Ante esa situación, el titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, Jacobo Paz, dijo que se han adoptado una serie de medidas para combatir la deforestación de los manglares para el cultivo de camarón.
La deforestación de los manglares del Golfo de Fonseca puede pasarle factura a la industria hondureña de la camaricultura. Una de las primeras regiones en adoptar restricciones de mercado a la producción de Honduras es la Unión Europea (UE).
Así lo manifestó el titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), Jacobo Paz, funcionario que conoce la realidad del sector acuícola por haber gerenciado una de las empresas camaroneras más grandes del país y por haber ocupado la presidencia de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (Andah).
El entrevistado dijo que esa situación ha sido abordada con las autoridades de la Andah, quienes también le han expresado su preocupación por la proliferación de construcción ilegal de lagunas para el cultivo de camarón en los municipios de Namasigüe y Marcovia, Choluteca.
Ante esa situación, Paz dijo que se han adoptado una serie de medidas para combatir la deforestación de los manglares para el cultivo de camarón. Honduras es parte de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente con aves acuáticas, conocida como Convenio de Ramsar. El Golfo de Fonseca es el sitio Ramsar número 1000, con un área protegida de 69.711 hectáreas y su adhesión al sistema de humedales de la zona sur ocurrió el 10 de julio de 1999.
El gobierno de Honduras ha integrado una comisión interinstitucional conformada por el Instituto de Conservación Forestal (ICF), la Secretaría de Recursos Naturales y del Ambiente (Serna), el Ministerio Público (MP) y la Procuraduría General del Ambiente (PGR) para que investiguen las denuncias de destrucción del bosque de mangle.
Cifras extraoficiales indican que 3.000 hectáreas de tierras en áreas declaradas en reservas en Namasigüe y Marcovia, Choluteca han sido descombradas para cultivar camarón.
Unión Europea. Los principales países europeos importadores de camarón hondureño son Alemania, España, Francia, Inglaterra y Bélgica. Compradores de estos países han venido indagando la situación de deforestación de los manglares del Golfo de Fonseca.
Un ejecutivo de una empresa exportadora confirmó que ellos han recibido consultas de compradores de Alemania y España sobre las denuncias publicadas en los medios y entre las acciones que han anunciado destacan la solicitud de informes a las autoridades de Serna y el ICF.
“Las condiciones medioambientales y sociales son otros elementos importantes en el mercado europeo, cada vez más grupos de consumidores, ONG, agencias gubernamentales, grupos ambientalistas, entre otros, promueven el consumo responsable de productos derivados de la pesca”, reza un informe del programa Desarrollo Económico Sostenible en Centroamérica (Desca).
No obstante, el informante dejó entrever que el riesgo que se corre es que la UE cierre el mercado al camarón hondureño, lo que sería contraproducente para el sector acuícola nacional.
De acuerdo con estadísticas de la Andah, el valor exportado al mercado europeo oscila entre US$70 y US$80 millones anuales.
Una de las características del camarón enviado a la Unión Europea es que es producto procesado, especialmente, cocinado, destacando las recetas “alemanas” e “inglesas”.
Fuentes de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras manifestaron que ellos están conscientes que existe el riesgo de que la UE pueda adoptar restricciones al camarón hondureño si el gobierno no frena la destrucción del bosque de mangle del Golfo de Fonseca.
Se espera que a mediados de abril, el gobierno anuncie las medidas que adoptará después de conocer el informe de la comisión interinstitucional.
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