En las últimas 18 campañas la evolución de la producción de cerezas en Argentina ha mostrado una marcada línea de ascenso, llegando incluso a duplicar el número de toneladas ingresadas en el Mercado Central de Buenos Aires.
En la última campaña el ingreso de cerezas, según informa el MCBA en su boletín, fue de 2.423 toneladas, un 8% más que en el año anterior, cuando la cifra se situaba alrededor de las 2.242.
Argentina produce aproximadamente 6.500 toneladas de cerezas de las que un 80% se dedica a la exportación. La mayor parte, unas 3.000 toneladas, se producen en las provincias de Neuquén y Río Negro, destacando una mayor oferta durante el mes de diciembre, mes en el que se ingresan 1.275,9 toneladas, el 52,6 % del total.
La provincia de Río Negro participó con el 36,3% del total de cerezas ingresadas, seguida de Mendoza con el 34,6 % y Chubut con el 15,7 %. En esta última campaña se ingresaron al MCBA 9 variedades diferentes de cerezas, entre las que la variedad Bing tuvo una participación relativa del 20,4%. Esta variedad tiene una gran trayectoria y fama de lograr buenos precios, por lo que los productores suelen apostar principalmente por ella.
La producción de cerezas de la provincia de Mendoza se localiza principalmente en la zona conocida como el Oasis Centro, formado por los departamentos de Tupungato, La Consulta y Tunuyán; y el Oasis Norte, constituido en gran parte por Luján de Cuyo, Las Heras y Maipú, aunque también existen zonas en desarrollo en el Este de la provincia.
Durante la temporada 2017-2018, la cosecha de los primeros frutos en el Oasis Norte se inició a principios de noviembre, mientras que en el Oasis Centro, alrededor del 20 de noviembre.
Aspectos climáticos
En general, las condiciones agroclimáticas de la temporada 2017-2018 fueron buenas. Durante el invierno el cerezo requiere de frío invernal, que se mide en unidades de frío UTAH modificado (UF). En el distrito Perdriel se registraron 1593 UF y en Mendoza INTA 1250 UF. Considerando que la variedad Bing necesita 1180UF para satisfacer los requerimientos invernales la oferta de frío del año 2017 fue adecuada.
A su vez, como la oferta de calor primaveral fue óptima, se obtuvieron altos porcentajes de fecundación y alta carga frutal.
Las lluvias registradas en noviembre y diciembre, fechas cercanas a la cosecha, mostraron la importancia de utilizar variedades con tolerancia a la partidura, ya que se observaron enfermedades fúngicas que afectaron principalmente a las variedades más tardías.
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