En diez meses, se registraron subas de entre 50% y más del 100% en los productos clásicos de la mesa de los argentinos.
En diez meses, se registraron subas de entre 50% y más del 100% en los productos clásicos de la mesa de los argentinos. Desde Gobierno, dicen que los súper mantienen pacto.
Tres de los alimentos básicos en la mesa de los argentinos encabezan las alzas anuales de precios. Desde enero, el tomate, la harina y el pan se incrementaron exponencialmente por los problemas que aquejaron a la producción de la fruta y del trigo, principal insumo de la industria harinera y panificadora. Es más, el tomate acumula un alza de 104% entre enero y octubre, mientras la harina escaló 78% y el pan común lo hizo en 55%. Todo según el relevamiento mensual que hace el ex diputado Héctor Polino, cuya consultora Consumidores Libres se encuentra suspendida por la Secretaría de Comercio Interior, que lidera Guillermo Moreno.
En el ranking de alimentos que más se encarecieron en los últimos diez meses, según Polino, aparecen la cebolla (53%), las salchichas (41%) y la yerba mate (31%).
En similar línea el economista Luciano Cohan, de Elypsis, agregó que desde marzo, panificados, frutas y verduras acumulan un alza de 25%, 25% y 50%, respectivamente. Algo está fallando y muy mal, en el cuidado de la mesa de los argentinos, enfatizó a través de su cuenta de twitter.
Los productos son emblemáticos y estuvieron en boca de todos por razones similares. Los productores de tomate sufrieron heladas y sequía que afectó la producción e hizo en las últimas semanas que el kilo se ubicara por encima de $ 40.
En cuanto al trigo, los problemas también son de escasez aunque por distintos motivos: a las condiciones climáticas adversas, se sumó escaso interés en la siembra del cereal por la intervención de Moreno en el sector, lo que derivó en la peor cosecha en 60 años y valores inéditos para el grano, por encima de u$s 780 la tonelada, incluso en países netamente importadores.
Como informó ayer El Cronista, analistas y economistas consideran que el congelamiento de 500 precios no tuvo un impacto significativo en la inflación. Los números privados lo confirman: desde junio cuando se cerraron los acuerdos hasta septiembre, el IPC que difunden diputados opositores en base a estimaciones de ocho consultoras aumentó 8,68%. No obstante, desde la Subsecretaría de Defensa del Consumidor, que lidera María Lucila Pimpi Colombo, aseguró que el acuerdo con supermercados seguirá vigente hasta fin de año.
Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud. Los precios congelados, también, resaltó una nota de la cartera de Colombo que buscó dar por tierra que hoy ya había precios libres en el medio millar de productos que se habían pactado inamovibles en junio con las cadenas de supermercados.
Lejos de admitir o deslizar que el congelamiento distó por mucho de lo que prometía (asociaciones de consumidores afirman que cada vez era más difícil conseguir la lista completa de productos que cada cadena acordó con Comercio Interior), Colombo habló de que se montó una verdadera campaña de prensa contra el congelamiento de precio de 500 productos.
Recordó que fruto de un acuerdo entre la Secretaría de Comercio Interior y las cadenas de supermercados, a la que se sumaron los super regionales y los de comunidad, y que se encuentra vigente, por lo menos, hasta fin de año.
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