A través de un comunicado, el líder del partido Frente Renovador, Sergio Massa, expresó su opinión sobre la necesidad de librar de las retenciones a cultivos como el trigo, el arroz, la avena y a los productos de las economías regionales. Sobre este tema habló el economista Roberto Lavagna en La Hora del Campo.
AC: ¿Es posible quitar las retenciones a algunos productos del agro?
RL: Por un lado, es imprescindible, salvo que uno juegue al achicamiento permanente de la producción y en definitiva del país. Por otro lado, es posible, porque el impacto fiscal del trigo y los cultivos de invierno en general y de las economías regionales es perfectamente absorbible desde el punto de vista de las cuentas del Estado. Este proyecto fue parte de una presentación en General Madariaga en enero de este año, en donde estaban las cabezas de las cuatro entidades presentes y del sector de los trabajadores del campo. Creo que esto fue abriendo un camino, por lo menos en el mundo de la política, porque después distintas expresiones se fueron agregando (a veces con pequeñas diferencias) pero todas en la misma línea. Es decir que hoy hay -salvo en el gobierno- un grado de consenso muy fuerte sobre la necesidad de hacer esto. Los problemas son los tiempos. En el caso del trigo la demora nos va a volver a poner en condiciones desfavorables, teniendo en cuenta que el año pasado fue la peor cosecha en 100 años.
RL: Por un lado, es imprescindible, salvo que uno juegue al achicamiento permanente de la producción y en definitiva del país. Por otro lado, es posible, porque el impacto fiscal del trigo y los cultivos de invierno en general y de las economías regionales es perfectamente absorbible desde el punto de vista de las cuentas del Estado. Este proyecto fue parte de una presentación en General Madariaga en enero de este año, en donde estaban las cabezas de las cuatro entidades presentes y del sector de los trabajadores del campo. Creo que esto fue abriendo un camino, por lo menos en el mundo de la política, porque después distintas expresiones se fueron agregando (a veces con pequeñas diferencias) pero todas en la misma línea. Es decir que hoy hay -salvo en el gobierno- un grado de consenso muy fuerte sobre la necesidad de hacer esto. Los problemas son los tiempos. En el caso del trigo la demora nos va a volver a poner en condiciones desfavorables, teniendo en cuenta que el año pasado fue la peor cosecha en 100 años.
AC: ¿Puede trasladarse la crisis de la Argentina productiva a la ciudad?
RL: A mí me tocó la crisis en 2002, y muchas veces dije que la salida de la crisis empezó en el campo y fue llegando a la capital, donde están los sectores financieros, bancarios, y demás que habían sido muy beneficiados en los 90. Ahora creo que se va a dar un movimiento inverso: el impacto negativo en el interior va a ir llegando hacia la ciudad, con la aclaración que de todas maneras la mecánica de jugar al achicamiento no solo se va a dar con el campo -con el que se viene dando desde aquel conflicto de 2008- sino también se está dando en otros sectores, como el automotriz, por ejemplo. Córdoba sufre doblemente, por el sector agropecuario y por el automotriz. Y en medio de esta situación crítica se pone un impuesto. Esto también es jugar al achicamiento, también en la industria.
RL: A mí me tocó la crisis en 2002, y muchas veces dije que la salida de la crisis empezó en el campo y fue llegando a la capital, donde están los sectores financieros, bancarios, y demás que habían sido muy beneficiados en los 90. Ahora creo que se va a dar un movimiento inverso: el impacto negativo en el interior va a ir llegando hacia la ciudad, con la aclaración que de todas maneras la mecánica de jugar al achicamiento no solo se va a dar con el campo -con el que se viene dando desde aquel conflicto de 2008- sino también se está dando en otros sectores, como el automotriz, por ejemplo. Córdoba sufre doblemente, por el sector agropecuario y por el automotriz. Y en medio de esta situación crítica se pone un impuesto. Esto también es jugar al achicamiento, también en la industria.
AC: ¿Si volviera a ser ministro de economía, qué propondría para salir de la crisis?
RL: La coherencia es el punto número uno. Saber para donde uno quiere ir y ser coherente con eso. Esto implica un tratamiento en profundidad del gasto, pero no a tontas y a locas, no cortando gastos en educación y en salud como muchas veces se hizo. Hace falta una rebaja en general de impuestos, la presión impositiva ha subido enormemente en los últimos años. Hacen falta medidas pro-inversión que además son pro-empleo, porque a veces algunos creen que el problema de la inversión es de los empresarios. En todo esto hay grandes líneas, pero es importante hacer hincapié en la coherencia en lo que se hace y como un parche.
RL: La coherencia es el punto número uno. Saber para donde uno quiere ir y ser coherente con eso. Esto implica un tratamiento en profundidad del gasto, pero no a tontas y a locas, no cortando gastos en educación y en salud como muchas veces se hizo. Hace falta una rebaja en general de impuestos, la presión impositiva ha subido enormemente en los últimos años. Hacen falta medidas pro-inversión que además son pro-empleo, porque a veces algunos creen que el problema de la inversión es de los empresarios. En todo esto hay grandes líneas, pero es importante hacer hincapié en la coherencia en lo que se hace y como un parche.
AC: ¿Cómo ve las negociaciones con el Club de París y qué resultados cree que tendrán?
RL: Ese no es un tema difícil de resolver. No me gusta especular sobre lo que no sé. Lo único que se advierte por ahora son cosas que sabemos: que se hicieron muchas promesas que incluyeron hasta un decreto presidencial firmado pero que aún no se cumplieron, por un lado; y por el otro, una suma inicial de la cual se habla que supera en mucho lo que dan las cuentas frías incluyendo punitorios y demás. El gobierno antes de cerrar un acuerdo debería dar una explicación muy detallada de cómo llega a esas cifras.
RL: Ese no es un tema difícil de resolver. No me gusta especular sobre lo que no sé. Lo único que se advierte por ahora son cosas que sabemos: que se hicieron muchas promesas que incluyeron hasta un decreto presidencial firmado pero que aún no se cumplieron, por un lado; y por el otro, una suma inicial de la cual se habla que supera en mucho lo que dan las cuentas frías incluyendo punitorios y demás. El gobierno antes de cerrar un acuerdo debería dar una explicación muy detallada de cómo llega a esas cifras.
AC: ¿Cómo es posible que a los países de la región les sobren dólares y a la Argentina le cueste tanto generarlos?
RL: Si se cambia la presión impositiva y se abandona esta jugada hacia el achicamiento, caramente se podría revertir. América Latina siempre exagera: algunos al extremo de la Argentina, que ahoga la exportación, y otros a los cuales les sobran dólares simplemente porque hacen lo que la Argentina hizo en los 90, que es dejarle el país a los capitales especulativos.
RL: Si se cambia la presión impositiva y se abandona esta jugada hacia el achicamiento, caramente se podría revertir. América Latina siempre exagera: algunos al extremo de la Argentina, que ahoga la exportación, y otros a los cuales les sobran dólares simplemente porque hacen lo que la Argentina hizo en los 90, que es dejarle el país a los capitales especulativos.
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