La paciencia, a prueba

La intención de la Mesa de Enlace de recorrer diferentes puntos del país para conocer la opinión de las bases “de primera mano” está dando sus frutos, aunque éstos no sean alentadores. En todas las localidades visitadas –la última fue San Miguel de Tucumán- los productores reclamaron la unidad del sector y avanzaron hacia la posibilidad de una medida de fuerza ante el horizonte tormentoso que se avecina.

Lo cierto es que a los viejos problemas que acarrean la lechería y la comercialización de granos se suma el declive de la ganadería, que venía experimentando en los dos últimos años una notable mejoría.

Esto fue advertido tanto por especialistas como por las mismas entidades. Al respecto, Ignacio Iriarte, experto en el mercado ganadero, señaló que la matanza de vacas pasó del 35% al 42% en los tres primeros meses del año con respecto al mismo período del año pasado. Según Iriarte, “esta situación es consecuencia de que los ganaderos han dejado de invertir. Venimos de un período de crecimiento muy fuerte que se está amortiguando. Podemos decir que la tendencia en ganadería cambió y pasó de una recuperación de cuatro millones de cabezas a un estancamiento”.

En opinión de Iriarte “la rentabilidad actual es mediocre en relación al capital. Hace más de dos años el precio de un ternero actualizado a hoy era de alrededor de 19 pesos el kilo mientras que hoy vale 11.7 pesos. La caída es del 35% al 40%. El novillo vale 9.30 pesos y hace dos años estaba 12 pesos. La tendencia de los últimos 24 meses se viene acelerando, hace tres meses aumenta la faena de hembras más rápidamente y a este paso la retención de vientres se está ralentizando”, advirtió.  

También la Federación Agraria expresó su preocupación por este tema. En una reunión de la Comisión de Ganadería Bovina de entidad, seseñaló que "en la coyuntura, al haber precios que se mantienen del kilo vivo y mayor oferta por la falta de expectativas de parte del productor, posiblemente sobre carne en el mercado interno. Así, la opinión pública puede llegar a tener la sensación ficticia de que la actividad ha mejorado. Pero en realidad esto será carne para hoy, hambre para mañana. Porque de profundizarse la liquidación de vientres, en el mediano plazo estaremos frente a una crisis ganadera nacional".

Además, los ganaderos criticaron la política del gobierno vigente desde 2006 de limitar las exportaciones: “Deberíamos mantener un equilibrio entre el mercado interno y las ventas al exterior. Con una política ganadera adecuada, podemos crecer en los dos rubros. Los datos de los últimos doce meses son duros. En 2012, sólo el 7% de lo producido se vendió fuera del país, con 185 mil toneladas. Estamos muy lejos de las 700 mil toneladas exportadas en 2005. Pero lo que es más grave, es que hubo menos carne argentina puesta en otros países que en la época de la aftosa, cuando se vendieron 200 mil toneladas al año”, señalaron.

Pero los ganaderos no son los únicos a los que les aprieta el zapato. Algo similar sucede con los agricultores que alquilan campos, a los que el aumento de los costos de producción tiene entre la espada y la pared. En este contexto en el que el agua les está llegando al cuello a muchos productores, el sentimiento de las bases se hace más que comprensible.             

Agro-noticias.com
Alejandro Cánepa