Representantes de los empresarios y de los sindicatos han iniciado la negociación del convenio colectivo para las industrias de conservas, semiconservas, ahumados, secados y salazones, que afectará a unos 30.000 trabajadores de todo el país.
La Federación Española de Industrias de Transformación y Comercializadores de Productos de la Pesca (Feicopesca), en nombre de la patronal, y los sindicatos UGT, CCOO y el gallego CIG participarán en dichas discusiones, en las que está en juego las condiciones laborales para los próximos años. Según han reconocido fuentes de ambas partes, la negociación comienza con un ambiente "de calentamiento" y se esperan "rifirrafes" a causa de la publicación, en medios de comunicación, de informaciones que hablaban de la retribución de parte de los sueldos en especie, concretamente en latas.
El secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conserva (Anfaco-Cecopesca), Juan Manuel Vieites, ha insistido hoy en que esa idea es "falsa" y "un despropósito difícil de entender". "Para nada está en la negociación; quien quiera latas que las compre en un supermercado", ha afirmado el responsable de Anfaco, una de las organizaciones integradas en Feicopesca, junto con otras de zonas como Cantabria o Andalucía.
El acuerdo, que se alcanzará por lo menos en mayo o junio, afecta a unos 8.000 o 10.000 trabajadores de conserveras, según fuentes de CCOO, pero Anfaco ha elevado esa cifra a 30.000, porque también incluye a otra clase de fábricas como las de productos pesqueros cocidos, ahumados o salazones. Se trata de un sector en el que una gran parte del personal son mujeres.
Fuentes de los sindicatos han apuntado que la patronal ha barajado una distribución irregular de la jornada de hasta el 15 % (frente al 7 % del último convenio), congelar los salarios en 2015 y aumentarlos entre un 0,5 % o un 0,6 % anual, para 2019.
La duración del nuevo convenio es uno de los elementos de negociación, ya que la patronal planteará entre "cuatro o cinco años", mientras que los sindicatos quieren valorar la situación más o menos por año.
Respecto a la subida salarial, en el último convenio firmado (vigente entre 2011 y 2014) estuvo desligada del IPC y fue del 1,3 % anual para los últimos ejercicios. En nombre de la Federación Agroalimentaria de CCOO, Javier Velasco ha declarado que en las negociaciones los empresarios quieren "desregular muchas cosas", lo que "no puede ser" y más "cuando el sector dice que están aumentando las ventas".
Por su parte, el responsable de Anfaco ha defendido que la patronal pretende "más trabajo, más crecimiento económico y más poder adquisitivo" con un acuerdo que satisfaga a las dos partes.
La Federación Española de Industrias de Transformación y Comercializadores de Productos de la Pesca (Feicopesca), en nombre de la patronal, y los sindicatos UGT, CCOO y el gallego CIG participarán en dichas discusiones, en las que está en juego las condiciones laborales para los próximos años. Según han reconocido fuentes de ambas partes, la negociación comienza con un ambiente "de calentamiento" y se esperan "rifirrafes" a causa de la publicación, en medios de comunicación, de informaciones que hablaban de la retribución de parte de los sueldos en especie, concretamente en latas.
El secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conserva (Anfaco-Cecopesca), Juan Manuel Vieites, ha insistido hoy en que esa idea es "falsa" y "un despropósito difícil de entender". "Para nada está en la negociación; quien quiera latas que las compre en un supermercado", ha afirmado el responsable de Anfaco, una de las organizaciones integradas en Feicopesca, junto con otras de zonas como Cantabria o Andalucía.
El acuerdo, que se alcanzará por lo menos en mayo o junio, afecta a unos 8.000 o 10.000 trabajadores de conserveras, según fuentes de CCOO, pero Anfaco ha elevado esa cifra a 30.000, porque también incluye a otra clase de fábricas como las de productos pesqueros cocidos, ahumados o salazones. Se trata de un sector en el que una gran parte del personal son mujeres.
Fuentes de los sindicatos han apuntado que la patronal ha barajado una distribución irregular de la jornada de hasta el 15 % (frente al 7 % del último convenio), congelar los salarios en 2015 y aumentarlos entre un 0,5 % o un 0,6 % anual, para 2019.
La duración del nuevo convenio es uno de los elementos de negociación, ya que la patronal planteará entre "cuatro o cinco años", mientras que los sindicatos quieren valorar la situación más o menos por año.
Respecto a la subida salarial, en el último convenio firmado (vigente entre 2011 y 2014) estuvo desligada del IPC y fue del 1,3 % anual para los últimos ejercicios. En nombre de la Federación Agroalimentaria de CCOO, Javier Velasco ha declarado que en las negociaciones los empresarios quieren "desregular muchas cosas", lo que "no puede ser" y más "cuando el sector dice que están aumentando las ventas".
Por su parte, el responsable de Anfaco ha defendido que la patronal pretende "más trabajo, más crecimiento económico y más poder adquisitivo" con un acuerdo que satisfaga a las dos partes.
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