La recuperación de Brasil es una buena señal para Argentina

"Si Brasil estornuda, Argentina se resfría". No por antigua esa frase deja de tener vigencia. Porque se sabe que gran parte de la producción nacional, y mendocina en particular, depende de la situación económica del gigante sudamericano. Y en este sentido, aparecen algunas buenas noticias para los empresarios locales.

"Después de varios años, la economía carioca comienza a recuperarse, lo cual es una buena señal para Mendoza, porque es uno de los principales compradores externos de sus productos", asegura un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), de la Fundación Mediterránea.

Brasil recibe el 18% de las exportaciones mendocinas, lo que representa aproximadamente 250 millones de dólares. Entre los productos locales más demandados por el vecino país aparecen: vinos, productos agrícolas (ajo, frutas frescas), agroindustriales (ciruelas desecadas y duraznos, en forma de pasta y en lata) y olivícolas (aceitunas en conserva y aceite de oliva).

La recesión que atravesó Brasil afectó fundamentalmente a sus importaciones. Pero la tendencia se revirtió y para este 2018 se espera que la situación mejore. Los pronósticos anticipan un crecimiento de la economía del 2,1% y si ello ocurre, las compras brasileñas a otros países deberían aumentar a un ritmo mayor. "Lo más probable que influya más en las cantidades que en los precios", indica el trabajo de los economistas Gustavo Reyes y Jorge Day.

"Para 2018, para estos sectores exportadores (agro y agroindustriales) de Mendoza la coyuntura debiera ser mejor que la del año pasado. No sólo Brasil puede comprar más, sino además debe tenerse presente la devaluación de fin de año y las mayores cosechas de frutas y quizá de uvas, lo cual implica más materia prima y menores precios. Acorde a estimaciones, en promedio cuando el PBI brasilero aumenta un 1%, sus importaciones en dólares aumentan más del doble", agrega la investigación.

Problemas
Más allá de las buenas expectativas, el documento pone énfasis en un problema de las economías regionales: la pérdida de competitividad de sus productos, con costos argentinos en dólares muy altos en comparación con otros países. Esa situación explica porqué la evolución de los precios relativos (la relación entre precios de ventas y los de costos) ha seguido una tendencia declinante.

"La menor competitividad argentina también ha impactado sobre los precios de las materias primas. Si al sector exportador le cuesta cada vez más exportar, tienen cada vez menos fondos para pagar por sus materias primas, que es el precio percibido por los productores. Como consecuencia, por ejemplo se observa una reducción en la superficie cultivada de frutales (ciruelas y duraznos, algo que ya había ocurrido con manzanas y peras)", explica el documento del IERAL.

Esa menor competitividad también implica que Argentina es más cara, y por tanto, Brasil elige productos de otros países (vino a Chile o ajo a China).

"Resumiendo, la recuperación de Brasil es una buena señal para Mendoza, y justo los sectores que le exportan productos también se verán beneficiados con la devaluación de fin de año pasado y con la mayor disponibilidad de materia prima. Pero le sigue jugando en contra el problema de competitividad que enfrenta nuestro país en general", concluye el informe.