En 2013, los miembros de AMHPAC (Asociación Mexicana de Horticultura Protegida) produjeron poco más de 7.000 hectáreas de superficie protegida. Alrededor del 60% de esta superficie se destinó a la producción de tomates, 20% a los pepinos y 17% a los pimientos. En 2018, los informes han mostrado cerca de 8.500 hectáreas distribuidas de manera muy similar: 67% para tomates, 15% para pepino y 17% para pimientos.
Además, hay un pequeño porcentaje de hectáreas destinadas a otros cultivos, como la berenjena y diversas variedades de pimientos picantes. Sin embargo, son volúmenes mínimos comparados con esos tres cultivos principales, y no han visto mucho crecimiento. "Esto demuestra que la mayoría de las empresas tienden a quedarse como están. Vemos que la mayoría de los miembros de AMHPAC han invertido en la adaptación de la superficie protegida y en la capacitación de su personal para optimizar sus cultivos", afirma Alfredo Díaz Belmontes, director general de AMHPAC
Diversificación
Según Díaz, estos números mencionados anteriormente son un reflejo de lo que está sucediendo en el mercado, ya que hay más demanda de tomates, pepinos y pimientos de cultivos protegidos que de otros productos. "Depender solamente de estos tres productos, coloca al sector en una posición vulnerable. Debido a las circunstancias políticas y climáticas actuales, la diversificación es imprescindible. Pero no sólo la diversificación de cultivos, sino también la búsqueda de nuevos mercados de exportación como Asia y/o Europa e invertir en el valor añadido de los productos. Como sector, estamos comprometidos con la investigación y el desarrollo para alcanzar los objetivos anteriores, por lo que los cambios serán notables en un futuro cercano".
Díaz explica que hay algunos mercados de nicho en este sector, como los productos listos para comer. Además, las especialidades como las uvas cereza o incluso los tomates heirloom que se producen desde hace algún tiempo. "No hemos notado un aumento significativo en las exportaciones de estos productos a los EE. UU. Tampoco de las mini hortalizas, como los mini pimientos".
"Por otro lado, la producción ecológica está creciendo, aunque lentamente, en la agricultura protegida mexicana. La producción y las exportaciones aún son pequeñas en comparación con la demanda, pero parece que la agricultura protegida mexicana está invirtiendo en este mercado de nicho".
Exportación vs. mercado local
El sector mexicano de agricultura protegida se ha centrado y sigue centrándose en el mercado de exportación. Los miembros de AMHPAC cosechan aproximadamente 1,2 millones de toneladas de productos frescos al año, y los informes muestran que en 2018, el 77% de la producción se destinará a los Estados Unidos, 4 % a Canadá y 19% a México.
"Esto muestra que la agricultura protegida mexicana ha crecido mucho gracias a las ventajas en costes, calidad y seguridad alimentaria, que han garantizado la producción de tomates, pepinos, pimientos y berries. Todos los productos muy demandados en los EE. UU. tiene un mercado estricto y exigente en cuanto a calidad, seguridad alimentaria y precio", continúa Díaz.
Díaz explica que cuando se trata de agricultura protegida en el mercado estadounidense, México prácticamente no tiene competencia. Por ejemplo, Canadá exporta el 0,2% de la cantidad de productos protegidos que México exporta a los Estados Unidos, y Canadá es uno de los mayores exportadores de productos protegidos, compitiendo con países como Holanda y España.
Como el 19% permanece en México, se hace evidente que el mercado nacional también es muy importante para el sector. "Actualmente estamos viendo un leve aumento de la demanda de productos protegidos en los supermercados de México. El mercado nacional no es tan estricto ni exigente en comparación con los EE. UU., pero está desarrollándose lentamente y volviéndose más consciente de la necesidad de productos de mejor calidad".
Cambio climático
Díaz concluye admitiendo que el cambio climático está provocando condiciones más adversas para la agricultura en todo el mundo, dando ejemplos como la sequía extrema en California y Sudáfrica, inviernos más intensos en todo el mundo que han afectado a la producción, temporadas de tormentas con resultados increíblemente destructivos, y otras condiciones climáticas que pueden reducir en gran medida la capacidad de suplir la demanda de alimentos. "Eventos recientes como el frente frío, siguen generando interés en este tipo de inversión y seguimos viendo un crecimiento en la agricultura protegida mexicana. Sin embargo, no es sólo el cambio climático, sino también el crecimiento de la población, menos recursos y mayores costes lo que obligará a la humanidad a buscar alternativas de producción con métodos sostenibles, y la agricultura protegida es uno de ellos".
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