martes, 1 de octubre de 2013

Por la escasez ya se paga más de u$s500 por tonelada de trigo

 

 La mala calidad del poco trigo que queda es la causante por la cual ha venido subiendo en las últimas semanas. Ayer su valor toco los u$s510 la tonelada, un precio que no se veía desde junio pasado. Si bien se descarta una suba en el pan, hay preocupación en el sector molinero que sólo tiene stock por un mes, hasta que llegue la nueva cosecha.

La preocupación parte por lo que pueda incidir en el precio del pan. Algo que fue descartado de plano por fuentes de la molinería. “Hoy estamos entregando la bolsa de harina de 50 kilos en $150 para que de esa forma se ofrezca un producto final a $10 el kilo”, dijeron. En la misma línea se ubicaron los panaderos, que manifestaron que “por el momento, todo se mantiene de forma normal”.

El problema podría presentarse en noviembre. La industria cuenta con un stock de medio millón de toneladas para los próximos treinta días, momento en que se empalma con la llegada de la cosecha del centro norte del país, pero la falta de lluvias hace que el rendimiento del cereal se vea afectado.

Según el relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, de las 3.9 millones de hectáreas, más del 22% se encuentra con regulares a malas condiciones de cultivo, “con pérdidas de rendimiento irreversibles”.

Lo que hace suponer que el cereal seguiría brillando por su ausencia dada las pocas toneladas que se levantarían en los próximos días.

Ley

Fuentes del Gobierno siguen con atención la situación de la materia prima y recalcaron que “el trigo está”. Tampoco descartaron la aplicación de la Ley de Abastecimiento “si es necesario”.

Vale recordar que el pasado 4 de julio la Secretaría de Comercio Interior publicó en el Boletín Oficial la resolución 67/2013, donde se sostiene que “los distintos sectores intervinientes en los procesos productivos de trigo pan, condición estándar y harina para panificación derivada del mismo que detenten tenencia física de dicho producto, deberán ejecutar las acciones comerciales tendientes a proveer adecuadamente al mercado interno a partir del día de publicación de la presente resolución”, indica la medida.

En los considerandos de la resolución se indica que “el suministro de harina de trigo y sus derivados resulta prioritario para la satisfacción de las necesidades básicas de la población”.

“En materia de abastecimiento, la obligación de satisfacer tales necesidades comprende a todos los procesos y etapas de la actividad económica que se encuentren vinculados con la misma”, añade, y sostiene que “corresponde velar y garantizar el abastecimiento normal y habitual en el mercado interno del trigo pan” para “cubrir las necesidades del pueblo argentino”.

Precio

El cereal se ubica hoy a sólo u$s10 de los u$s520 pagados el 23 de junio pasado, fecha en que marcó todo un récord en la plaza local. Hoy su cotización está por arriba de los u$s470 que se pagan por la soja en Chicago. Y más del doble de su valor en el mercado externo.

La suba de 3,6% respecto del viernes no es más que la búsqueda de la molinería por un producto que hoy es casi escaso. Es así que las fábricas pagan por la calidad. Lo que pasa es que el poco trigo que hay en el mercado no reúne las condiciones para su panificación. Según estimaciones privadas, un 30% de la campaña pasada presentó problemas de fusarium, se trata de un hongo cuya toxina lo hace inviable para la alimentación.

Fuentes del sector exportador señalaron que ya “no cuentan con más trigo” y que “todo se volcó al mercado, incluso un remanente con destino al exterior”. Con lo cual se descuenta que lo poco que hay está en manos de productores y acopios, pero un importante volumen no es viable comercialmente.


Comercio Interior recibió a molineros que protestan por el cierre de plantas

Más de veinticinco trabajadores de una empresa molinera ingresaron ayer por la fuerza a la sede de la Secretaría de Comercio Interior y reclamaron mantener una reunión “urgente” con Guillermo Moreno, en medio de la “desesperación” por los despidos sufridos a raíz de la crisis del sector.

Los trabajadores son operarios de Lagomarsino, uno de los principales molinos del país, que cerró una de sus seis plantas y adjudicó la medida al freno a la exportación de harina de trigo impuesto por el secretario de Comercio Interior. Fuentes de la molinería argumentaron que el cierre no pasa por si el Gobierno autoriza o no, “con los valores actuales (u$s510) es inviable salir a exportar porque perdemos frente a precios más bajos que tiene el mercado externo”.

Según señaló la agencia NA, después de unos minutos de protesta Moreno bajó y calmó la situación. “Son trabajadores que están preocupados”, dijo un estrecho colaborador del funcionario, cada vez más cuestionado por su manejo del comercio.

El conflicto comenzó cuando a fines de junio el Grupo Lagomarsino dispuso la suspensión temporaria de su actividad en el molino de la localidad de Isidro Casanova, partido de La Matanza, ante la imposibilidad de exportar harina.

Esa planta se dedicaba íntegramente a la elaboración de productos de exportación, y ante la imposibilidad de vender al exterior debió dejar de producir por sobrestock y la falta de un mercado donde colocar la mercadería.

Lagomarsino tiene cinco plantas industriales más en Avellaneda, Navarro, Mar del Plata, Carlos Casares y San Justo, destinadas al abastecimiento del mercado interno, y que trabajan con normalidad por ahora.

Desde el Sindicato de Molineros aseguraron que “la patronal de Molinos Lagomarsino pone en riesgo la fuente de trabajo de cien familias”, aunque los afectados eran sólo veinticinco hasta el momento.

El delegado de los operarios, Sebastián Barraza, advirtió en declaraciones a la prensa que “hasta que la empresa no cumpla el acuerdo y se levanten las suspensiones y los despidos, seguiremos bloqueando la planta y profundizaremos las medidas”.

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