jueves, 1 de diciembre de 2011

Diferentes visiones ovinas


URUGUAY : Estamos cerrando un año excelente para los ovinos, por los precios y por las perspectivas de mercado a futuro. También por las producciones obtenidas, tanto en señalada como en cantidad de lana.
Quizás deberíamos preguntarnos cuánto de este escenario se debió al “efecto año” y cuánto a lo que nosotros nos propusimos hacer.
Trataremos de transmitir algunas pautas a seguir, para que estos resultados productivos sean planificados, permanentes, y no causados por el azar o un año “bueno”. Cuanto más controlados tengamos los factores que inciden en la producción, menos sorpresas tendremos año a año.
 Si bien hay medidas de manejo que siempre han sido económicamente sustentables, con los valores actuales son inobjetables y es un buen momento para incluirlas en el “menú” de cómo manejar la majada.
¿Cuál es la situación actual?
Como decíamos, estamos en un escenario de excelentes precios para la lana, la carne ovina y la reposición (venta de corderos para el campo); también son prometedoras las perspectivas del negocio ovino en el corto y el mediano plazo.
En contraposición, tenemos el stock más bajo de los últimos 150 años, baja reposición y pocas hembras para encarnerar.
La situación deseable sería tener el máximo de hembras para la reproducción (según nuestros objetivos), que lleguen en la mejor condición a la encarnerada, para lograr buen índice de preñez, y preparar buenas pariciones y señalada. Con ello lograríamos un incremento del volumen de corderos para venta y/o reposición (aumento de stock).
Si lo acompañamos de buenas lactancias, lograremos mejorar el peso de venta de cada cordero aumentando significativamente la producción total de carne. Esta decisión ya la podemos tomar con los corderos que están al pie de la madre.
A su vez, el manejo que realicemos para mejorar la Condición Corporal (CC) de las ovejas, con el fin de lograr una buena producción de corderos, nos va a incrementar sustancialmente la producción individual de lana.
En la mayoría de los campos hay lugar para aumentar la dotación ovina, incluso sin sustituir ni competir con el vacuno, complementándose en el uso de los recursos y en el ingreso.
También el rubro ovino actúa como complemento de otros rubros explotados (arroz, semilleros, agricultura, forestación, olivos, etc.). Pero además de la mayor producción por aumento de dotación, en lo inmediato hay un margen importante para el incremento de producción individual, que nos permite una mejora en el ingreso y un futuro aumento de stock.
Muchos de los conceptos planteados aquí se pueden profundizar consultando artículos de la Revista Lananoticias Nº 157, de febrero de 2011 (también a través de la página web del SUL: www.sul.org.uy).
Planificando el futuro
No podemos conformarnos con producir según cómo venga el año. Debemos plantearnos metas, planificar y tomar las decisiones adecuadas para lograr los objetivos. También en el ovino se puede incluir alimentación desde afuera del sistema (pradera o suplemento), cuando el año no acompaña.
Para mejorar los índices reproductivos debemos cambiar la percepción acerca de nuestra explotación ovina, darnos cuenta de que no manejamos majadas sino un conjunto de ovejas. Cada una de ellas puede tener diferente situación y diferentes necesidades para cumplir con el objetivo que nos planteamos, utilizando los menores recursos posibles.
Para planificar, primero debo fijar los objetivos: cuántas hembras voy a encarnerar, cuántos corderos quiero producir, cuándo los quiero vender, con qué peso y de qué recursos dispongo o debo disponer. Para tener éxito, estos planteamientos deben ser coherentes.
¿Cuántas hembras voy a encarnerar?
Salvo que se tenga la intención de comprar vientres, para aumentar el número de hembras a encarnerar, se puede lograr disminuyendo la edad a la primera encarnerada, o refugando menos ovejas.
Correcta recría de las borregas 2 dientes
Si en nuestro esquema realizamos la primera encarnerada a los 4 dientes, tenemos una generación entera (borregas 2 dientes) apta para aumentar el número de vientres encarnerados. La inclusión de esta generación nos permitiría elevar de 30 a 35% el número de vientres a encarnerar.
Obviamente el objetivo no es encarnerar más borregas, sino que ellas críen al menos un buen cordero. Para ello es fundamental el desarrollo de la borrega a la encarnerada. Aún estamos a tiempo de planificar cómo vamos a llegar con nuestras borregas.
