En los últimos años, el mercado de la nuez ha experimentado cambios significativos que han impactado con fuerza el sector productivo chileno. Las cualidades alimenticias de la nuez, la calidad de la fruta chilena, la demanda creciente de importantes mercados en conjunto a la apertura de otros, los favorables precios, la opción de cosechas mecanizadas, entre otras causas, han hecho del negocio una actividad sumamente atractiva. Sin embargo, esta perspectiva positiva debe ir necesariamente acompañada con una especial atención en mantener, e inclusive potenciar, la calidad de nuestra fruta con miras a mejorar la competitividad de la nuez chilena en mercados cada vez más exigentes.
En un futuro cercano, los consumidores establecerán requerimientos específicos de atributos, por lo que se hace fundamental trabajar los huertos hacia un estándar de calidad exigente, otorgando especial cuidado en los meses de primavera y verano, períodos en los cuales el nogal atraviesa estados de desarrollo críticos en lo que respecta a la obtención de una nuez de calidad, en cuanto a sus características de calibre, llenado y color de la mariposa, principalmente.
Resulta de vital importancia la rigurosidad en el control de la Peste Negra del nogal (Xanthomonas arboricola pv.juglandis). Este patógeno puede presentarse desde el inicio de brotación hasta el endurecimiento de la cáscara principalmente, pudiendo producir daños en brotes, flores y frutos, afectando así la producción de la temporada. Condiciones climáticas de precipitaciones o agua libre en los tejidos tiernos, acompañado de temperaturas (18 a 22ºC), acentúan los posibles daños. Las aplicaciones de agroquímicos a base de cobre o antibióticos en los períodos fenológicos mencionados, la frecuencia de las aplicaciones, los buenos cubrimientos de los tejidos sensibles y la buena calibración de la maquinaria, son clave para un control efectivo.
Para Phytophthora sp. su principal control debe ser preventivo a base de un buen manejo del riego, uso de fungicidas y fosfitos de potasio y curativos como medidas de aireación de las raíces principales y ventilación de la zona del cuello de las plantas, uso de metalaxilos y extirpación de los cancros.
Otra consideración fitosanitaria a tener en cuenta para este período es el monitoreo y control de la Polilla de la Manzana (Cydia pomonella), siendo recomendable la implementación de trampas de feromonas para detectar el inicio de los vuelos (finales de septiembre en la zona central) con los que comienza el ciclo de la plaga, controlándola con el uso de insecticidas, tecnologías de confusión sexual o combinación de ellos, evitando así los posibles daños económicos que pueda generar.
Por otra parte, una plaga de la madera de suma importancia es la Escama de San José (Quadraspidiotus perniciosus). Es clave el continuo monitoreo a salidas de invierno y primavera (con el uso de cinta doble adhesiva) haciendo más eficiente los tratamientos de control poniendo énfasis en el adecuado mojamiento que permita un buen cubrimiento de la madera frutal, además de la buena elección del producto a utilizar basado en estudios que así lo demuestren.
En cuanto a las arañitas, el control sobre éstas es clave, ya que no sólo afectan el follaje, si no que también la calidad final de la fruta generando deshidratación de la mariposa, lo que conlleva a una pérdida en la calidad y bajas en la producción. Importante son las aplicaciones a inicios de primavera a base de aceites y complementado con acaricidas a mediados de octubre, y posteriormente realizar un buen monitoreo durante el periodo de verano.
Considerando estos aspectos, junto a otros que iremos escribiendo a medida que la temporada continúe, esperamos que nuestros huertos lleguen a producciones potenciales con nueces atractivas e inocuas. Está en nuestras decisiones el aprovechar la oportunidad que el mercado de las nueces nos entrega para potenciar nuestra imagen país de productores de fruta sana y de calidad.
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