Hay un futuro extraordinario para el sorgo
La bioeconomía plantea desafíos y sobre todo muchas oportunidades para el sector y el país. Entre ellas, un cultivo de reciente utilización, como el sorgo, permite abrir un abanico de posibilidades para su uso en la fabricación de biocombustible. Por ello, el presidente de la Asociación de Cámaras de Tecnología Agropecuaria, Oscar Domingo, cree que el mismo crecerá en estos años que prometen darle una gran oportunidad a la Argentina.
“Para quienes, como yo, nos formamos en la revolución verde, es casi un juramento hipocrático la producción de alimentos. Cuando tenemos un sistema sustentable, que ha sido capaz de alimentar el mundo sin hambrunas, nos viene esta demanda de biomasa para producir combustibles y muchos otros productos. Es una nueva demanda que se agrega a la de alimentos, y un nuevo desafío”, consideró Domingo.
El presidente de ACTA reafirmó las ventajas del combustible hecho a base de vegetales por sobre los de origen fósil: “Cuando hablamos de biocombustibles, hablamos de fuentes de energía renovables y amigables con el ambiente. Estamos ante la posibilidad enorme de satisfacer la demanda de combustibles a través de biomasa, con la producción de etanol de caña de azúcar o maíz, y la de gas oil y aditivos de oleaginosas. Lo novedoso de esto es que tenemos una fuente de combustibles renovables. También (podemos) digerir elementos celulósicos para hacerlos biocombustibles”.
“Nada se tira, todo se transforma” es el lema que, asegura Domingo, sustenta las acciones bajo el concepto de bioeconomía. “Se transforman los rastrojos, los desechos de las producciones animales, todo se aprovecha con esta nueva concepción de la biodigestión”, añadió para “Ondas de Campo”.
Domingo considera que en este nuevo contexto, un jugador de importancia será el sorgo: “Tiene una extraordinaria variabilidad. El sweet sorgum produce azúcares en lugares donde el clima no permite hacer caña. Tiene capacidad extraordinaria de hacer biomasa. Está al alcance de los productores. Estimo que va a haber un boom del sorgo”.
“Es una de las plantas más eficientes en cuanto a uso de la energía solar. Hay un futuro extraordinario para el sorgo y no ha sido aún producto de transformaciones genéticas”, aseveró.
Tras valorar el esfuerzo realizado por el ministerio de Ciencia y Tecnología en “la articulación público-privada”, Domingo auguró que “no hay otra posibilidad” más que crecer, porque “se van a solucionar algunos problemas y será un país con 7 a 9 millones de hectáreas de maíz. Es muy difícil que se pueda sostener este esquema con tan pocas gramíneas”.
Por otro lado, en el Simposio de Bioeconomía se planteó el dilema de la producción para generación de energía versus la generación de alimentos: “Es interesante que miremos las otras fuentes de producción de biomasa que no sean las tradicionales. Hay una competencia de los biocombustibles contra los alimentos para las personas. Hay que enfocarse en otras biomasas, que pueden ser digeridas y no compitan con alimentos para el hombre”.
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