Para que las borregas encarneradas tengan un buen porcentaje de preñez y puedan expresar a futuro su potencial productivo –no resintiendo su producción–, deben llegar con un cierto desarrollo y peso mínimo individual a la encarnerada. Éste será variable según la raza, pudiendo ser menor en razas de lana fina. Para que esas borregas puedan desarrollar su potencial mellicero cuando sean adultas, lo recomendable es superar los 40 kg.
Para lograrlo debemos conocer el peso actual de las borregas, definir la fecha de encarnerada y, según la ganancia diaria necesaria, asignarle los recursos pertinentes.
A modo de ejemplo, si una borrega pesa 32 kg y debe llegar al 15 de abril con 40 kg, debe aumentar 8 kg y necesitaremos una ganancia diaria sostenida de 60 gr/día. Para ello es suficiente un campo natural reservado. Borregas con pesos inferiores deben recibir mejor comida a través de mejoramientos o suplementación. Como hablamos de pesos individuales, para administrar mejor los recursos es recomendable lotear y asignar la alimentación según las necesidades.
La inclusión de corderas (7 meses) para encarnerar es técnicamente posible, pero requiere un grado de intensificación que escapa al objetivo de este artículo.
Retención de ovejas refugables
En un stock estabilizado, normalmente refugamos de 20 a 25% de las ovejas, debido a la edad (boca) u otros problemas detectados. En situaciones como las actuales, donde podemos estar interesados en aumentar las hembras de cría, parte de ellas se podrían retener.
Con esta medida se puede incrementar en el orden de 10 a 15% la cantidad de ovejas encarneradas. Se debe tener en cuenta que estas ovejas más viejas tienen mayor fertilidad, mayor capacidad mellicera y mayor habilidad materna, pero serán mucho más exigentes en alimentación, sobre todo en calidad.
Para que se logre el objetivo de aumentar la producción sin provocar una pérdida de animales ni dificultades de manejo, se deben tomar ciertas precauciones:
1) Reservar ovejas sanas (refugar por problemas de patas y ubre), que no tengan un desgaste dentario excesivo (boqueada adecuada, acorde a la alimentación prevista), con una CC no muy baja (recuperable antes de la encarnerada).
2) Prever los recursos alimenticios necesarios (pasturas o suplementación).
Una oveja encarnerada produce más de U$S 60 y mantiene su valor.
Aumento del número de corderos
Este objetivo se puede cumplir por un aumento de hembras encarneradas, pero también mejorando la eficiencia reproductiva de éstas. El ovino posee frente al vacuno la ventaja de que tiene un período “seco”, donde puede recuperar su estado y también tiene la capacidad de gestar mellizos; por lo tanto, nuestro resultado puede ser superior al 100%.
Va a depender de nosotros, en función de los manejos y recursos que le asignemos, hasta dónde podemos aumentar la señalada. Nuestra decisión, entre otras cosas, dependerá de la evaluación económica que realicemos.
Planificando y realizando un manejo adecuado podemos llegar al 100% de señalada. Con uso de recursos en forma estratégica se puede superar el 120%, existiendo tecnología para superar el 150%.
Planifique la fecha de encarnerada
Decidir la fecha de encarnerada, y por ende la de parición, es una medida de manejo sin costo que influye mucho en el resultado final de la señalada.
Para tomar esta decisión deben tenerse en cuenta los objetivos de producción y los recursos con los que se va a contar.
También debemos saber que, sin que importe la raza, en las encarneradas de otoño hay más potencial de parición (menos falladas y más mellizos), y se va a utilizar en forma más eficiente y barata el forraje, debido a que las necesidades de las ovejas se ajustan mejor a la curva de producción de forraje. A su vez, en las pariciones de setiembre-octubre (encarnerada de abril) aumenta la supervivencia de los corderos al nacer (especialmente en mellizos).
Destete y recuperación de las ovejas
La realización del destete, al menos 60 días antes de la fecha de inicio de la encarnerada es fundamental para la recuperación fisiológica y de CC de las ovejas.
El período “seco” (pos-destete) es el momento más barato para mejorar el estado de la majada. De cómo lleguen las ovejas a la encarnerada dependerá la performance reproductiva, cómo pasen el invierno y la capacidad para criar bien uno o dos corderos.
Cuanto más largo es el período pos-destete menor será la exigencia en pastura para recuperar su CC.
