De acuerdo a la Agencia de Noticias UN, científicos de la Universidad Nacional de Colombia (UN) en Palmira, han descubierto una forma rápida y eficiente para potenciar el cultivo de la denominada pitahaya amarilla, mediante su regeneración a partir de organogénesis.
Las Cactaceae son una familia de vegetales con cerca de 1.600 especies, las cuales se distribuyen desde Argentina hasta Canadá. Estas, según indican científicos de la UN, se caracterizan por el uso eficiente del agua, el cual puede ser de 5 a 10 veces más [eficiente] que en cultivos convencionales.
Muchas especies se conocen como pitahaya, pitaya o dragon fruit, entre otros, de las cuales, 35 presentan un alto potencial para cultivos. Además, la fruta –que pude consumirse en fresco o procesada- tiene un alto contenido de sólidos solubles, lo que se traduce en una gran viabilidad a nivel comercial y agroindustrial.
En el caso de la Selenicereus megalanthus, más conocida como pitahaya amarilla debido al color de su piel externa, la especie se propaga de modo natural por estacas (cladodios) y semillas, diseminadas por aves y otros animales, según indicó la profesora Creuci María Caetano de la Sede Palmira, a la agencia de noticias.
“Por ello, para fines de cultivo, la propagación sexual no es recomendable, pues las plantas requieren demasiados cuidados y tardan de cuatro a seis años en llegar a su etapa reproductiva”, aseveró.
A raíz de lo anterior, los expertos han ideado nuevos métodos para propagar esta especie, tales como el cultivo de tejidos, técnica que consiste en aislar una porción de la planta y brindarle artificialmente las condiciones físicas y químicas adecuadas para que las células expresen su potencial inducido.
“El desarrollo del cultivo de tejidos ha sido descrito en diferentes cactáceas por muchos científicos. Sin embargo, son muy escasos estos estudios en la especie colombiana; por ello, encaminamos una investigación para desarrollar un protocolo de propagación clonal y regeneración de la pitahaya amarilla, con miras a implementar un sistema de producción de plántulas y un programa de mejoramiento asistido, vía transformación genética”, señaló Caetano.
De este modo, los investigadores colectaron un genotipo de pitahaya amarilla de la colección UNAL-P, con características morfoagronómicas sobresalientes como peso de fruto, relación pulpa-cáscara, sólidos solubles (oBrix), carbohidratos, extracto etéreo, energía y pH, entre otras.
“Los explantes utilizados corresponden a zonas de plantas adultas desinfectadas y de tejido meristemático (aréolas laterales) obtenidas de plántulas cultivadas in vitro, originadas de semillas germinadas en caja de petri (papel filtro estéril húmedo). De estas aréolas se forman estructuras vegetativas y reproductivas”, indicó Diego Caetano Núñez, estudiante de Doctorado en Ciencias Agrarias.
Como resultado, el estudio indicó que la ruta de regeneración observada y la organogénesis indirecta constituyen el primer paso para establecer ensayos de transformación genética de la pitahaya por estrategias biotecnológicas.
“Por primera vez se estandarizó este protocolo. El explante ensayado (aréola), presente en gran parte de la estructura vegetativa de la planta, respondió de manera efectiva a los estímulos”, declaró Caetano Núñez a la agencia.
De esta manera, los expertos demostraron la eficiencia del protocolo de regeneración a partir de organogénesis en este fruto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.