El “networking” es una actividad para incrementar la red de contactos y buscar oportunidades de negocio. Qué perfiles hacen la vida profesional más fácil
El “networking” se trata de una actividad para incrementar la red de contactos profesionales y buscar oportunidades de negocio. En definitiva, consiste en conseguir contactos, y en una forma de venta personal. Hay que darse a conocer, y destacar las habilidades.
La gente que se transforma en contactos se convierte en el capital social de la persona, cosnigna elEconomista.es.
Y ese capital social (entendido como concepto sociológico y no económico) es el que ayuda a superar los problemas profesionales. Es muy útil saber a quién llamar por teléfono para superar ciertos conflictos, o lograr una cita para recibir oientación y consejo.
Desde Fintonic han detectado los seis perfiles imprescindibles para hacer la vida más fácil y sacar lo mejor de uno mismo. Siempre, claro, que estén bien identificados entre la lista de contactos.
1. El líder
¿Qué sabe hacer bien un auténtico líder? Además de ser eficaces y eficientes, tienen la habilidad de influir en quienes les rodean y en su toma de decisiones, con el objetivo de alcanzar las metas y buenos resultados.
¿Qué sabe hacer bien un auténtico líder? Además de ser eficaces y eficientes, tienen la habilidad de influir en quienes les rodean y en su toma de decisiones, con el objetivo de alcanzar las metas y buenos resultados.
Lo habitual y deseable es que el líder de un equipo sea también quien lo dirige, es decir, que coincida con la figura del jefe. Es muy útil tener línea directa con él ante un problema, y no solo con el jefe directo, sino con otros que estén por encima, o con otros conocidos de otras empresas, o de anteriores etapas profesionales.
Así, ante una cuestión que pueda afectar al desarrollo profesional, se puede contactar con alguien que haya visto toda la evolución laboral de uno, o a quienes se admira. No es necesario que exista una relación personal con ellos: lo básico es que en algún momento hubo un contacto profesional valorado como bueno. Puede orientar ante un problema con objetividad.
2. El mentor
La diferencia entre un líder y un mentor es que en el segundo caso sí que existe una relación personal más cercana, bidireccional, que hay que cultivar desde el primer momento.
La diferencia entre un líder y un mentor es que en el segundo caso sí que existe una relación personal más cercana, bidireccional, que hay que cultivar desde el primer momento.
En definitiva, un mentor es un modelo, pero no solo profesional, también personal.
Quizá se trate de un profesor, o un veterano de la empresa en la que empezó su vida laboral, o un familiar admirable.
Un mentor es alguien que inspira, y que conoce tus puntos fuertes y débiles, y por eso sus argumentos funcionarán. Los expertos señalan que es habitual que una persona pueda tener varios maestros, no solo uno, así que buscando entre los contactos se pueden dar con varias personas de las que se aprende y a las que se respeta.
Un mentor es alguien que inspira, y que conoce tus puntos fuertes y débiles, y por eso sus argumentos funcionarán. Los expertos señalan que es habitual que una persona pueda tener varios maestros, no solo uno, así que buscando entre los contactos se pueden dar con varias personas de las que se aprende y a las que se respeta.
Nunca es mal momento para tomar un café con un mentor. Nunca hay que olvidar de cuidar la relación con él.
3. El ami-enemigo
Los ami-enemigos son personas cercanas, incluso queridas, cuyos buenos porpósitos a veces pueden convertirse en un peligro. Son esos colegas con los que no podrías ser compatible a niver personal, y que no lo ponen fácil en lo profesional: son competitivos, no demasiado claros en sus maniobras, y obligan a estar en guardia. Y eso es lo bueno que tienen, que te mantienen despierto.
Los ami-enemigos son personas cercanas, incluso queridas, cuyos buenos porpósitos a veces pueden convertirse en un peligro. Son esos colegas con los que no podrías ser compatible a niver personal, y que no lo ponen fácil en lo profesional: son competitivos, no demasiado claros en sus maniobras, y obligan a estar en guardia. Y eso es lo bueno que tienen, que te mantienen despierto.
Ese compañero que siempre hace sentir que se compite con él debe estar cerca. No hay que pensar que no existe, sino mirarle con la perspectiva de que obliga a ser mejor. Si el consigue avanzar, ¿por qué tú no? Una competencia sana da confianza y amplía recursos.
Hay que tener cuidado, porque los ami-enemigos pueden arrastrar a un mayor consumo para “estar a su altura”. Para neutralizar a ese tipo de personas es útil la tecnología de Fintonic, ya que permite tener al día las cuentas de todos los bancos, y establecer qué gastos se pueden permitir cada mes y cuáles no.
4. El innovador
Pregúntate quién es el más puntero de tu sector, el que más sabe, el que está más al tanto de las novedades. Quién sabe qué es lo que puede pasar mañana, y dentro de dos años. Seguramente aparecen un par de nombres.
Pregúntate quién es el más puntero de tu sector, el que más sabe, el que está más al tanto de las novedades. Quién sabe qué es lo que puede pasar mañana, y dentro de dos años. Seguramente aparecen un par de nombres.
El innovador se caracteriza por su visión de futuro, por su experiencia y por su creatividad a la hora de reinventarse profesionalmente. Es importante su opinión antes de afrontar algunas decisiones.
Hay que tratar de conseguir el contacto de esa persona que parece ir dos pasos por delante del gremio, y consultarle sin miedo. Nunca desvelará todas sus cartas, pero seguro que el intercambio con él es enriquecedor.
5. El conector
Dicen que lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe. Por eso son imprescindibles los buenos contactos. Y esa es la especialidad de los conectores, esas personas que conocen a todo el mundo y que tienen facilidad para presentar a gente.
Dicen que lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe. Por eso son imprescindibles los buenos contactos. Y esa es la especialidad de los conectores, esas personas que conocen a todo el mundo y que tienen facilidad para presentar a gente.
Seguramente conozcas a más de uno de estos conectores. Lo mejor es tener fichados a varios. Ayudan a socializar el ambiente en el que todavía no te mueves bien, e incluso pueden presentarte a alguien de círculos en los que creías que ya conocías a todo el mundo.
Los conectores son los que le dan valor a la red social. Ellos te ponen en contacto con los líderes, los innovadores y cualquier perfil imaginable. Hay que cuidar esos hilos que te unen a decenas de profesionales y no dudar en tirar de ellos cuando lo necesites. Quizá alguna vez no sirvan, pero en otras dan información muy útil.
6. El gurú financiero
¿Qué falta para cubrir todos los flancos? Un experto en finanzas. No hace falta que sea un catedrático de la mejor universidad del país, basta con personas del entorno que hayan demostrado ser hábiles a la hora de desarrollarse financieramente.
¿Qué falta para cubrir todos los flancos? Un experto en finanzas. No hace falta que sea un catedrático de la mejor universidad del país, basta con personas del entorno que hayan demostrado ser hábiles a la hora de desarrollarse financieramente.
¿Quién saca más partido a sus ahorros? ¿Quién ha tenido más puntería para elegir su seguro de hogar? Acércate a las personas que puedas definir como “financieramente inteligentes”, porque está demostrado que la contigüidad funciona.
A la hora de afrontar algunas decisiones profesionales complejas -un cambio, un despido, un traslado, un ascenso- no querrás que los números se conviertan también en una incertidumbre. Hay que dejarse aconsejar.
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