- Sobre los proyectos que buscan frenar la extranjerización de la tierra.
La
verdad es que para los que venimos militando en la UCR, un partido de
120 años, que nació con la revolución del parque, y compartimos esa
militancia con la de la Federación Agraria, que nació en el Grito de
Alcorta
hace casi cien años, luchando por la tierra, llegar a este recinto, en
este día, es realmente emocionante.
Y la
verdad que soñábamos hace diez años, cuando vinimos a instalar este
proyecto, y lo volvimos a retomar hace dos, junto con Pablo Orsolini y
otros amigos que nos acompañaron con la firma, soñábamos con un día
distinto para debatirlo. Soñábamos con un día en que nos tomábamos todo
el tiempo necesario, con las bandejas llenas de militantes de diferentes
partidos populares, militantes del campo popular, de los gremios, de los
sindicatos, de la FAA, de otros sectores del campo, de los pueblos
originarios. Lástima que ese sueño, casi utópico, no se haya podido
cumplir, y se haya convertido en una noche en la que se han restringido
las
emociones porque algunos diputados parece que están apurados por sus
vacaciones. Me hubiera gustado tener un día más para seguir
discutiendo, y tener la posibilidad de sacar la mejor de las leyes, y no la más apurada de las leyes.
Sin duda que estamos dando un gran paso adelante. Un gran avance. Coincido con la
diputada del FPV que estamos empezando a discutir la tierra. Es
importantísimo el avance de esta ley para empezar a discutir de una vez
por
todas, sinceramente, el uso y la tenencia de la tierra en la Argentina.
Falta muchísimo más: una ley anticoncentración, una ley de
arrendamientos,
ponerle límites a los pooles de siembra y no que venga la plata del
ANSES invertida en esos fideicomisos financieros. Falta también el
reagrupamiento parcelario de los dominios indivisos de los pequeños y
medianos productores, falta muchísimo más que lo vendremos a discutir, y
quizá coincidamos en muchas cosas con los otros bloques.
Porque
si nos quedamos con esto y nada más, como leemos o escuchamos por
ahí que se está discutiendo “ley de tierras”, cuando en realidad estamos
poniendo límite a la compra de tierra por los extranjeros, no
alcanza. Una ley de tierra es mucho más profunda. Si nos quedamos acá, corremos el riesgo de simplemente argentinizar el
latifundio, y todos sabemos lo grave que es el latifundio. Y
también sabemos que un productor (y lo digo con conocimiento de causa
porque
soy tercera generación de una chacra familiar) por más campos que tenga
es imposible que se compre un casino; pero un dueño de 24 casinos puede
comprarse todos los campos que quiera. Entonces tenemos que ponerle
límites también al latifundio.
Sin dudas que nos hubiera gustado discutirlo mucho más. Hubiéramos
querido
estar mucho más tiempo, el tema se lo merece, la memoria de nuestros
gringos, de nuestros abuelos, le estamos faltando el respeto cuando nos
apuramos, un día a las cuatro de la mañana para sacar la ley y quedar
bien con el ejecutivo. Tenemos que quedar bien con los chacareros, con
el
interior más profundo; ese es el problema.
También
hay que decirle algo a los sectores de la derecha, que dicen que
el preámbulo es muy claro en relación con la tierra, y claro que es muy
claro, dice: “Para toda persona que quiera habitar el suelo argentino”,
no es lo mismo que decir para toda persona que quiera comprar el suelo
argentino, es muy diferente (aplausos).
Esos
gringos, nuestros padres o abuelos que vinieron a cubrir la mano de obra
para
trabajar la tierra -porque a algún rosista se le fue la mano y mató
demasiados indios y tuvo que traer a los gringos para trabajarla- la
vinieron a
trabajar. Por eso es muy diferente los que dejaron el pelo y los huesos
en nuestra tierra que los que tienen miles y miles de hectáreas, pero
les das
un mapa de la Argentina y no tienen idea dónde quedan sus campos. Es
muy distinto ser un inversionista, ser un hombre CON campo que ser un
hombre DE campo; nosotros somos hombres de campo, por eso defendemos
esta ley, por eso la militamos durante 10 años y la vamos a seguir
militando.
Y
para terminar, porque no son lo mismo estos buitres que se vienen a
comprar la tierra argentina que aquellos gringos semi analfabetos,
anarquistas, que fueron capaces de hacer el Grito de Alcorta, de crear
la
Federación Agraria Argentina y de agremiarse.
Y
por eso, en homenaje a aquellos gringos, a aquella historia, acá
estamos, los militantes de la tierra para seguir trabajando y seguir
completando aquella lucha que no se terminó y queremos decir claramente
que
recién cuando tengamos definido la tierra para qué, para quienes y para
cuantos, sólo allí llegaremos a democratizar la tierra en la Argentina.
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