Señales para el arroz
A pesar de la coyuntura climática, que augura una campaña regular, el sector arrocero santafesino recibió una ráfaga de buenas noticias que prometen impulsar la actividad. Desarrollo de semillas locales adaptadas a la región, la publicación de un precio de referencia y el crecimiento de la capacidad instalada, tres cartas para ganar.
La actual campaña arrocera no pasará desapercibida en la historia del cultivo en la provincia de Santa Fe. Aunque los productores seguramente la recordarán por el negativo impacto en los rindes que tuvo el clima, en los anales quedarán registrados varios hechos tan relevantes como novedosos. La creación de una variedad de arroz 100% costera y la inscripción del Ministerio de la Producción como criadero fiscalizado ante el Inase (Instituto Nacional de Semillas); la publicación, por primera vez en la historia del cultivo en el país, de un precio de referencia para el arroz cáscara en la Bolsa de Comercio santafesina; y la instalación de una planta de secado en el puerto capitalino -con la posibilidad de embarcar arroz cáscara- que abaratará costos logísticos. Muchas buenas noticias, en apenas una semana, que pusieron en segundo plano la crisis de rentabilidad que -afirman los productores- padece el sector (ver “Señales…”).
El quijote de la semilla
El martes 19 el ingeniero Rodolfo Vicino, titular de la oficina local del Ministerio de la Producción, presentó oficialmente su última creación: San Javier I MP, una nueva semilla de arroz Largo Fino que rescató las virtudes del exitoso Mascías 5 (también creado por él, pero tres décadas atrás) y las combinó con la resistencia a herbicidas del CL161, la primera variedad Clearfield de la Universidad de Louisiana (EE.UU.). En la primera fila del pequeño salón de la Asociación para el Desarrollo estuvo el gobernador Antonio Bonfatti, un hecho inédito que jerarquizó el evento.
En el marco del Programa de Mejoramiento Genético del Arroz, a Vicino le tomó 7 años alcanzar esta nueva variedad, pensada para contribuir a elevar los rendimientos en la provincia. “Es una planta más chica, con entrenudos más cortos, mantiene la calidad del Mascías pero agrega la resistencia a imidazolinonas, el herbicida más utilizado en la zona”, precisó el técnico. La otra fortaleza -agregó- es “la resistencia a Piricularia”, una enfermedad que ataca el cuello de la panoja y que esta campaña causó grandes perjuicios.
La variedad tiene un potencial de rinde de 10tn/ha y un comportamiento estimado a campo de 8.5tn/ha, valor 2.5tn superior a la media del sector en la provincia. Su creador resaltó también que “no se vuelca, no tiene enfermedades y es de ciclo intermedio, ni tan precoz como el Puitá ni tan largo como el Taín”. Con un ciclo de 135 días, mantiene el follaje verde a madurez de grano.
Un símbolo. Haciendo equilibrio sobre la taipa, Vicino marcha a paso firme mostrando el camino a las máximas autoridades políticas de la provincia y la región.
Foto: Juan Manuel Fernández
En esta campaña se obtendrán entre 80 y 100 bolsas de semilla, que se destinarán a seguir multiplicando el próximo año, para lo cual existe el ofrecimiento de 100has del aeroclub de San Javier.
Mientras tanto, otra creación de Vicino está pronta ser habilitada. Se trata de “Pucará”, una variedad tropical surgida de la cruza de Taín por Puitá, que combina las principales virtudes de cada uno: la resistencia a Piricularia del primero y la característica CL del segundo. “Este todavía no está inscripto, le falta un año de ensayo para justificar ante el INASE”, aclaró, y agregó que “es un arroz más rústico, para suelos más limitados, con problemas de salinidad, alcalinidad y menor provisión de nitrógeno”. La expectativa -dijo- es que pueda aprovecharse “más en los campos sobre el río Saladillo que sobre el San Javier; incluso más al norte de Reconquista, donde pueda haber futuras áreas con potencial arrocero”.
Inquieto por naturaleza, Vicino destacó otros proyectos en los que trabaja, como el mejoramiento de “arroces glutinosos” para elaborar productos aptos para celíacos y “un viejo desafío, que es mejorar el Doble Carolina para arroces de menor colocación en el mercado”.
Secar es estratégico
En el ránking arrocero -medido en hectáreas cultivadas e industrias radicadas- Santa Fe es la tercera provincia en importancia, detrás de Entre Ríos y Corrientes. Históricamente, la mayoría de los productores santafesinos debió enviar su cosecha a molinos de esas provincias, soportando un doble perjuicio: el “flete falso” que se paga por transportar el 15% de humedad excedente (sale de la chacra con 28/30% y para almacenar o procesar se baja a 12%) y la imposibilidad de negociar precio con el molino, ante la urgencia de encontrar un almacenaje para la cosecha. Por ello es que en los últimos años los arroceros se han ido equipando con secadoras.
En tal sentido, esta semana se produjo un hecho de relevancia: un grupo de 10 productores puso en marcha una secadora propia en el puerto de Santa Fe, donde además tienen un convenio para acopiar 6.000 toneladas de mercadería (ampliables, ya que las instalaciones portuarias soportan 40.000) y la posibilidad de embarcar arroz cáscara en un flete fluvial en caso de presentarse una oportunidad de negocio.
Rubén Favot, uno de los integrantes de este consorcio, fue contundente al explicar la importancia estratégica: “antes de todo este año de inversiones se iban de la provincia 70.000 toneladas húmedas; eso significaba (por “flete falso”) transportar unas 10.000 toneladas de agua a razón de u$s30/tn, mientras que hoy -gracias al incremento de la capacidad instalada- sólo se enviarían 10.000 a 15.000 toneladas”. En cuanto a la oportunidad de venta del grano, aportó otro dato determinante: “hoy el molino le paga el productor que ya le entregó la cosecha alrededor de $1.100/ton pero al que está afuera le ofrecen hasta $1.400”.
