Son consecuencia de la retención involuntaria que deben hacer los productores ante la ausencia de compradores
Por la intervención gubernamental en el mercado de maíz, los productores
enfrentan dos problemas con la mercadería correspondiente a la campaña 2010/11:
por un lado, los que no pueden vender el cereal y lo mantienen en silos bolsa en el campo, día a día ven que el producto pierde calidad y
que será cada vez más difícil de vender. Estos agricultores observan focos de
grano dañado, que se extenderán dentro de la bolsa y empeorarán la condición de
toda la mercadería.
Usualmente, cuando un productor tiene un problema de este tipo destina
la bolsa a la cadena comercial y sufre pérdidas pero sólo en una parte de
aquélla. Lo que está sucediendo ahora es que, como no hay mercado, las pérdidas
aumentan y empeoran el estado de todos los granos.
Cuando el productor almacena maíz en chacra, lo hace pensando en
conservar el producto 3 ó 4 meses, no 12. Hoy muchos no pueden vender lo
cosechado en marzo de 2011 y deberán esperar hasta abril o mayo de 2012 para
tener una nueva oportunidad, cuando se liberen ROE para la nueva campaña.
El embolsado de granos es un almacenamiento precario y no fue concebido
para la conservación durante mucho tiempo en el campo. Las mayores pérdidas de
valor son consecuencia de granos dañados, que pierden sus características
comerciales fundamentales a partir de someterlos a condiciones de humedad y de
temperatura mayores a las recomendables, sobre todo si deben mantenerse durante
todo el verano embolsado.
En un trabajo preparado por los Consorcios Regionales de Experimentación
Agrícola (CREA) sobre el tema, se indica que la situación descripta se da en
todo el país, pero es particularmente grave en el NOA, en el NEA, en el este de
La Pampa, en el oeste de Buenos Aires y en otras zonas donde no hay industrias
cercanas y los puertos están alejados.
En un estudio reciente realizado por la
empresa Silcheck sobre bolsones de maíz ubicados en Tucumán, Salta, Córdoba y Santa Fe, se
encontró que el 32% mostraba alto riesgo durante el almacenaje, vinculado
principalmente al nivel de humedad del grano embolsado.
Venta imposible
Otros productores, que entregaron el
maíz a plantas de acopio "a fijar precio", conservan una calidad
aceptable, pero no lo pueden vender porque no hay mercado, al no operar la
exportación, "Si aparece alguna cotización circunstancial, tiene implícito
un descuento de 40 dólares por tonelada, a pesar de la reciente liberación de 2
millones de toneladas, apunta Pablo Torello, miembro del CREA Bragado.
"Cuarenta dólares por tonelada en
un cultivo que rinde 8 t/ha suman 320 u$s/ha, casi equivalentes al costo de
implantación, a lo que deben agregarse 200 u$s/ha de retenciones", agrega
el empresario.
Campaña 2011/12
Torello expresa dudas respecto de la
campaña 2011/2012, cuya comercialización también encierra un alto grado de
incertidumbre. Esta determina que los agricultores enfrenten dificultades para
cubrir su producción a cosecha. "Los forwards (ventas a futuro con entrega física a un precio determinado) que se
ofrecen tienen valores muy inferiores a los del Mercado a Término", apunta el productor. No poder obtener un forward con facilidad no se traduce sólo en
menores precios. También dificulta la colocación de la mercadería sobre el
puerto más conveniente para cada establecimiento, lo que encarece los gastos de
comercialización.
De cara al futuro, Torello vaticina una
profundización de la tendencia de sustituir al trigo por la cebada y por otros
cultivos de invierno, a raíz de la intervención oficial en el mercado. Estima
que pueda ocurrir algo semejante con el maíz si no se modifican las actuales
condiciones de comercialización, porque puede ser suplantado por sorgo
granífero y soja, cultivos con menor injerencia del Estado en la
comercialización.
“En un país que quiere aumentar la
producción agrícola es necesario que se genere un marco global favorable para
ampliar el área sembrada y la tecnología aplicada en la producción de cereales.
En cambio, la realidad muestra lo contrario, con trabas comerciales muy serias,
que impiden lograr aquel propósito", añade Torello.
Finalmente advierte: “El almacenaje
forzoso conspira contra la calidad del maíz argentino, reconocido en el mercado
internacional. Además, si se deteriora, tampoco servirá para el consumo interno”.
Asimismo destaca que “la intervención en el mercado también altera el normal
funcionamiento del comercio y de la inversión en este cultivo indispensable
para una agricultura equilibrada y con rotaciones adecuadas".
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