Las autoridades de SanCor avanzan con el plan para crear una nueva sociedad anónima que transferirá el 90% de su capital a la neocelandesa Fonterra, mientras que el 10% restante quedará en manos de la cooperativa con sede en Sunchales.
A la fecha la suma de cheques sin fondos librados por SanCor es de 1.055,9 millones de pesos, de los cuales 247,6 millones fueron levantados con nuevos cheques de pago diferido. Los últimos cheques rechazados, según datos del Banco Central (BCRA), corresponden a tres documentos registrados el pasado 10 de enero por un total de 94.329 pesos, según publicó www.valorsoja.com.
Hace unos días SanCor comenzó a ofrecer una propuesta de pago a los acreedores quirografarios (aquellos que no tiene una garantía real), la mayor parte de los cuales son tamberos y el resto cooperativas, camioneros, proveedores (serían unos 7.000 en total), entre otros. La oferta también incluye a los acreedores privilegiados del inciso 2 del artículo 246 de la Ley de Concursos y Quiebras (correspondiente a deudas con organismos de los sistemas nacional, provincial o municipal de seguridad social).
La oferta contempla el pago, para deudas comprobables anteriores al 1 de junio de 2017, de una suma de 150.000 pesos o de la cifra menor a la que ascendiere la deuda, mientras que el remanente, en caso de existir, se liquidará por el 40% del monto, según Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) enviado a los productores. La quita, en términos reales (considerando la inflación registrada en el período), será mucho mayor.
“En la fecha de cierre SanCor pagará las sumas que correspondan a pagos bajo esta propuesta. Se estima que la fecha de cierre tenga lugar dentro de los 60 días hábiles judiciales de que hubiese quedado firme la resolución judicial que hubiera homologado el APE de SanCor”, según el texto del APE.
Una vez homologado el APE instrumentado por SanCor (en el marco de los términos de la Ley de Concursos y Quiebras Nº 24.522), el pago a los acreedores se realizará cuando Fonterra haya abonado una suma comprometida para cancelar las deudas del remanente de la cooperativa.
“Me deben 9 cheques de febrero de 2017; a partir de mayo entregaba un solo día y el resto a otras empresas para poder cobrar la deuda, situación que siguieron otros productores. Además está la deuda de junio hasta fin de año que no está contemplada en este acuerdo. Consulté a un abogado y esta propuesta es abusiva por la quita y sin intereses; no hay fecha segura de pago, ¿el juez interviniente homologará el mismo?”, se quejó en voz alta una productora rafaelina.
REDUCCION
DE EMPLEADOS
El acuerdo con Fonterra también comprende una reducción de la cantidad de empleados -proceso que se encuentra en curso- y la readecuación de las condiciones laborales de los trabajadores que se integrarán a la nueva sociedad anónima, la cual ya está vigente luego de que SanCor renunciara como signataria del Convenio Colectivo de Trabajo 2/88 de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), tal como quedó explicitado en la reciente homologación del último acuerdo firmado con el gremio.
También se exigió a SanCor la venta del 50% del capital que mantenía en Arla Foods Ingredients (Afisa) al controlante de la otra mitad del capital, la compañía danesa Arla Foods, para recibir una suma superior a 600 millones de pesos.
Además, el acuerdo comprende la exigencia de que Fonterra “logre una asociación con los actuales accionistas de Alimentos Refrigerados SA”, en referencia al grupo Vicentín, que a mediados de 2016 compró a SanCor por 105,5 millones de dólares el 90% de la empresa (ARSA) dedicada a elaborar yogures, flanes y postres con las marcas Shimy, Sancorito, Yogs, Sublime, Flan Casero y Primeros Sabores. Este es uno de los aspectos más álgidos del proceso, dado que -tal como sucede con la operación que Fonterra tiene en Chile con Soprole- la línea de yogures y postres es la más rentable del negocio y el grupo Vicentín pretende por la misma una suma que los neocelandeses consideran excesiva. La comercialización de los productos de ARSA depende de la red de camiones gestionada por la cooperativa (que, en caso de resultar exitoso el proceso, pasarán a formar parte de la nueva sociedad).
