El pasado 10 de Abril se realizó una Capacitación sobre cerdos en las instalaciones del Profesorado de Pascanas, contando con las disertaciones del M.V. Raul Franco y el M.V. Jorge Brunori de la E.E.A. INTA Marcos Juárez.-
temas abordados fueron: Situación del sector y puntos para lograr un sistema eficiente de producción y Confinamiento en cama profunda. Se contó con un amplio público, desde alumnos, docentes hasta productores interesados en el tema. Eficiencia se busca Con 70% de aumento en el consumo interno durante la última década, es una de las actividades ganaderas más rentables. Puede generar un saldo exportable de 160 millones de dólares. La cría de porcinos representa una gran oportunidad. Para el médico veterinario Jorge Brunori (foto), técnico del INTA Marcos Juárez, la decisión de producir cerdos sintoniza con una necesidad de los productores del futuro, ya que la cría porcina permite transformar el grano y agregarle valor en origen: “Un sistema eficiente, pequeño, de 50 madres, utiliza y transforma cerca de 20 hectáreas de maíz y otras tantas de soja en carne. Luego se agrega valor al capón tanto al vender su carne fresca como elaborada”. La Argentina tiene los costos de producción más bajos de mundo, ya que posee granos en origen a un bajo costo, siendo el costo de alimentación el más importante en el sistema productivo, lo cual se traduce en rentabilidad. Pero para ello es fundamental “seguir informando sobre las propiedades nutritivas de la carne de cerdo y adecuar el precio en la góndola para fomentar e incrementar el consumo interno de esta excelente carne siendo una de las más consumidas a nivel mundial pero que en nuestro país es un sustituto de los cortes vacunos”, indicó Brunori en Pascanas . El consumo de carne de cerdo en la Argentina viene creciendo sostenidamente, y su producción no tiene techo. Hoy hay 200 mil madres en producción y producimos 3,2 millones de cabezas. Es una productividad muy baja en promedio y con jornadas como la de Pascanas se apunta a lograr más cantidad de crías por madre. Pero a la vez se busca que haya más madres en producción, y que cada animal genera más kilos de carne. Las estimaciones del grupo porcino de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA en Marcos Juárez indican que, para 2020, el consumo interno pasará de 8 a 14 kilos por persona por año, lo que permitiría aumentar la faena de cerdos a más de 8 millones de cabezas y la producción de cerdos a más de 700 mil toneladas. Entre las estimaciones institucionales se espera que, para ese mismo año, la cadena porcina aumente su producción un 126%, lo cual resultará en la generación de 23.000 puestos de trabajos directos y un saldo de exportación de unos 160 millones de dólares. En esta misma línea, de acuerdo con el documento del proyecto INTA Precop Evolución del sistema productivo agropecuario argentino – mayor valor agregado en origen, en la cadena porcina hay actualmente unos 45.000 puestos de trabajo directos e indirectos: en el eslabón primario son 23.066, más 17.385 del eslabón industrial; en el medio se suman 457 empleos del sector transporte y comercialización, más los 4.091 empleos indirectos. Cabe destacar que el INTA Marcos Juárez es la unidad referente del instituto en la temática, con más de 40 años de investigación y transferencia de tecnología en todo el país, con énfasis en los sistemas productivos de pequeña y mediana escala. Confinamiento en cama profunda, una opción económica y flexible El INTA Marcos Juárez trabaja en el desarrollo y adaptación de herramientas que favorezcan la actividad porcina. El “túnel de viento” es una técnica con la que se logran rendimientos 20% superiores comparados con métodos tradicionales, es ecológico, fácil de instalar y permite el desarrollo competitivo. Este sistema logra rendimientos hasta 20% superiores que con métodos tradicionales. Además es ecológico y adaptable a las distintas estaciones del año. Raúl Franco, del área de producción animal de esa unidad del INTA, destacó en Pascanas que esta tecnología es más eficiente: “Frente a los sistemas al aire libre la proporción pasa de 4 kilogramos de alimento balanceado a 3,2 por cada kilo de cerdo que se produce”, detalló. “Con esta propuesta, se pretende reemplazar el tradicional sistema de producción al aire libre por uno de muy bajo costo de inversión inicial. Es una tecnología que apunta al desarrollo competitivo y profesional de un segmento de criadores, que tienen menos de 150 cabezas de cerdos y que representan el 80% de total de productores”, enfatizó Franco. Para la instalación del túnel de viento se requiere de una inversión similar a la empleada para el sistema al aire libre tradicional: U$S 1.000 frente a los U$S 7.000 que requiere la construcción de los galpones para el confinamiento. Además, “cuenta con la ventaja de tener la misma flexibilidad que los sistemas tradicionales y los índices de conversión de alimento en carne más cercanos a las tecnologías para escalas mayores de producción”, indicó el especialista. “La estructura tiene un largo máximo de 22 metros con un ancho de 8 metros y 4 metros de alto en el parte central, para lograr una óptima ventilación del túnel. La superficie asignada por animal debe ser de 1,4 metros cuadrados, con la premisa de no superar los 120 a 130 animales a engordar por galpón”, explicó Franco. “La cama es uno de los elementos determinantes en este modelo de engorde debido a que se puede extraer y utilizar para compostaje o rastrojo”, dijo el experto. La armazón estructural se construye con postes y las paredes y techo se completan con silobolsa de piso a piso, fijado a los paneles laterales de madera por medio de cuerdas. Este sistema posee piso de tierra y presenta, en algunos casos en un extremo, una zona de concreto para la instalación de los comederos y bebederos. “El frente y contrafrente se mantiene abierto y alambrado, de esta manera se facilita la ventilación en verano y se evita el excesivo enfriamiento durante el invierno”, señaló el técnico. Por otro lado, la cama es uno de los elementos determinantes en este modelo de engorde debido a que se puede extraer y utilizar para compostaje o rastrojo en actividades agrícolas. “Lo que le aporta las características de flexibilidad y ecológico, al sistema”, aseguró Franco, quién además agregó: “Para su confección, pueden utilizarse numerosos materiales y subproductos –rastrojo de maíz, cáscara de maní o arroz y viruta de madera, entre otros materiales de origen vegetal absorbentes y aislantes– aunque lo recomendable son los rollos de paja de trigo”. | |
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