% de los tambos desarrollan la actividad exclusivamente en tierra de su propiedad y un porcentaje similar lo hace en tierra alquilada. La mayoría de los establecimientos combinan tierra propia y alquilada en diferentes proporciones.
En baja proporción se registran casos donde la actividad se lleva a cabo en tierra ocupada o “cedida”: 5 por ciento del total.
Hacienda y productividad de los rodeos
El tamaño del rodeo alcanza un promedio general de 31 vacas totales. No existe una gran disparidad entre los grupos de productores clasificados en base al producto que elaboran a excepción del grupo que integra las tres producciones (masa+queso+leche) cuyos rodeos promedian las 100 vacas totales.
Siempre según el documento, los rodeos de mayor tamaño medio son de los grupos de Brandsen y Presidente Perón con 51 y 45 vacas totales, respectivamente. En estos grupos están los tres registros máximos de vacas: dos establecimientos con 124 y 257 vacas totales, en el grupo de Brandsen, y un establecimiento con 130 vacas, en el grupo de Presidente. Perón. El rodeo de menor tamaño promedio, 12 vacas totales, corresponde al grupo de Cañuelas.
El porcentaje de vacas en ordeñe alcanza niveles bajos en el conjunto de la muestra, con un valor medio general del 66 por ciento.
Recursos forrajeros
En el total de los casos, el campo natural es el principal recursos forrajeros utilizado; sólo (34 por ciento); en combinación con verdeos (18 por ciento) o en combinación con pasturas (11 por ciento). Dentro de los productores que producen sólo masa se verifica el menor número relativo de casos que emplean campo natural como único recurso forrajero.
Por su parte, la suplementación se limita al uso exclusivo de concentrados en casi el 60% de los casos. Un menor número de establecimientos emplea combina concentrado con heno. Es baja la utilización de silaje.
En el plano de la sanidad el relevamiento revela que La mayoría de los establecimientos mantienen el servicio con toro (82 por ciento de los casos), quedando la práctica de inseminación artificial restringida a un escaso número de establecimientos. El 75% de los establecimientos repone sus vacas con hacienda propia.
Se desprende, además que el 74 por ciento de los establecimientos se encuentra en saneamiento de tuberculosis y un 68 por ciento está en saneamiento de brucelosis.
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