jueves, 26 de febrero de 2015

Es obligatorio que todos los productores manden a analizar la calidad de su cosecha


A partir de ahora es obligatorio que todos los granos que lleguen a puerto y planta sean enviados a laboratorios para analizar su calidad, según dispone la resolución 32/2015 del Ministerio de Agricultura que se publicó ayer en el Boletín Oficial.
La norma es prima hermana de la resolución que obligó a que deban informarse diariamente en las Bolsas todas las operaciones granarias disponibles -que empezó a regir obligatoriamente en febrero con el objetivo de transparentar lo que ocurre en el mercado- y según el gobierno busca aportar información veraz de la calidad de la cosecha argentina.
Según se dispuso, a partir de hoy “el comprador o el receptor de la mercadería remitirá muestra, dentro de los cinco días hábiles posteriores a la descarga, a algún Laboratorio de Análisis de Calidad registrado, indicando el número de registración del contrato, el número de carta de porte y los datos que permitan identificar a las partes”. Esa muestra deberá ser enviada a un laboratorio independiente (Cámaras Arbitrales de Bolsas), que luego cargará el resultado en el sistema que ya se usa para registrar las operaciones disponibles y ahí disparará la información a Agricultura. Por la noche trascendió que se habría pasado para marzo el arranque.
La resolución amerita algunas aclaraciones, sobre todo porque no específico qué estudios de calidad en concreto son obligatorio, pero se descuenta que son los más convencionales. Pero lo que es más importante es que no define quién paga todo esto. En concreto, la factura, le llegará a comprador, pero éste la trasladará. “Lo justo es que el costo sea repartido 50 y 50 entre comprador y vendedor”, le dijo ayer a punto biz Javier Buján, ex presidente del Centro de Corredores de Buenos Aires y principal impulsor de esta medida. Si bien es un costo extra, cuando se discutió el tema con el gobierno, los productores nunca se opusieron. Habrá que ver cómo se implementa y finalmente en quién recae, ya que el comprador, además de imputarle parte del gasto en la liquidación al productor, también puede descontarlo del precio que pagaal paga. Quienes siguen de cerca el tema saben que no en pocas veces los exportadores le pasan al productor gastos por análisis de muestra en soja que en realidad no hacen.
Hasta ahora sólo se enviaba trigo y maíz a analizar calidad ya que implicaba bonificaciones y descuentos en el precio final. No ocurre lo mismo con la soja, porque no tenía sentido saber cuántos granos partidos llegan porque la mayoría tiene como destino la molienda. Precisamente por eso había dudas de lo útil de enviar muestras de todo lo que llega. Distinto es en el caso de la calidad proteica porque últimamente había muchas quejas de los compradores por la caída.
“Esta medida es trascendencia histórica porque se sabrá a ciencia cierta cómo es la calidad de la producción argentina región por región, información que es vital para el gobierno que quiera poner en marcha políticas específicas de mejoramiento de calidad. Y para el productor también será fundamental porque conocer exactamente cómo es la calidad de su producción le permitirá comercialmente defender mejor el valor de su cosecha”, resalta Buján. “¿Todo el trigo cámara argentino es de pésima calidad como dicen? ¿O hay zonas dónde no es tan mala? ¿Toda la soja argentina cayó abruptamente en calidad proteica como se quejaban los exportadores?¿O hay zonas en la que no eran justificados los descuentos? Ahora se sabrá la verdad”, completa Buján.

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