No están incluidos en el acuerdo las unidades menos rentables gestionadas por la cooperativa, las cuales fueron desactivadas el año pasado. Se trata de las plantas industriales localizadas en Coronel Moldes y Brinkmann (Córdoba), Centeno (Santa Fe) y Coronel Charlone (Buenos Aires). La meta, en estos casos, es ceder las unidades a operadores lácteos interesados en volver a ponerlas en producción.-
A la fecha la suma de cheques sin fondos librados por SanCor es de 1.055,9 millones de pesos, de los cuales 247,6 millones fueron levantados con nuevos cheques de pago diferido. Los últimos cheques rechazados, según datos del Banco Central (BCRA), corresponden a tres documentos registrados el pasado 10 de enero por un total de 94.329 pesos, según publicó www.valorsoja.com.
Hace unos días SanCor comenzó a ofrecer una propuesta de pago a los acreedores quirografarios (aquellos que no tiene una garantía real), la mayor parte de los cuales son tamberos y el resto cooperativas, camioneros, proveedores (serían unos 7.000 en total), entre otros. La oferta también incluye a los acreedores privilegiados del inciso 2 del artículo 246 de la Ley de Concursos y Quiebras (correspondiente a deudas con organismos de los sistemas nacional, provincial o municipal de seguridad social).
La oferta contempla el pago, para deudas comprobables anteriores al 1 de junio de 2017, de una suma de 150.000 pesos o de la cifra menor a la que ascendiere la deuda, mientras que el remanente, en caso de existir, se liquidará por el 40% del monto, según Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) enviado a los productores. La quita, en términos reales (considerando la inflación registrada en el período), será mucho mayor.
“En la fecha de cierre SanCor pagará las sumas que correspondan a pagos bajo esta propuesta. Se estima que la fecha de cierre tenga lugar dentro de los 60 días hábiles judiciales de que hubiese quedado firme la resolución judicial que hubiera homologado el APE de SanCor”, según el texto del APE.
Una vez homologado el APE instrumentado por SanCor (en el marco de los términos de la Ley de Concursos y Quiebras Nº 24.522), el pago a los acreedores se realizará cuando Fonterra haya abonado una suma comprometida para cancelar las deudas del remanente de la cooperativa.
“Me deben 9 cheques de febrero de 2017; a partir de mayo entregaba un solo día y el resto a otras empresas para poder cobrar la deuda, situación que siguieron otros productores. Además está la deuda de junio hasta fin de año que no está contemplada en este acuerdo. Consulté a un abogado y esta propuesta es abusiva por la quita y sin intereses; no hay fecha segura de pago, ¿el juez interviniente homologará el mismo?”, se quejó en voz alta una productora rafaelina.
REDUCCION
DE EMPLEADOS
El acuerdo con Fonterra también comprende una reducción de la cantidad de empleados -proceso que se encuentra en curso- y la readecuación de las condiciones laborales de los trabajadores que se integrarán a la nueva sociedad anónima, la cual ya está vigente luego de que SanCor renunciara como signataria del Convenio Colectivo de Trabajo 2/88 de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), tal como quedó explicitado en la reciente homologación del último acuerdo firmado con el gremio.
También se exigió a SanCor la venta del 50% del capital que mantenía en Arla Foods Ingredients (Afisa) al controlante de la otra mitad del capital, la compañía danesa Arla Foods, para recibir una suma superior a 600 millones de pesos.
Además, el acuerdo comprende la exigencia de que Fonterra “logre una asociación con los actuales accionistas de Alimentos Refrigerados SA”, en referencia al grupo Vicentín, que a mediados de 2016 compró a SanCor por 105,5 millones de dólares el 90% de la empresa (ARSA) dedicada a elaborar yogures, flanes y postres con las marcas Shimy, Sancorito, Yogs, Sublime, Flan Casero y Primeros Sabores. Este es uno de los aspectos más álgidos del proceso, dado que -tal como sucede con la operación que Fonterra tiene en Chile con Soprole- la línea de yogures y postres es la más rentable del negocio y el grupo Vicentín pretende por la misma una suma que los neocelandeses consideran excesiva. La comercialización de los productos de ARSA depende de la red de camiones gestionada por la cooperativa (que, en caso de resultar exitoso el proceso, pasarán a formar parte de la nueva sociedad).
No están incluidos en el acuerdo las unidades menos rentables gestionadas por la cooperativa, las cuales fueron desactivadas el año pasado. Se trata de las plantas industriales localizadas en Coronel Moldes y Brinkmann (Córdoba), Centeno (Santa Fe) y Coronel Charlone (Buenos Aires). La meta, en estos casos, es ceder las unidades a operadores lácteos interesados en volver a ponerlas en producción.-
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