Con un aumento de área de entre un 10 y un 12%, se destaca la
venta de híbridos de alta tecnología por parte de los semilleros. Cuando
aún resta sembrar en algunas zonas, Ricardo Negri, presidente de
ASAGIR, desliza algunas recomendaciones.
El boca de urna dice que los semilleros han ubicado prácticamente
todos sus mejores materiales.” Así se refirió Ricardo Negri, presidente
de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), al avance de la
campaña, que todavía tiene zonas, como en el sudoeste, sin sembrar. Con
una perspectiva de crecimiento de entre un 10 o 12% en superficie, la
oleaginosa pide pista luego de una cosecha que mostró muy buenos rindes y
considerando las perspectivas de un año Niña. “Ante ese pronóstico de
sequía, el girasol demuestra su condición de aguerrido”, dijo Negri.
Hay un dato que marca que para la oleaginosa están soplando buenos vientos. “Hubo una demanda de semillas muy grande y hay escasez de los materiales con más alta tecnología. Los semilleros han colocado todas sus líneas top. Eso dice que el productor buscó invertir más en los materiales que más prometen”, explicó Negri.
El titular de la entidad señaló que la última cosecha terminó con excelentes rendimientos, arriba de los 20 quintales en promedio país. “Y la superficie fue mucho mayor que la anterior, pero no nos olvidemos que la anterior había sido la menor en 34 años. No es una ganga”, analizó.
Poductor de una zona históricamente girasolera como Daireaux, Negri llamó a cuidar la etapa de siembra a quienes estén por implantar. “Ahí empieza todo y se define gran parte del negocio”, indicó.
El esfuerzo luego tiene que pasar por “mantener el cultivo limpio, sano, libre de malezas, con todas las plantas que tiene que tener”. Para la época de la recolección, Negri recomendó “si estamos en zonas donde el peligro de palomas es muy grande, no dormirse con la cosecha; es mejor pagar una secada o una desecada que mantener un cultivo muy atractivo para las aves como el girasol”.
En el aspecto comercial, el presidente de ASAGIR sostuvo que aún hay que trabajar para que el productor que se desprende de su grano no se olvide del tema. “Por lo general, lo entrega a fijar y los mecanismos de fijación de precios son muy sensibles”, apuntó. Y agregó: “aconsejamos al productor que se quede con su materia prima en la mano para negociarla después, afrontando los gastos y riesgos de almacenaje; de esa manera, probablemente va a conseguir un mejor precio después”.
Se acentúa la crisis del trigo
“La persistente caída de precios determina que los productores pierdan dinero con el cultivo en campos propios y alquilados”, sostuvo CREA en un informe reciente. “Se acerca la cosecha y los precios siguen bajando por altos stocks mundiales y por las restricciones a las exportaciones impuestas por la secretaría de Comercio”. Este comportamiento afectó primero el resultado en campos alquilados, pero ahora se extiende a la producción en campos propios. Actualmente, el rinde necesario para cubrir los costos del trigo está por encima de los rindes históricos. Es decir, el productor que desarrolla el cultivo en campo propio perderá dinero por no poder cubrir lo invertido con lo que cobra. La situación descripta es muy distinta a la que se planteaba al momento de la siembra del cultivo, con un precio 190 u$s/t, 38% superior al que se ofrece al momento de cosecha, de 114 u$s/t. En ese momento, con 2,4 t/ha se esperaba cubrir los costos.Las restricciones a la exportación impuestas por la secretaría de Comercio llegan a niveles inauditos. Por ejemplo, no se liberan ROE para exportar trigo y maíz de Salta a Bolivia, a pesar de que existe una fuerte demanda de cereales del otro lado de la frontera. “El mercado boliviano nos queda a 300 kilómetros de la zona de producción, en vez de los 1200 kilómetros que tenemos hasta los puertos de río, y demanda grandes cantidades de trigo para consumo humano y de maíz para la producción avícola” se lamentan desde las asociaciones de productores de Salta y Jujuy.
Hay un dato que marca que para la oleaginosa están soplando buenos vientos. “Hubo una demanda de semillas muy grande y hay escasez de los materiales con más alta tecnología. Los semilleros han colocado todas sus líneas top. Eso dice que el productor buscó invertir más en los materiales que más prometen”, explicó Negri.
El titular de la entidad señaló que la última cosecha terminó con excelentes rendimientos, arriba de los 20 quintales en promedio país. “Y la superficie fue mucho mayor que la anterior, pero no nos olvidemos que la anterior había sido la menor en 34 años. No es una ganga”, analizó.
Poductor de una zona históricamente girasolera como Daireaux, Negri llamó a cuidar la etapa de siembra a quienes estén por implantar. “Ahí empieza todo y se define gran parte del negocio”, indicó.
El esfuerzo luego tiene que pasar por “mantener el cultivo limpio, sano, libre de malezas, con todas las plantas que tiene que tener”. Para la época de la recolección, Negri recomendó “si estamos en zonas donde el peligro de palomas es muy grande, no dormirse con la cosecha; es mejor pagar una secada o una desecada que mantener un cultivo muy atractivo para las aves como el girasol”.
En el aspecto comercial, el presidente de ASAGIR sostuvo que aún hay que trabajar para que el productor que se desprende de su grano no se olvide del tema. “Por lo general, lo entrega a fijar y los mecanismos de fijación de precios son muy sensibles”, apuntó. Y agregó: “aconsejamos al productor que se quede con su materia prima en la mano para negociarla después, afrontando los gastos y riesgos de almacenaje; de esa manera, probablemente va a conseguir un mejor precio después”.
Se acentúa la crisis del trigo
“La persistente caída de precios determina que los productores pierdan dinero con el cultivo en campos propios y alquilados”, sostuvo CREA en un informe reciente. “Se acerca la cosecha y los precios siguen bajando por altos stocks mundiales y por las restricciones a las exportaciones impuestas por la secretaría de Comercio”. Este comportamiento afectó primero el resultado en campos alquilados, pero ahora se extiende a la producción en campos propios. Actualmente, el rinde necesario para cubrir los costos del trigo está por encima de los rindes históricos. Es decir, el productor que desarrolla el cultivo en campo propio perderá dinero por no poder cubrir lo invertido con lo que cobra. La situación descripta es muy distinta a la que se planteaba al momento de la siembra del cultivo, con un precio 190 u$s/t, 38% superior al que se ofrece al momento de cosecha, de 114 u$s/t. En ese momento, con 2,4 t/ha se esperaba cubrir los costos.Las restricciones a la exportación impuestas por la secretaría de Comercio llegan a niveles inauditos. Por ejemplo, no se liberan ROE para exportar trigo y maíz de Salta a Bolivia, a pesar de que existe una fuerte demanda de cereales del otro lado de la frontera. “El mercado boliviano nos queda a 300 kilómetros de la zona de producción, en vez de los 1200 kilómetros que tenemos hasta los puertos de río, y demanda grandes cantidades de trigo para consumo humano y de maíz para la producción avícola” se lamentan desde las asociaciones de productores de Salta y Jujuy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.