Mientras los productores retienen vientres y volvió la cría y la recría, desde el sector frigorífico solicitan que se combata la informalidad. Exportar dejó de ser una utopía pero hace falta mayor competitividad.
En los últimos años la ganadería argentina vivió un fuerte proceso de retroceso con la pérdida de alrededor de 10 millones de cabezas de ganado y exportaciones virtualmente cerradas, hoy la realidad muestra otra cara y si bien el contexto todavía no es el más favorable se encendió una luz de esperanza en el horizonte.
Durante todo el año los productores locales se decidieron por retener vientres y según adelantan los especialistas el peso de faena aumentaría fuerte en el último trimestre de este 2016. De ahí en más se abren otras variables que no son tan positivas, el precio del producto continúa creciendo en el mostrador mientras decae el consumo interno pero en la otra vereda los frigoríficos exportadores se esperanzan con recuperar mercados perdidos.
"En lo que hace estrictamente al negocio del feedlot vivimos un comienzo de año positivo con más encierre que en períodos anteriores y por sobre todas las cosas mucha más confianza por parte de los productores ya que el cambio de políticas oficiales trajeron una esperanza generalizada en el sector. Hoy ya mirando el mes de octubre el feedlot no está en su mejor momento con algo de capacidad ociosa pero de todas formas hay una fuerte apuesta con inversiones en pasturas, alambrados y semillas que están dirigidas a la cría y recría esto significa que se está buscando incrementar el peso de faena tanto para los animales que se destinan al mercado interno como los de exportación", detalló a Ámbito Financiero Roberto Guercetti, titular del feedlot Conecar ubicado en la localidad de Carcarañá, provincia de Santa Fe.
Este empresario también está trabajando junto a otros colegas para enviar carne de feedlot al mercado de Dubái como puerta de entrada a otros mercados que hoy no están en la agenda argentina. "No sólo apostamos a Dubái sino también a los Emiratos Árabes, queremos promocionar la carne vacuna y entendemos que tenemos un producto de excelente calidad y muy requerido los consumidores. En este contexto entendemos que primero hay que respetar los tiempos biológicos y en eso está trabajando el sector porque con la ganadería no sucede lo mismo que con la agricultura, un novillo necesita entre dos y tres años para que sea enviado a faena y justamente estamos en ese lugar, preparando los novillitos que luego se podrán exportar, todo sin descuidar al mercado interno", destaca Guercetti.
Por su parte Raúl Milano, director ejecutivo de Rosgan es más cauteloso y advierte: "Posiblemente el crecimiento de los animales faenados, las toneladas exportadas, y los kilos consumidos en el mercado interno derivado del comienzo de una ola exportadora, serán inicialmente resultado de la utilización de una capacidad instalada con altos niveles de ociosidad, pero el recorrido del proceso evolutivo requerirá de nuevas inversiones. La industria frigorífica marcará una de las principales limitantes al crecimiento de la ganadería, venimos de un país que no recuerda en los últimos 10 años realización de grandes inversiones o aperturas de nuevas plantas".
Justamente los frigoríficos y no sólo los exportadores vienen pidiendo desde hace larga data que el Gobierno establezca un fuerte proceso de transparencia en el sector que hoy afronta altos niveles de marginalidad.
En esta línea y como signo positivo se destaca que recientemente el subsecretario de Ganadería, Rodrigo Troncoso, se reunió con representantes de frigoríficos de la provincia de Buenos Aires y señaló que "el ordenamiento de la cadena de ganados y carnes, es prioritario para este Gobierno, y se están llevando a cabo gestiones coordinadas entre varios ministerios, instituciones, y provincias, con el objeto de dar un paso adelante en calidad y transparencia".
Algunos de los temas planteados por el grupo de empresarios de la industria frigorífica que representan el 22% de la faena de Buenos Aires fue la carga impositiva, las prácticas desleales de varios actores y la necesidad de buscar un estándar único sanitario entre los frigoríficos.
Durante la reunión se destacó el esfuerzo de la provincia de Buenos Aires al presentar en el proyecto de la ley impositiva, una reducción al 0,5% desde el actual 1,75% en Ingresos Brutos para el sector de la industria frigorífica y matarifes.