La secadora cuenta con capacidad para procesar 120 toneladas por secada, equivalente a 240 toneladas diarias de arroz cáscara. Los propietarios aclararon que será prioridad procesar su mercadería, pero no descartan brindar ese servicio a terceros. El convenio con ente portuario es por cuatro años, con opción a prórroga.
Precio conocido
Otra conquista que comenzó a funcionar en las últimas semanas es -por primera vez en el país- un precio de referencia para el arroz cáscara, acordado por semaneros en la Bolsa de Comercio de Santa Fe. “Ya está lanzado públicamente y es un valor sobre negociaciones hechas, no son futuros”, aclaró Favot, quien explicó que la mercadería que se pondera es arroz cáscara condición cámara puesta en el campo del productor. “Lo importante es que ya se va blanqueando el mercado y se va conociendo a nivel nacional un promedio de venta de las operaciones que se van haciendo”.
Mi grano, mi plata. Parte de los 10 productores que ayer pusieron en funcionamiento un secadero en el puerto de Santa Fe y les permitirá captar una mayor parte de la renta.
Foto: Mauricio Garín
Manuel Peirade, miembro de Aspa y semanero por la oferta (productores arroceros) en la Bolsa, describió el funcionamiento del novedoso sistema. “Todas las semanas se pasan las distintas operaciones a través de los 1116 (certificados de depósito y compra venta de granos) de los productores y de la industria y los jueves nos reunimos 8 semaneros de la industria de todo el país y 8 de la oferta (3 de Corrientes, 3 de Entre Ríos y 2 de Santa Fe), que somos los integrantes de la Mesa de Formación de Precio, y de ahí sale el valor promedio al productor puesto en chacra”.
Este valor de referencia primero se puso a prueba durante 3 meses -en los que no se dio a conocer- y finalmente comenzó a hacerse público el jueves 14 de marzo en la web de la Bolsa santafesina. La primera cotización fue de $1.190/Tn para el arroz Largo Fino y $1.450/Tn para el Largo Ancho.
Peirade aclaró que sólo es una referencia del promedio pagado al productor y que aún no funciona como una Pizarra para comercializar mercadería con precio a fijar o pactar arrendamientos o canjes de insumos.
La confección de un precio de referencia surgió como necesidad de los productores frente a la inexistencia de un mercado formal y ante una demanda muy concentrada, ya que son sólo 6 o 7 molinos grandes son los principales compradores en todo el país.
“Por eso hay que hacer hincapié en la responsabilidad del productor, que tiene que pasar las operaciones que hace; si no lo hace rápidamente, esa semana no hay precio”, alertó otro semanero de Aspa, Hugo Bode. La información debe girarse vía mail a Aspa con el correspondiente certificado (1116) de operación concretada.
Ante los recientes cambios implementados por AFIP, que suplantó los formularios 1116 por trámites electrónicos, ambos referentes coincidieron en que “va a ser más práctico y más fácil; y va a haber más operaciones que van a aparecer en la semana para darle más solidez al precio de referencia”.
Con el inicio de la cosecha muy cerca -comenzó un hace un mes en la provincia- aún es reducido el volumen ponderado cada semana. “Se están manejando entre 3.000 y 4.000 toneladas entre las tres provincias”, indicó Peirade.
Por ambientes. En un año estará habilitado Pucará, una cruza de Taín por Puitá capaz de colonizar zonas salitrosas y alcalinas.
Foto: Juan Manuel Fernández
Señales de contracción
Hugo Bode, secretario de Aspa (Asociación Santafesina de Productores de Arroz) se quejó de lo mal que está el sector arrocero y denunció un proceso de concentración similar al de la soja.
Explicó que en Santa Fe, donde los costos son menores por contar con bombeo eléctrico, la situación no es tan acuciante, pero en Corrientes o Entre Ríos -donde el riego se realiza con gasoil- “ya desaparecieron en la campaña anterior, un 25 o 30% de los productores chicos”.
El productor consideró que “se está produciendo un fenómeno igual al de la soja”, por el cual los grandes pooles desplazan a los productores de menor escala, y pidió la atención de las autoridades para que vean “que se está concentrando cada vez más en pocas manos la producción primaria y lo están haciendo los propios molinos”. Advirtió que las industrias están sembrando su propia materia prima y que en el futuro “van a venir a alquilarnos la tierra y nosotros terminaremos haciendo servicios en campos nuestros o de ellos”.
Según el referente sanjavierino, hace tres años que el sector viene “trabajando prácticamente al costo; y este año ya trabajamos a pérdida”. En la actual campaña -se quejó- los rindes son “malos” con calidad regular a buena y costos que exigen un rinde de indiferencia de 6.000kg/ha en campo propio y de 7.000 en alquilados. “Lo que se habla entre los asociados es que hay bajos rindes, va a haber poco arroz”, advirtió.
Señaló los costos internos como el mayor problema: “comprábamos la urea a u$s350/400 la tonelada y ahora vale u$s600/650”. Y se preguntó si “el atraso cambiario” no sería un factor a corregir.
Desde Aspa calculan que en esta campaña el productor apenas saldará sus deudas, pero necesitará financiación para encarar la próxima. Incluso Bode comentó que tuvieron un encuentro con autoridades del Banco Nación en Reconquista para analizar instrumentos financieros “para zafar de esta situación”.
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