Expresó Andrés Polack del INTA AMBA durante la Semana del Monitoreo, una jornada de capacitación para técnicos, estudiantes y productores que se llevó a cabo en La Plata. Durante la misma se brindaron herramientas para el reconocimiento y monitoreo de plagas, enemigos naturales y enfermedades en cultivos hortícolas intensivos.
La semana del monitoreo tuvo lugar en la Plata y se propuso como objetivo brindar cursos en varios niveles, para formar monitoreadores de plagas, enemigos naturales y enfermedades en cultivos hortícolas intensivos, en este caso haciendo énfasis en producciones de tomate y pimiento. Tuvo el auspicio de la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Cinturón Hortícola de La Plata, el SENASA, la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP y la Universidad Nacional Arturo Jauretche.
Durante el primer día se dieron cita estudiantes de varios centros educativos de nivel secundario y universitario, como así también técnicos y profesionales de la zona. La apertura estuvo a cargo del Ing. Agr. Néstor Mezquiris, responsable de la Estación Experimental Gorina del Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, en dónde tuvo sede el curso y del Ing. Agr. Andrés Polack Coordinador del Proyecto “Tecnología apropiada para la sustentabilidad de sistemas hortíflorícolas con énfasis en cultivos protegidos”, del INTA.
“En esta jornada básicamente van a ver el cambio en los criterios del control sanitario de los cultivos en todo el cordón hortícola de la plata, la idea es minimizar los efectos que tiene las plagas y las enfermedades haciendo planteos sustentables, para eso el monitoreo es el punto de partida” expresó Mezquiris.
Por su parte, Polack destacó la importancia del tema del monitoreo en la zona, y el trabajo que viene llevando adelante el INTA al respecto. “No se puede concebir un manejo buenas prácticas agrícolas en una finca sin pensar en monitoreo”, y agregó “En la zona se ha empezado a dar un cambio interesante, hoy estamos estimando unas 300 ha de invernaderos que están siendo monitoreadas”.
Al mismo tiempo se están sumando más productores a esta práctica y lo que está faltando es gente preparada para hacerlo. En este sentido la semana del monitoreo pretendió comenzar a dar respuestas a esa demanda de monitoreadores formados para tal fin.
Posteriormente se dio paso a un ciclo de conferencias que en el que estuvieron presentes representantes del SENASA,Ing. Agr.Alejandro Moreno, Lic Victoria Fernández, Tec. Pablo Ramallo, Ing.Agr. Hernán Von Baczko ; y de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, la Ing. Agr. Mariana del Pino.
“Si bien hoy en día la tendencia es hace la aplicación de productos químicos, un adecuado diagnóstico a través del monitoreo va a permitir disminuir la cantidad de aplicaciones y permitirán menor impacto en el ambiente, en el trabajador y en la inocuidad de los alimentos” expresó Moreno del SENASA, que además consideró que se hay que buscar otras alternativas de manejo como el control biológico.
Como cierra antes de dar comienzo al primer curso tuvo lugar un panel en el que participaron el Sr Damián Simonetti brindando la mirada del productor, el Ing. Agr. Guillermo Peruzzi, la mirada del monitoreador, Ing. Agr. Nicolás Martínez, la mirada del técnico asesor y el Ing. Agr. Carlos Silvestre quien se refirió a el Monitoreo y Control Biológico.
Los cursosDurante la semana se dictaron un curso inicial, uno avanzado para monitoreadores y un taller para intercambiar experiencias.Participaron como docentes Mariel Mitidieri del INTA San Pedro, Andrés Polack, Guillermo Cap y Maria Eugenia Strassera del INTA AMBA,
“Es esta jornada de 4 días quisimos que estén representados todos los sectores que creemos que tiene que estar involucrados para que el monitoreo se convierta en una herramienta con la que puedan contar los productores y los técnicos que ayude mejorar la sanidad de producción, y por ende mejore los rindes,” opinó Polack
Las instituciones
Como cierre de la semana del monitoreo se realizó una reunión donde participaron referentes de de Instituciones donde se estableció una agenda de trabajo que incluyó iniciar trabajos en el monitoreo de otros cultivos (lechuga, frutilla y acelga), fortalecer la Red de Monitoreo con el objeto de centralizar y compartir información de la situación sanitaria de los cultivos.
El balance fue muy positivo, tanto por la capacitación de nuevos monitoreadores como en el fortalecimiento de los vínculos con monitoreadores ya formados. Actualmente se encuentran 300 has de cultivo bajo monitoreo en el Cinturón Hortícola y se espera que esa superficie continúe aumentando.
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