Clima y Cultivos - Los trigos implantados tarde piden agua

Granar Informe CCA Viernes, 24 de Julio de 2015
	24/07/2015 LOS TRIGOS IMPLANTADOS TARDE PIDEN AGUA - CCA Las reservas superficiales para los trigos que pudieron hacerse a finales de junio o principio de julio demandan agua. LOS TRIGOS TARDÍOS MÁS COMPROMETIDOS Al tiempo que en los últimos días la onda de la creciente del Paraná causada por las intensas lluvias registradas en la naciente alta de  toda la cuenca del Plata, va llegando a los puertos de la zona núcleo, los trigos tardíos y otros cultivos de la fina se ven comprometidos por la escasez superficial de agua. Al mismo tiempo los cultivos que han logrado desarrollarse, encuentran en profundidad otro panorama, una fuente de humedad que les permite un desarrollo vegetativo más vigoroso. Observemos en primer lugar la situación en superficie. FIGURA 1 La disponibilidad de agua es nula en toda la franja mediterránea en la mayor parte de SF y el oeste entrerriano. Esto no sorprende si se analizan las lluvias observadas desde finales de junio a esta parte, las cuales si bien no son significativas, mantienen las reservas en niveles más favorables. Es decir, superficialmente la situación evolucionaría en forma rápida con un evento pluvial de 20 o 30 milímetros, pero este nivel de lluvia en las zonas mediterráneas son poco probables de obtener en esta época del año. El mapa nos está diciendo que la eventuales siembras que se han hecho en la primera parte de julio no deben ser cultivares que hayan encontrado la disponibilidad hídrica suficiente para su desarrollo y eventualmente están quedando condicionados en forma muy temprana. Posiblemente ya estamos marcando una gran diferencia entre los trigos sembrados  en la segunda quincena de mayo o a principios de junio  y los últimos, los cuales en muchos casos serán inviables. El panorama se presenta muy mejorado en las zonas del sudeste de BA, donde además de haber recibido agua, este sector es el que tiene la ventana de siembra más extendida. Es el único sector donde podrían continuar las siembras ya sea por almanaque o por disponibilidad de humedad superficial. En el resto de la región pampeana, las siembras están prácticamente cerradas. En este sentido el paso seco del último bimestre que fue empobreciendo las reservas superficiales y esto seguramente forzó a la baja la intención de siembra. Cuando se computa para el balance hídrico todo el perfil de suelo, las reservas profundas ganan peso en el promedio y el panorama aparece muy mejorado. Sin embargo atendiendo al movimiento que hubo a finales de otoño y a principios de invierno, se sabe que las siembras tempranas no fueron las más generalizadas. Por lo tanto el mapa que grafica el cálculo del balance hídrico para el  primer metro de suelo, no otorga grandes beneficios a las sementeras que se implantaron tarde. En otras palabras las extendida zona con reservas adecuadas u óptimas solo es válida para aquellos cultivares que lograron un desarrollo radicular suficiente como para alcanzar la humedad profunda. FIGURA 2 La diferencia entre la reserva total del perfil y la superficial es destacada y en este sentido la fecha de siembra parece haber tenido un peso decisivo en esta campaña, quizá solo con excepciones en áreas del sudeste de BA, donde la situación superficial no es tan crítica. Si focalizamos la atención en la franja mediterránea, vemos que el perfil no tiene la misma carga que la zona núcleo o que las zonas agrícolas bonaerenses. Es decir, los cultivos de la fina están más amenazados en su desarrollo por la falta de lluvia en CB, LP, centro de SF y el centro noroeste de ER. No son zonas que se llevan una porción importante en la distribución del área triguera, pero evidentemente son sectores muy condicionados para el desarrollo vegetativo normal del cultivo. Esto solo se modifica con una oferta de agua perentoria y de al menos 20 o 30 milímetros. Las lluvias previstas para mediados de la semana próxima tomarían la provincia de BA, posiblemente tomando parte del centro este de la zona núcleo, con menos probabilidad el este de CB y ya en forma muy marginal para la franja mediterránea. A esta altura un productor en las zonas secas puede estar preguntándose sobre la incoherencia de esta situación con el mentado desarrollo del fenómeno de El Niño. En efecto, el mismo está consolidado y ya mostrando su influencia como mostramos en el informe de la semana pasada, sin embargo, y aquí es donde esta situación deja el aprendizaje y confirma la estadística, no es época en que las lluvias de la región pampeana evidencien impacto positivo generado por la presencia de este indicador, aun cuando esté instalado y creciendo en intensidad. Ya hemos comentado en muchas oportunidades que el último trimestre del año es el que presenta la señal más destacada. Entendemos que esta “seca invernal” en la franja central, se revertirá en la transición hacia la primavera, incluso las lluvias en la franja mediterránea pueden adelantarse a comienzos de septiembre y al ingresar al semestre cálido, con El Niño más influyente, disminuye drásticamente la probabilidad de que se observen áreas deficitarias tanto para los trigos que entren en floración como para las zonas que arrancan más temprano con las siembras.