•Desde San Javier el gobierno impulsa la cría artificial de peces en la costa santafesina. El sector público se encargará de proveer juveniles a pescadores e inversores para que realicen el engorde en jaulas sobre el río
Relacionar la carne de pescado de río con la depredación del recurso ictícola podría pasar a ser una idea del pasado si prospera el Plan Integral de Acuicultura que impulsa el gobierno santafesino desde la ciudad de San Javier.
La iniciativa se puso en marcha hace dos años y apunta a ser una opción para los pescadores de la costa y sus familias, así como una alternativa económica para cualquier emprendedor que se interese en la actividad.
Se trata de establecer un circuito de cría y engorde de pacú, especie que tiene una alta consideración en el gusto del consumidor pero sobre todo cuenta con el “know how” necesario para producirlo en cautiverio de manera eficiente y rentable. Mientras tanto, también se experimenta con surubí y dorado para desarrollar el conocimiento necesario y sumarlos al esquema.
La propuesta es simple. El gobierno se encargará de producir los alevinos y criarlos para que luego sean engordados por los particulares, tarea que se realizará sobre el río en jaulas flotantes, de las que podrían cosecharse entre 800 y 900 kilos de pescado por temporada. “Es como tener un feed lot de pescado”, sintetizó Carlos Corvalán, asesor del gobierno y director del proyecto.
El circuito se inicia con los reproductores traídos de Formosa y Misiones, que mediante la inducción hormonal serán sometidos a un proceso de fertilización asistida en la Granja Piscícola, pronta a inaugurarse en el predio del vivero municipal. Allí, con temperatura y fotoperíodo controlados, se fecundarán los huevos y se criarán los alevinos durante el otoño y el invierno, hasta transformarlos en juveniles de 60 a 120 gramos. Ya “recriados”, estos se entregarán a los productores para que, entre octubre y marzo, los lleven hasta un tamaño de 1 a 1.2 kilos y estén listos para la faena.
Dado que la prioridad son las familias de pescadores, se conformará un fondo rotatorio -que administrará la Asociación para el Desarrollo de la Costa- para que los beneficiarios adquieran las jaulas, los peces y el alimento, con créditos blandos para devolver a cosecha, incluso con la posibilidad de hacerlo con producto.
Prueba superada
Corvalán, quien se interiorizó en la acuicultura mientras fue decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Madrid, destacó que de las 160 millones de toneladas de pescado que se consumen en el mundo la mitad proviene de la cría artificial. Y que, entre las proteínas necesarias en la dieta humana, las de pescado son las más económicas en comparación con la carne vacuna, porcina y aviar, ya que para lograr un kilo de carne se precisa apenas 1.8 kilos de alimento balanceado.
El veterinario, quien vivió 37 años en España, dio detalles de los trabajo experimentales. “Vi que no eran viables las jaulas grandes que se usan en el mediterráneo”, dijo. Entonces se decidieron por un modelo de jaula específico para el río local, de 20 metros cúbicos en los que caben unos 875 ejemplares. “Tuvimos suerte, funcionó y es el tamaño ideal”. Además, se hicieron “redondas” (octogonales) porque las cúbicas no servían para criar el pacú, ya que el cardumen nada en círculos y “si era cuadrada perdíamos volumen de agua”.
Explicó también que se eligió esa especie “porque ya estaba probado, con un desarrollo genético bueno; sin embargo estamos haciendo nuestras pequeñas experiencias sobre otras especies como surubí, dorado y salmón de río”.
Fue gracias al “know how” disponible que se decidió montar la granja de producción propia de alevinos y juveniles. “Ya está sistematizado; en cambio otras especies como la boga son más difíciles de reproducir”. Adelantó que probarán “este año” con sábalo para intentar su multiplicación artificial. “Hay que ir haciendolo a base de prueba y error. Es preferible que el ensayo lo haga la provincia y no que la gente pruebe, fracase y no quiera seguir”, reflexionó el responsable del proyecto.
Diseño local. Las jaulas son octogonales y tienen 20 metros cúbicos. Para construirlas se utilizó caños de aluminio rellenos de poliuretano expandido y una red especial sin nudos para evitar que los peces no se lastimen.
Sin techo
Tras comprobar que “la crianza funciona”, la etapa siguiente fue garantizar la disponibilidad de alevinos y juveniles, que hasta ahora se trajeron de Misiones y Formosa. Se tomó la decisión de producirlos en el lugar y para ello se montó la Granja de Piscicultura, desde donde se proveerá a los engordadores. “Vamos a tener el alevino para, el año que viene, entregarle un juvenil de 60 a 100 gramos al pescador que quiera hacer el engorde”, dijo Corvalán. El plan es tenerlos listos para llevarlos al río en octubre y cosecharlos en marzo o abril con el peso de faena, que puede oscilar entre 1 y 1.2 kilos. “Es como tener un feed lot de pescado”.
La tercera fase del proyecto comprende la comercialización. Y la cuarta incentivar el consumo, ya que “Argentina come muy poco pescado, por no decirte casi nada; sobre todo de río”. El doctor en veterinaria comentó que realizaron una encuesta, con el Ministerio de Educación, en escuelas ubicadas a 50 y 100 kilómetros del río. “Los resultados son devastadores, el que más come lo hace cada quince días y eso quizás implica un 15% de la población”. También refirió que, según las estadísticas del INDEC, el consumo nacional es de 4.5 a 5 kilos por habitante al año de pescado y la mayoría es merluza, un “commoditie” con precios internacionales “que estamos extinguiendo en el sur”.
