Las exportaciones cayeron 10% en los primeros siete meses. El complejo agroindustrial está entre los más afectados, por la baja impactante de los precios internacionales. Si La Argentina no va a estar en los mercados de capitales y los chacareros se ven desalentados por los bajísimos márgenes, en 2015 tendremos serios inconvenientes en la Balanza Comercial y, ni hablar, en la oferta de dólares.
Las exportaciones totales cayeron 10%, en los primeros siete meses. Las de productos primarios lo hicieron al 26%, con una combinación de 12% y 14% de bajas, en precios y cantidades, respectivamente. Las manufacturas de origen agropecuario crecieron 8% en valor, con una leve mejora del 2% en los precios. Pero si uno considera solamente el mes de julio, cuando ya se vio a pleno el impacto de los menores precios internacionales, la baja en valor es del 5%, de los cuales 4 puntos responden a menores valores.
El Informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, para el mes de agosto, reportó un crecimiento mundial en la producción de los principales cereales y oleaginosas. La cosecha norteamericana ha sido muy exitosa, sobre todo la de soja. También se esperan buenas performances en los países de América del Sur. Así, la relación stocks/consumo, que normalmente tiene una relación inversa a la evolución de los precios, aumentará, en los principales rubros, de:
- Para el caso del maíz, de 18 a 19,4%, considerando la comparación entre campañas.
- La de soja, pasará de 27,8 a 34,1%, mientras que para el total de las siete principales semillas oleaginosas crecerá de 21,6 a 23,3%.
- Para el trigo, la suba será desde 26, hasta 27,3%.
Como se ve, una combinación de elevadas producciones, acompañada de una proyección a la baja en el nivel de actividad económica mundial. Los últimos informes del FMI no son para nada alentadores y, por lo general, hay estimaciones pesimistas para lo que resta de 2014. La economía y el comercio mundial crecerán menos que lo esperado.
Por esta razón, si uno mira la evolución de los precios FOB, para los principales rubros de exportación, publicados por el MINAGRI (27/08/14), se encuentra con bajas interanuales de: a) 2% para el trigo (que casi no se exporta); b) 25% para el maíz; c) 6,5% para el aceite de girasol y d) 17; 11 y 8% para el poroto, el aceite y la harina de soja, respectivamente. Como se ve, una baja más que pronunciada, que afecta particularmente al maíz, pero también a la soja, exactamente los dos cultivos principales en la siembra de cosecha gruesa, a punto de realizarse.
El productor observa que los márgenes esperados son claramente inferiores a los de la campaña pasada y está dudando con respecto a sembrar en los lotes de menor potencial de rinde o en los campos más alejados de los puertos. Es obvio que el flete incide más que proporcionalmente en los productos más voluminosos, cuando los precios caen (peor aún con el actual atraso cambiario). Por eso no hay demasiadas esperanzas, por ejemplo en relación al cultivo de maíz, para el cual la Bolsa de Cereales ha reportado una baja del 10% en la intención de siembra.
Tampoco hay demasiado entusiasmo por deshacerse de la cosecha vieja. Si uno observa, al cierre de ayer, los valores disponibles en el Mercado a Término, se registran bajas de 16; 25 y 64%, interanual, para soja, maíz y trigo, respectivamente (en el caso del trigo la comparación es con los precios inéditos de la virulenta escasez interna, registrada el año pasado).
Menos entusiasmo genera aún la evolución de los precios futuros a cosecha: el trigo – enero baja 14% interanual, mientras que la soja y el maíz lo hacen al 13 y 18%, respectivamente. Como se ve, nada para festejar.
En el caso del maíz y la soja, las bajas en el Disponible son mayores a las observadas en el valor futuro. Esto merece una explicación. Ocurre que, luego de publicado el Informe de agosto del USDA, los fondos de inversión desarmaron sus pocas posiciones vendidas, ante una perspectiva bajista y, probablemente, hayan sobreactuado la caída observada en los mercados disponibles. Por su parte, China ha estado relativamente ausente en su habitual presión al mercado de Chicago, a la espera del ingreso de la abultadísima cosecha norteamericana.
Pese a estos argumentos, la situación no ser revertirá para el caso de la soja y sí podría hacerlo para los del maíz y el trigo. Al cierre de ayer en Chicago:
a) El mercado de soja estaba invertido en 15 dólares, es decir que entre la posición septiembre y mayo había una baja de ese nivel (4%). Por su parte, el principal mercado comprador (contratos en firme), es decir Rotterdam, registraba un pase negativo de 80 dólares para el pellet de soja, es decir la insustituible proteína de uso forrajero en la Unión Europea. La baja, alcanza para mayo, un 15%.
b) En Chicago, el pase para el trigo – marzo es de 14 dólares positivo y para el maíz – mayo es de 12 dólares, también positivo, lo que explica que en La Argentina haya una recuperación, de 14 y 11 dólares, para trigo y maíz, considerando como base el precio disponible y como futuro los valores enero para trigo y abril para maíz. Pese a esta “buena”, son valores insuficientes, como se dijo más arriba.
Esta posición favorable en el mercado de Chicago, para trigo y maíz, es lo único que puede atenuar la muy previsible baja en las exportaciones de 2015. En trigo, ya se sabe que, de no mediar problemas climáticos, habrá un mayor excedente ya que podrían alcanzarse las MT 12, de las cuales fácilmente MT 5,5 podrían tener autorización de venta externa, contra apenas MT 1,5 de la actual campaña.
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