En los primeros 4 meses del año, varios sectores de las provincias de El Oro, Manabí, Los Ríos y Guayas fueron afectados por la disminución de precipitaciones (lluvias), que eran necesarias para la producción de maíz, maracuyá y arroz que siembran los pequeños y medianos agricultores.
Aquella anomalía climática ocasionó que aproximadamente 7.814 hectáreas se perdieran, según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), citados en un informe de la Secretaría de Gestión de Riesgos.
Entre los afectados estuvo Reinaldo Sánchez, quien sembró 5 hectáreas de maíz en la parroquia Chacras, en el cantón Arenillas, El Oro. “Mis sembríos tenían un metro de altura cuando dejó de llover, lo que ocasionó que se seque la planta”, indicó Sánchez, quien recuperó parte del dinero invertido al tener asegurado su cultivo, a través de AgroSeguro, un programa que impulsa el Gobierno desde 2010.
Al reportar el suceso, el productor obtuvo una póliza por $ 4.900 para recuperar lo invertido y continuar con una nueva siembra.
El proyecto AgroSeguro consiste en una póliza adquirida por el agricultor y que cubre sus costos directos de inversión en hectáreas sembradas. El Magap subvenciona el 60% del valor de la prima neta y el 40% restante lo cubre el agricultor.
Mauricio González, gerente del proyecto AgroSeguro, manifestó que entre 2010 y en estos meses de 2014 unos 97.000 agricultores del país, entre pequeños y medianos, han utilizado el subsidio adquirido. “En lo que va del año se han beneficiado unos 70.000 agricultores”, indicó González, quien acotó que el programa abarca 10 productos del agro .
Para acceder al proyecto AgroSeguro, el productor tiene varias opciones: primero, puede acudir a cualquiera de las dependencias o direcciones provinciales del Magap o al proyecto Plan Semillas.
Posteriormente, la entidad califica el subsidio del solicitante y luego pasa a la aseguradora que interviene en el programa, en este caso Seguros Sucre, para la aprobación de la póliza.
Otro canal son las instituciones financieras públicas, como el Banco Nacional de Fomento (BNF), a través de sus créditos, en donde el productor adquiere su póliza de seguro, en que “el valor que debe pagar, que es el 40% más impuestos, incluso lo puede financiar dentro del préstamo”, acotó González.
Para hacer el cálculo del 60% del subsidio, explicó González, el proyecto de AgroSeguro se acoge a dos variables como “el costo de producción por hectárea y el cálculo de cuántas hectáreas se asegura a través de dicho costo de producción”.
Entre los siniestros que cubre el programa se encuentran la sequía, inundaciones, vientos fuertes, incendio, heladas, plagas y enfermedades incontrolables, entre otros. “De todos estos sucesos, el mayor impacto que hemos tenido en este año ha sido la sequía y en otros algunas plagas, enfermedades e inundaciones”, añadió.
González resaltó que hasta la fecha han cubierto 234.277 hectáreas de cultivos siniestrados por un monto de $ 7’000.000.
Con respecto a la cantidad de agricultores que faltan de participar en el programa, recalcó que “el aseguramiento se lo hace por ciclo vegetativo dependiendo del cultivo, es decir el número de asegurados varía con los años”.
Además, a los agricultores que acceden al seguro se capacita referente al uso correcto de la póliza que contratan. También reciben charlas sobre el mejoramiento en el manejo de siniestros y de los procesos que el productor debe seguir para declarar el hecho y así no tenga ningún problema.
Aquello fue lo que recibieron José de la Cruz y Lucía Olvera, ambos productores de soya del cantón Baba. Por ejemplo, José destina 3 hectáreas para sembrar el cereal con una inversión asegurada de $ 2.250. “Seis compañeros iniciamos con el seguro, ahora somos 13 que tenemos asegurados nuestros cultivos”, mencionó De la Cruz.
DATOS
El AgroSeguro es un sistema permanente de seguridad productiva, subvencionado por el Estado, para beneficio de los pequeños y medianos productores agrícolas, ganaderos, acuícolas, forestales, pescadores artesanales y otros agentes productivos vinculados con el agro ecuatoriano.
Hasta 2017 se espera que el 55% de agricultores esté asegurado, indicó el presidente Correa, en el enlace ciudadano que realizó desde la provincia de Los Ríos en mayo del año pasado. “El seguro agrícola era un plan piloto, pero queremos trabajar con el seguro público, el seguro Sucre, porque antes se trabajaba con una empresa privada que era carísima y que era una lógica monopólica de lucro”, apuntó.
El seguro permite al agricultor recuperar los costos invertidos en los cultivos afectados por fenómenos climáticos o plagas.
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