El futuro ya llegó
"¿Hasta cuándo seguiremos imaginando que el futuro de la venta al menudeo es la imagen de una media res bajándose al hombro de un trabajador? Sabemos que todos los carniceros necesitan la media res entera pero ¿Cuál es la eficiencia de un sector que hace 100 años sigue haciendo siempre lo mismo y que sólo avanzó porque las sierras, picadoras y balanzas tienen algunos componentes renovados tecnológicamente? Para entender el inicio de la faena es necesario saber cómo queremos vender la carne al final, de su forma depende que gran parte de la tarea se realice en plantas habilitadas con excelentes estándares de calidad sanitaria o, de lo contrario, sigamos repitiendo anacrónicos formatos del pasado. Argentina no puede seguir manteniendo para el consumo, que hoy es más del 90% de la faena en los centros urbanos, el mismo sistema de venta", señala Milano.
Actualmente el novillo argentino es el más caro de la región lo que dificulta la competitividad para poder abastecer a los mercados internacionales, de ahí es que los ganaderos buscan la máxima eficiencia para ajustar su rentabilidad y este es un tema aún a resolver pero que todavía no encuentra una vía rápida.
"Sí venimos de una década de retroceso en la actividad ganadera ahora podemos afirmar que se viene una década de crecimiento, claro que hay muchas variables por ajustar pero las condiciones están dadas para que la Argentina vuelva a incrementar su stock ganadero y crezca en la producción de carne. Simplemente hay que aprovechar las oportunidades que está brindando el mercado y confiar, el productor ganadero no duda en apostar cuando llega el momento. La cuota 481 de carne de feedlot es un claro ejemplo, actualmente la Argentina aporta alrededor del 5% pero todavía se puede crecer mucho más", explica Guercetti.
Por su parte y a modo de cierre Raúl Milano de Rosgan afirma: "En los momentos en los que todo parece fluir beneficiosamente es cuando más debemos preguntarnos por las cosas que debemos corregir, nunca es bueno esconder las ineficiencias y la falta de competitividad, debemos ser responsables de aprender de esta crisis que se llevó gran parte de sus actores para no repetir los mismos errores de los últimos 60 años. Si perder 120 frigoríficos, más de 15.000 empleos y 10 millones de cabezas no nos hace reflexionar que algo debemos cambiar no habremos aprendido nada".
Así es que las cartas ya están echadas mientras que desde el sector frigorífico piden mayor transparencia y reglas de juego claras para trabajar, los productores están invirtiendo lentamente con el objetivo de incrementar el peso de faena. Todo indica que éste será un año de consolidación para la actividad y si se logra el reacomodamiento que tanto espera toda la cadena,en el 2017 la carne argentina retomará su fuerza y saldrá a triunfar.
Fuente: Ámbito Financiero
Durante todo el año los productores locales se decidieron por retener vientres y según adelantan los especialistas el peso de faena aumentaría fuerte en el último trimestre de este 2016. De ahí en más se abren otras variables que no son tan positivas, el precio del producto continúa creciendo en el mostrador mientras decae el consumo interno pero en la otra vereda los frigoríficos exportadores se esperanzan con recuperar mercados perdidos.
"En lo que hace estrictamente al negocio del feedlot vivimos un comienzo de año positivo con más encierre que en períodos anteriores y por sobre todas las cosas mucha más confianza por parte de los productores ya que el cambio de políticas oficiales trajeron una esperanza generalizada en el sector. Hoy ya mirando el mes de octubre el feedlot no está en su mejor momento con algo de capacidad ociosa pero de todas formas hay una fuerte apuesta con inversiones en pasturas, alambrados y semillas que están dirigidas a la cría y recría esto significa que se está buscando incrementar el peso de faena tanto para los animales que se destinan al mercado interno como los de exportación", detalló a Ámbito Financiero Roberto Guercetti, titular del feedlot Conecar ubicado en la localidad de Carcarañá, provincia de Santa Fe.
Este empresario también está trabajando junto a otros colegas para enviar carne de feedlot al mercado de Dubái como puerta de entrada a otros mercados que hoy no están en la agenda argentina. "No sólo apostamos a Dubái sino también a los Emiratos Árabes, queremos promocionar la carne vacuna y entendemos que tenemos un producto de excelente calidad y muy requerido los consumidores. En este contexto entendemos que primero hay que respetar los tiempos biológicos y en eso está trabajando el sector porque con la ganadería no sucede lo mismo que con la agricultura, un novillo necesita entre dos y tres años para que sea enviado a faena y justamente estamos en ese lugar, preparando los novillitos que luego se podrán exportar, todo sin descuidar al mercado interno", destaca Guercetti.
