Alternativas para la formulación de raciones durante el verano

Hoy día, el envenenamiento por sal común es casi una rareza. Especialmente, los engordadores de cerdos con desperdicios que administran productos lácteos y desperdicios de pastelería de grandes cantidades deben estar al tanto. Ellos cubren las necesidades de sodio de sus cerdos en gran parte a través de los alimentos citados y tienen que tener en cuenta este extremo para completar las necesidades de sal mineral.

También en caso de escasez de agua

Existe siempre una relación entre el envenenamiento con sal común y la administración de agua de beber, puesto que el agua disuelve la sal común, la cual es expulsada durante el metabolismo a través del intestino y los riñones. Cuando el aporte de agua de beber es abundante, se requieren cantidades mayores de sal común para provocar un envenenamiento que cuando el aporte de agua de beber es escaso. Cuando los animales padecen sed durante varios días, p. ej., cuando las instalaciones para los bebederos son defectuosas, los valores de sodio obviamente del todo normales en el pienso conducen al envenenamiento por sal común.

De este modo se produce el envenenamiento

En el envenenamiento por sal común, el ión sodio (sal común=cloruro sódico= NaCl) permanece en los espacios intercelulares del cerebro en concentraciones anormalmente altas. Para diluir esta concentración demasiado alta, sale el agua procedente de las células del cerebro y entra en los espacios intercelulares. De este modo se origina una escasez de agua en las células cerebrales y una acumulación de agua en el cerebro (edema cerebral)

Ataques epilépticos

En el curso posterior del envenenamiento se produce entonces un empobrecimiento de agua, ya que 10 g de sal común siempre detraen 1 litro de agua del organismo.

Síntomas patológicos

En caso de intoxicación masiva por sodio, se producen los siguientes síntomas: debilidad, temblor muscular, pérdida de conocimiento, muerte en el intervalo de pocas horas.

En caso de intoxicación “normal”: diarrea, mayor secreción de orina, vómitos, inapetencia por la comida, mucha sed, fuerte secreción de saliva.

Movimiento atrás como un caballo

Son característicos los ataques parecidos a la epilepsia que se repiten con regularidad. Antes del inicio de este tipo de ataque, se observan movimientos espasmódicos en los músculos de la boca, del cuello y de la nuca. Después de que los animales enfermos han andado un par de veces en círculo, levantan la cabeza a sacudidas en dirección de la nuca, desplazándose las extremidades posteriores hacia delante debajo del cuerpo. Los animales corren o se deslizan rápidamente hacia atrás como un caballo que se sienta sobre las extremidades posteriores bajo el efecto de carga pesada. A continuación empiezan fuertes convulsiones musculares. La saliva se convierte en espuma. La respiración cesa y los animales caen agotados de lado.

De ataque en ataque

Durante un tipo de ataque como este, que puede durar hasta un minuto, los animales pueden morir por paro respiratorio, o se recuperan lo suficiente para que al cabo de algunos minutos pueda iniciarse el siguiente ataque.

Tratamiento

Hace unos 100 años, los curanderos extraían del paladar de los animales intoxicados por cloruro sódico un trozo de hueso que se consideraba como el causante de esta enfermedad. En la actualidad se recomienda la administración de cantidades controladas, frecuentes y paulatinamente crecientes de agua quitando al mismo tiempo el pienso. La administración de grandes cantidades de agua puede favorecer un edema cerebral. Otras enfermedades que también tienen síntomas de convulsiones, como la enfermedad de los edemas y la enfermedad de Aujeszky, nunca muestran las típicas convulsiones epilépticas que produce la intoxicación por sal común.