El objetivo es que las ovejas, individualmente, lleguen al inicio de la encarnerada con una CC superior a 3 (Buen Estado = bordes del espinazo rellenos = consumo de estancia).
A su vez, el destete es un buen momento para eliminar hembras por edad (boqueada) o defectos (ubres y patas).
Podemos lotear las ovejas que vayamos a retener en función de su CC, para que todas lleguen al estado objetivo, con el mejor y más económico uso de los recursos.
Control/erradicación del pietín
Dado que esta afección puede causar muchas pérdidas de ovejas aptas -e incluso mortandad-, la realización de un correcto Plan de Control/Erradicación del pietín nos permite planificar la cantidad de animales que tendremos en el stock, sin estar sujetos a la variabilidad del “efecto año”. Asimismo, un brote de esta afección durante la encarnerada disminuye notoriamente la fertilidad de la majada.
El verano es el momento ideal para realizar un buen control, tendiente a la erradicación de pietín. Con un correcto examen clínico individual, con la realización de baños podales, la adjudicación de ovejas sanas a potreros libres (15 días) y la eliminación de portadores, se asegura el éxito en este control.
Examen clínico de carneros
Al menos 60 días antes de la fecha de inicio de la encarnerada asegúrese que sus carneros estén potencialmente aptos para la reproducción. Éste es el tiempo que debe transcurrir para que un carnero con problemas recupere la fertilidad.
Evalúe la necesidad de reposición, para contar con el número adecuado; al momento de la encarnerada debemos disponer de 3% de carneros aptos.
Planifique la alimentación para la majada
Calcule y ajuste la disponibilidad de mejoramientos necesaria (en encarnerada, parición y lactancia) para el nivel de producción deseado. En caso de no contar con las pasturas requeridas, prepárese para cubrir las necesidades con suplementación.
El destete es un buen momento para que sus ovejas aprendan a comer suplemento. La alimentación con grano, ración o bloques es un “seguro” para atender las necesidades de su majada (Ovinos Notas Prácticas Nos. 18, 27 y 31).
Sanidad pre-encarnerada
Realice un control efectivo de los parásitos internos al menos 15 días antes de la encarnerada.
Parasitosis internas medias durante la encarnerada disminuyen la cantidad de mellizos.
Parasitosis internas severas aumentarían el número de hembras falladas (especialmente en borregas).
Se recomienda vacunar contra clostridiosis.
Preñez y aumento de mellizos
Por debajo de un peso crítico (40 kg), aumenta considerablemente la proporción de ovejas falladas (ver Gráfica 1).
Para aumentar la cantidad de ovejas con gestación de mellizos, la majada debe estar con buen peso, buen estado y ganando peso durante la encarnerada.
Hay una relación directa entre el peso y la CC de las ovejas con su potencial mellicero (ver Gráfica 2).
Flushing
Otra técnica para lograr un incremento importante de mellizos es el flushing. Consiste en una sobrealimentación (fundamentalmente con proteína) en los días previos a la ovulación.
En encarneradas de abril, se recomienda mejorar la alimentación, fundamentalmente con praderas de leguminosas (excepto Trébol Rojo), 10 días previos al inicio de la encarnerada y durante 20 a 25 días; en este pe-ríodo se preñará el 80% de las ovejas.
En encarneradas de marzo, se comenzará el flushing una semana antes del inicio de aquéllas y durante cinco semanas, logrando en este período preñar 80% de las ovejas.
También se han obtenido buenos resultados utilizando suplementación proteica o pasturas con fertilización nitrogenada.
En ovejas flacas (CC menor a 2,5) o muy gordas (CC mayor a 3,5) y de más de 60 kg, no se deben esperar grandes respuestas aplicando esta técnica.
Con las condiciones adecuadas podemos obtener 96% de ovejas preñadas y más de 30% con mellizos
Encarnerada
Si la encarnerada se inicia en marzo se realizará durante 45 días y si comienza a mediados de abril es suficiente con 38 días (dos celos).
Se aconseja utilizar 3% de carneros aptos. No se deben realizar cambios bruscos en la alimentación, ni someter a la majada a situaciones de estrés.
Se recomienda encarnerar aparte a las borregas y “repuntar” las majadas, sobre todo en potreros grandes o “complicados”.
Ante cualquier duda consulte al técnico de su zona.
LA OVEJA NO SÓLO RENTA, TAMBIÉN CIFRA


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