La industria negocia a ritmo febril para desagotar los todavía abultados stocks da zafra pasada cuando ya comenzó la cosecha de la actual campaña.
Cuando ya comenzó la cosecha en el Norte y empieza a probarse en el Este, la industria arrocera negocia contrarreloj para achicar los stocks sin vender de la zafra anterior. Colombia se abrió como una oportunidad y se aprovechó mientras se enfrenta el fuerte lobby estadounidense en mercados clave como Iraq. En la última semana de febrero se conoció que los venezolanos quieren cumplir con el acuerdo de importaciones de arroz.
Si bien este movimiento es positivo, lo cierto es que el esfuerzo por colocar arroz en volúmenes importantes se dio en base a un fuerte ajuste en los precios lo que pegará a la hora de acordar el valor definitivo de la zafra 2014/2015. Las negociaciones posiblemente se extiendan más de la cuenta por el arroz que falta vender y porque probablemente se tenga que ir a un precio inferior al provisorio.
El gobierno uruguayo junto a los privados inició el año pasado las negociaciones para obtener la habilitación sanitaria para exportar arroz a Colombia. Esto permitió que a contrarreloj se pudiera cerrar la habilitación cuando el gobierno colombiano abrió un llamado en enero para importar hasta 200.000 toneladas del cereal. Uruguay logró colocar algo más de 60.000 toneladas, algo que no pudo hacer Argentina porque no había empezado las negociaciones. Todavía quedan 100.000/t por ser comprados por parte de Colombia. El arroz uruguayo contará con posibilidades aunque deberá enfrentar un fuerte lobby estadounidense. En tanto, los otros países del Mercosur intentarán quedarse con una tajada del negocio.
En febrero Iraq realizó un llamado para comprar 90.000 toneladas de arroz estadounidense. El plazo para presentar ofertas venció el 21 de febrero. Al abrir las propuestas se vio que había ofertas desde Uruguay y Argentina a precios sensiblemente más bajos que los estadounidenses. El gobierno iraquí canceló el viernes 25 el llamado y se presume que convoque a otro en el que se permitirá el origen Mercosur. Va a ser una pelea dura pero ganarla podría bajar considerablemente el arroz sin vender de la zafra pasada. Estados Unidos es un socio estratégico de Iraq y eso pesa aunque también influye la mejor calidad y precio del arroz uruguayo. La definición va a ser peleada y de final abierto. La presión estadounidense se hará sentir en ese mercado como también se ve en otros donde Uruguay le gana espacios en base a calidad y más recientemente en precios.
También sobre finales de febrero desde Venezuela se comunicó a los molinos uruguayos la intención de importar arroz dentro del acuerdo cerrado a mediados del año pasado. Ese entendimiento preveía la venta de 90.000 toneladas de las cuales 60.000 eran de arroz cáscara. Desde ese momento se habían embarcado apenas 2.500 toneladas. El negocio previó que se cobrara mayoritariamente al embarque. Ahora se espera la llegada de dinero desde Caracas para embarcar hacia allá. A contrarreloj.
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