La leche de yegua, una de las más parecidas a la leche materna
humana, ha vuelto al mercado, ahora como complemento alimenticio para
todos los públicos de la mano de una firma ganadera que la comercializa
en nuevos formatos, en polvo o en cápsulas y de las que han vendido
8.000 dosis en seis meses.
Uno de los responsables de la madrileña Ecolactis, Salvador
Pardo, ha explicado a Efeagro que la idea se la sugirió un veterinario y
poco después conocieron en una feria en Alemania de productos
ecológicos iniciativas que se estaban desarrollando en otros países
europeos y se decidieron a exportar la iniciativa.
Tras un “complejo” proceso para conseguir los
certificados sanitarios, hace unos meses Ecolactis comenzó a utilizar
para este propósito la leche que ordeñaban a sus 22 yeguas que se crían
en libertad en los prados comunales de la Sierra de Guadarrama, en el
Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
De esta manera, ha explicado Salvador Pardo, la
compañía pretende conseguir proteger el ganado equino ecológico al
asegurar su mantenimiento con una nueva actividad que mejore la
rentabilidad del mismo.Mantener una yegua puede costar alrededor de 1.500 euros al año y su producción de leche es bastante inferior a la de otros mamíferos como la cabra o la vaca.
Un litro y medio al día
En concreto, para este producto se utiliza el equivalente de un litro y medio al día del volumen de leche que generan las yeguas durante los cinco meses que dura la lactancia de sus crías, y “que no compromete la supervivencia de las mismas”, ha explicado Pardo.
Por ello, desde esta empresa se encargan de su producción y, a continuación, remiten el contenido a una empresa láctea para que proceda a su liofilización.
Este proceso consiste en su secado a baja temperatura de manera que la leche de yegua se encuentra a -20 grados centígrados y, mediante sublimación a vacío, se elimina el agua quedando un extracto seco de leche de polvo.
Sin perder sus propiedades nutricionales y organolépticas, este producto ya puede consumirse en diferentes formatos, sobre todo en cápsulas y leche en polvo.
La hija de este empresario y una de las principales promotoras de la idea, Alicia Pardo, ha asegurado a Efeagro que la leche de yegua ha sido un alimento natural tradicional cuyo uso se ha ido perdiendo en el tiempo pero que nos ha llegado a través de ecos históricos como los famosos baños de leche de burra y de yegua de Cleopatra.
Beneficios para la salud
Entre sus aplicaciones para la salud, ha subrayado su papel como refuerzo del sistema inmunitario, por su alto contenido en inmunoglobulina A o para el sistema óseo, por el calcio y la vitamina D que contiene.
Asimismo, ha señalado su capacidad para ayudar a controlar el colesterol, puesto que contiene Omega 3 y 6 y para proteger el aparato digestivo, porque incluye sustancias para el crecimiento del “bacterium bifidum” del intestino.
La dosis recomendada para todo tipo de consumidor es de entre una y tres cápsulas al día, especialmente para personas con enfermedades como la psoriasis, que según Alicia Pardo, sufren “menos picores, escozores y una reducción de la lesión escamosa en un corto periodo de tiempo”, porque “la piel se regenera por dentro”.
Esta empresa también ha fabricado otros productos para aprovechar las propiedades que para la belleza se le atribuye a esta leche, “ideal para pieles secas y sensibles y con aplicaciones anti-envejecimiento, regenerativo, hidratante y anti-oxidante”, ha destacado Alicia Pardo.
Estos productos, que se pueden adquirir a través de Internet o de algunos puntos de venta especializados, tienen según la empresaria un perfil de consumidor muy amplio, desde familias enteras a personas con algún problema de salud específico.
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