La última actualización (2014) del Índice Global de Seguridad Alimentaria -publicado por la compañía científica DuPont y la Unidad de Inteligencia de The Economist- ubicó nuevamente a Chile como el país mejor evaluado en la región en cuanto a seguridad de los alimentos.
El Índice, herramienta interactiva y gratuita, estudia a 109 países en torno a 28 indicadores de seguridad alimentaria que monitorean el impacto permanente de las inversiones agrícolas, colaboraciones y políticas públicas de todo el mundo. Este año el Índice incorporó dos nuevos factores, -obesidad y pérdida de los alimentos-, y cómo estos afectan el acceso a alimentos sanos, nutritivos y asequibles.
Por medio de un comunicado, Dupont detalló que el Índice reveló que el 70% de los países evaluados aumentaron sus calificaciones en seguridad alimentaria con respecto al año anterior. Chile ocupa la posición n°27 en el ranking entre 109 naciones, con 72.5 puntos sobre el total de 100, subiendo 1.6 puntos en comparación al año pasado pero bajando una posición en el listado.
A pesar de esta leve baja, Chile continúa siendo el país mejor evaluado de América Latina, antes que Brasil (33), México (35), Argentina (37), Colombia (51), Perú (53) y el resto de los países. A su vez, es el mejor clasificado entre los países de ingresos medio-altos en el mundo.
Cabe señalar que en 2014, este Índice re-clasificó los países de América Latina entre “Norteamérica” y “Centro y Sudamérica”, dejando desde este año a México en la primera categoría.
Según lo informado, Chile lidera en América Latina en cuanto a la disponibilidad y asequibilidad de alimentos, y ocupa el segundo lugar, después de Argentina, en calidad y seguridad alimentaria.
Entre los indicadores en los que Chile empeoró se encuentran: capacidad de absorción urbana, seguridad de los alimentos, diversificación de la dieta y producto interno bruto per cápita. Mientras que los indicadores en los que el país mejoró son: presencia de programas de redes de seguridad alimentaria, infraestructura agrícola, aranceles a las importaciones agrícolas, calidad de la proteína y volatilidad de la producción agrícola.
“El continuo liderazgo de Chile en América Latina en este Índice tan reconocido a nivel mundial pone de manifiesto todos los esfuerzos que se llevan a cabo a nivel país por los distintos actores de la industria alimenticia por alimentar más y mejor a la población”, comentó Álvaro Eyzaguirre, Gerente General DuPont Chile en la nota de prensa.
“Debemos seguir trabajando en colaboración para hacer frente a los desafíos específicos de la seguridad alimentaria, sobre todo en obesidad y salud, temas tan preocupantes hoy en nuestra sociedad”, agregó.
“El Índice proporciona un conjunto común de indicadores que nos permiten realizar un seguimiento de los avances en la seguridad alimentaria a nivel mundial, y los resultados hasta ahora son prometedores”, comentó Craig F. Binetti, Presidente de DuPont Nutrition & Health.
“Pero sabemos que se necesita la colaboración continua, la innovación y la inversión en agricultura, alimentación y nutrición para superar los enormes desafíos de alimentación que acarrea la creciente población mundial”, puntualizó.
Resultados a nivel global
En 2014, el Índice demostró que cada región mejoró en relación al año anterior, tanto así que el 70% de los países evaluados en el estudio aumentaron sus calificaciones en seguridad alimentaria.
Sin embargo, el mayor avance se observó en los países de África Subsahariana, debido a mejoras en la estabilidad política y el crecimiento económico, a pesar del ambiente de inseguridad alimentaria.
Por su parte, las puntuaciones en América Central, Sudamérica y Asia-Pacífico se vieron afectadas por la reducción de la diversificación de la dieta y la disminución del gasto público en investigación y desarrollo agrícola.
Incluso, con el progreso general, el Índice indica que varios países en desarrollo siguen lidiando con infraestructura inadecuada, riesgo político e inflación de precios de alimentos, mientras que los países desarrollados luchan con la adaptación a la urbanización y la creciente prevalencia de la obesidad.
Hay que señalar que Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se añadieron al Índice este año. Ambos países calificaron puntajes de excelente a moderado en todos los indicadores, excepto para el gasto público en investigación y desarrollo agrícola, y, para los Emiratos Árabes Unidos, la volatilidad de la producción agrícola, que representaron debilidades.
Junto con esto, la adición de la obesidad como una variable de fondo en el Índice refleja su impacto entre los países desarrollados y en desarrollo. En los países en vías de desarrollo, tales como Siria, México y Jordania, casi un tercio de la población es obesa, comparable a las tasas de Estados Unidos.
“Mientras que la obesidad y la seguridad alimentaria fueron estudiados de forma independiente, hoy en día muchos expertos y políticos están considerando las relaciones entre los dos temas”, dijo Leo Abruzzese, Director de The Economist Intelligence Unit Global Forecasting, en el comunicado.
“Esto proporcionará información para los responsables políticos, el sector privado, líderes y otras personas que están tratando de entender cómo se puede avanzar en ambos frentes”, agregó.
En el caso del indicador “pérdida de alimentos” –que examina la pérdida de alimentos después de la cosecha, así como la que se da en las etapas de producción, transformación, transporte y almacenamiento- el Índice reveló que mientras los países de ingresos altos suelen tener los mejores resultados en esta categoría, una serie de países de la ex República Soviética, incluyendo Uzbekistán, Tayikistán, Bielorrusia, Azerbaiyán y Ucrania reportan, al igual que muchas naciones desarrolladas, altos ingresos.
Países subsaharianos tuvieron las peores calificaciones en este indicador – entre los 10 países de más bajo rendimiento, las pérdidas en la cadena de suministro de alimentos osciló entre un máximo de 9,5 por ciento en Malawi a un demoledor 18,9 por ciento en Ghana.
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