En los últimos 13 años China ha incrementado sus importaciones de poroto de soja en 59,15 millones de toneladas, un 382% desde 1999 a la actualidad. Este aumento implica un crecimiento anual de 4,55 millones de toneladas en sus importaciones de la oleaginosa. Hoy, en términos globales, China importa 63 millones de toneladas de soja, cifra equivalente al 64% del comercio mundial.
China no ha podido siquiera mejorar su autoabastecimiento interno de soja, manteniendo el volumen de producción local en un rango de 12 a 16 millones de toneladas durante los últimos 20 años. Este crecimiento de la demanda interna de soja se sustenta en el mayor consumo de carnes, cuya principal materia prima para su producción son la harina de soja y el maíz.
Estados Unidos, Brasil y la Argentina se encargaron de abastecer el fuerte crecimiento de la demanda de soja de China. A partir del sostenido aumento de la productividad que se logró desde la introducción de la soja RR, a mediados de la década del 90.
En 13 años la producción de soja de EEUU, Brasil y la Argentina se incrementó en 154 millones de toneladas, al pasar de 65 a 219 millones. Este aumento ha permitido que estos tres países puedan incrementar en forma más que significativa las exportaciones de soja en general y a China en particular. En el mismo periodo, las exportaciones de estos tres países aumentaron en 52 millones de toneladas, abasteciendo principalmente al aumento de la demanda de China. No hay dudas, entonces, que el incremento en la producción de soja ha sido el principal factor que le ha permitido a los chinos acceder a volúmenes crecientes de este grano en el mercado mundial y poder, así, satisfacer su consumo crecientes.
El análisis de los números indica que el bloque EEUU-Brasil-Argentina han contribuido con su aporte a cubrir el 88% del crecimiento de la demanda de China, vía aumento de las exportaciones. Resulta entonces crucial y clave para China poder asegurarse el futuro crecimiento de su demanda de poroto de soja, de aquí a 2023, nuevamente a partir del crecimiento de la producción y la oferta exportable de estos tres países.
Para efectuar las proyecciones de demanda de China para la próxima década se ha analizado el comportamiento de cada uno de los consumos (carne avícola, porcina y vacuna) durante los últimos trece años. Se analizó también como ha logrado China satisfacer el crecimiento de su demanda interna vía mayores importaciones de soja y mayor producción de maíz local. En base a proyecciones propias y tomando como base las estimaciones efectuadas por el USDA en suBaseline Proyections Report 2022/23 publicado en febrero, hemos podido analizar cuál podrá ser la demanda de soja de China para los próximos diez años.
El estudio concluye que de aquí a 2023 la importación de soja por parte de China se debería incrementar en casi 40 millones de toneladas. De la misma forma, el saldo exportable de cada uno de los países exportadores: EEUU-Brasil-Argentina, aumenta en forma casi coincidente (39,2 millones).
Para que Brasil y la Argentina puedan aumentar sus exportaciones, el volumen de su producción se debería incrementarse en 22,5 y en 17 millones de toneladas, respectivamente. En el caso de la Argentina la superficie de siembra en la campaña 2022/23 debería aumentar en 4,5 millones de hectáreas para llegar 23,5 millones.
En forma simultanea debería darse un incremento en la productividad del orden del 15% equivalente a una ganancia acumulada de 425 kg/ha por año. Con este aumento de la productividad podríamos obtener un rendimiento promedio país de aquí a 10 años de 3200/3400 kg/ha, versus los 2700 kg del ciclo actual.
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