Por su parte Raúl Milano, director ejecutivo de Rosgan es más cauteloso y advierte: "Posiblemente el crecimiento de los animales faenados, las toneladas exportadas, y los kilos consumidos en el mercado interno derivado del comienzo de una ola exportadora, serán inicialmente resultado de la utilización de una capacidad instalada con altos niveles de ociosidad, pero el recorrido del proceso evolutivo requerirá de nuevas inversiones. La industria frigorífica marcará una de las principales limitantes al crecimiento de la ganadería, venimos de un país que no recuerda en los últimos 10 años realización de grandes inversiones o aperturas de nuevas plantas".
Justamente los frigoríficos y no sólo los exportadores vienen pidiendo desde hace larga data que el Gobierno establezca un fuerte proceso de transparencia en el sector que hoy afronta altos niveles de marginalidad.
En esta línea y como signo positivo se destaca que recientemente el subsecretario de Ganadería, Rodrigo Troncoso, se reunió con representantes de frigoríficos de la provincia de Buenos Aires y señaló que "el ordenamiento de la cadena de ganados y carnes, es prioritario para este Gobierno, y se están llevando a cabo gestiones coordinadas entre varios ministerios, instituciones, y provincias, con el objeto de dar un paso adelante en calidad y transparencia".
Algunos de los temas planteados por el grupo de empresarios de la industria frigorífica que representan el 22% de la faena de Buenos Aires fue la carga impositiva, las prácticas desleales de varios actores y la necesidad de buscar un estándar único sanitario entre los frigoríficos.
Durante la reunión se destacó el esfuerzo de la provincia de Buenos Aires al presentar en el proyecto de la ley impositiva, una reducción al 0,5% desde el actual 1,75% en Ingresos Brutos para el sector de la industria frigorífica y matarifes.
El futuro ya llegó
"¿Hasta cuándo seguiremos imaginando que el futuro de la venta al menudeo es la imagen de una media res bajándose al hombro de un trabajador? Sabemos que todos los carniceros necesitan la media res entera pero ¿Cuál es la eficiencia de un sector que hace 100 años sigue haciendo siempre lo mismo y que sólo avanzó porque las sierras, picadoras y balanzas tienen algunos componentes renovados tecnológicamente? Para entender el inicio de la faena es necesario saber cómo queremos vender la carne al final, de su forma depende que gran parte de la tarea se realice en plantas habilitadas con excelentes estándares de calidad sanitaria o, de lo contrario, sigamos repitiendo anacrónicos formatos del pasado. Argentina no puede seguir manteniendo para el consumo, que hoy es más del 90% de la faena en los centros urbanos, el mismo sistema de venta", señala Milano.
Actualmente el novillo argentino es el más caro de la región lo que dificulta la competitividad para poder abastecer a los mercados internacionales, de ahí es que los ganaderos buscan la máxima eficiencia para ajustar su rentabilidad y este es un tema aún a resolver pero que todavía no encuentra una vía rápida.
"Sí venimos de una década de retroceso en la actividad ganadera ahora podemos afirmar que se viene una década de crecimiento, claro que hay muchas variables por ajustar pero las condiciones están dadas para que la Argentina vuelva a incrementar su stock ganadero y crezca en la producción de carne. Simplemente hay que aprovechar las oportunidades que está brindando el mercado y confiar, el productor ganadero no duda en apostar cuando llega el momento. La cuota 481 de carne de feedlot es un claro ejemplo, actualmente la Argentina aporta alrededor del 5% pero todavía se puede crecer mucho más", explica Guercetti.
Por su parte y a modo de cierre Raúl Milano de Rosgan afirma: "En los momentos en los que todo parece fluir beneficiosamente es cuando más debemos preguntarnos por las cosas que debemos corregir, nunca es bueno esconder las ineficiencias y la falta de competitividad, debemos ser responsables de aprender de esta crisis que se llevó gran parte de sus actores para no repetir los mismos errores de los últimos 60 años. Si perder 120 frigoríficos, más de 15.000 empleos y 10 millones de cabezas no nos hace reflexionar que algo debemos cambiar no habremos aprendido nada".
Así es que las cartas ya están echadas mientras que desde el sector frigorífico piden mayor transparencia y reglas de juego claras para trabajar, los productores están invirtiendo lentamente con el objetivo de incrementar el peso de faena. Todo indica que éste será un año de consolidación para la actividad y si se logra el reacomodamiento que tanto espera toda la cadena,en el 2017 la carne argentina retomará su fuerza y saldrá a triunfar.
Fuente: Ámbito Financiero
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