Otro objetivo será el de abaratar el producto, que tanto en las pescaderías o los restaurantes tiene valores altos, lo que podría entenderse como una causa del escaso consumo. “El mercado sólo lo va a regular cuando haya abundancia del producto”, dijo el director del proyecto. Quien además diferenció entre “comer un pescado de piscicultura, que es un producto nuevo, para comer a diario” y “el que uno le compra al pescador para comer el fin de semana a la parrilla con su familia, son dos cosas totalmente distintas”.
El plan no estima una progresión del volumen a producir porque, según Corvalán, el proceso es muy rápido y no se puede saber la aceptación que habrá entre los emprendedores. “Es muy difícil hacer un cálculo”, dijo, y citó el caso de Egipto que, desde cero creció hasta 900.000 toneladas anuales en una década.
Objeto social
El asesor dijo que la idea del gobierno es “ir otorgando a los pescadores que lo soliciten 5 jaulas, que serían una unidad económica, más los peces y el alimento”. El mecanismo sería mediante créditos de un fondo rotatorio que se irán devolviendo a cosecha, incluso con producción. “Las jaulas las puede amortizar en cinco años”, indicó, mientras los peces y el alimento se pagan en una cosecha con el producto de una jaula.
Esto, agregó, tiene un enfoque social: “es darle al pescador una reconversión de su actividad; eso hará que tenga una economía sustentable en el tiempo”. Luego, “está abierto a la iniciativa privada que quiera invertir en producción de peces”.
Marcial Bugnon, secretario de la producción de San Javier, sostuvo que se trata de “apostar a una actividad económica con un enorme potencial” que en muchos lugares del mundo ha desarrollado regiones completas. El objetivo es “generar trabajo genuino y conservar el medioambiente”. Sobre la convocatoria para interesados manifestó que aún hay “detalles que tenemos que ajustar”, pero ratificó que el mecanismo será presentando proyectos que evaluarán con la provincia y la secretaría de agricultura familiar de la nación.
Entre los requerimientos, se solicitaría contar con un espacio en el río con una profundidad mayor a los dos metros y medio y una embarcación mínima. “Habrá que ir ordenando el crecimiento”, se entusiasmó. Y agregó que promoverán el asociativismo, “para que los emprendedores se agrupen y poder atender un mayor número de jaulas. “La idea es comenzar este año con una jaula por familia para que puedan adelantar experiencia y en la próxima temporada tengan el conocimiento como para administrar una unidad económica”, adelantó.
Punto de partida. En la Granja Piscícola se realizará la inseminación de reproductores, producción de alevinos y cría de juveniles.
Ciclo y manejo
Marcos Suarez, uno de los técnicos que está trabajando en el proyecto desde que se inició en diciembre de 2012 explicó el proceso a realizarse en la Granja Piscícola. “Se hace desovar en forma manual a las hembras, los huevos se mezclan con el semen de los machos y se colocan en incubadoras; luego de la fecundación y el nacimiento de las larvas pasan a otros estanques donde se las alimenta por 15 días y luego se siembran en estanques de tierra hasta que alcanzan los 50 gramos, tamaño adecuado para llevarlos a las jaulas en el río”.
El ciclo completo será de 12 a 15 meses, según las condiciones climáticas. “Estamos en una zona subóptima”, aclaró, y agregó que la latitud más propicia es “de Reconquista al norte”. Sobre el manejo sanitario, indicó que pueden tener parásitos del río, pero aún no vieron esta patología. “Lo que se hace es prevención en el manejo, por ejemplo al pasar la red para sacarlos del estanque o evitar manipularlos en días en los que el clima no es propicio”. Así se impide que les bajen las defensas por estrés y los ataquen enfermedades oportunistas como los hongos.
Una de las adaptaciones que deberán realizarse es sobre el uso del balanceado, cuyo contenido proteico y granulometría tendría que variar según la edad de los ejemplares. “Son ajustes que hay que ir haciendo para acortar los tiempos”, indicó.
Por su parte el biólogo Ricardo Rosello, responsable de la parte técnica del proyecto, explicó que para traer los alevinos y reproductores del norte “se hicieron 10 viajes acondicionados con mucha presión para que no se mueran”, motivo por el cual se tomó la decisión de “evitar ese riesgo” y obtener “la semilla” en San Javier.
Sobre el manejo que deberá realizar el emprendedor, indicó que “la idea es darle 1 a 3 jaulas por familia”, que deberán instalar “en un lugar no muy correntoso, con agua tranquila”. Al mismo tiempo se les enseñará cuantas veces al día hay que darle de comer y cada cuanto ajustar la cantidad “porque van creciendo y requieren más”. Además, los productores deberán tener contacto diario y recibir al asesor una vez a la semana.
“Casi todos los peces de cultivo son desparejos para crecer; es como el ganado, que tienen cabeza y cola; algunas veces se separan, pero casi siempre se calcula el promedio a faena de un kilo, por lo que hay más grandes y más chicos, pero todo se faena”, indicó acerca del resultado esperable.
Rosello también anticipó que el sistema se replicará en otras localidades. “Tenemos 35 jaulas en el agua pero hay pedidos de 30/32 más para gente de la zona y de más al norte, hasta Avellaneda”. Algunas de estas solicitudes ya se hicieron desde Alejandra, Romang y Helvecia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.