Firmeza en el mercado de aceites
Se prevén menores cosechas de girasol y de colza
La merma experimentada en la actual campaña por las cosechas de colza y de girasol en el hemisferio norte ha complicado el panorama del mercado mundial de aceites y grasas. En realidad, a partir del acelerado incremento de los últimos años en la demanda internacional de biocombustibles (biodiésel, en este caso), la plaza aceitera mundial ve cada vez más comprometidos sus niveles de abastecimiento.
Además del creciente uso alimentario derivado del aumento del consumo per cápita en China, la India y en una larga lista de países en vías de desarrollo, este nuevo destino energético de los aceites viene a sumarse a una cada vez más intensiva utilización de los mismos con variados fines industriales. Del conjunto de cereales y oleaginosas, y de sus múltiples derivados, los aceites son el sector de demanda más dinámica.
Los dos principales óleos que abastecen el consumo mundial agregado de los 17 principales aceites y grasas son el de palma y el de soja. Entre ambos cubren casi el 52% del total. Sumados, los aceites de colza y de girasol proveen habitualmente un 20% adicional.
Las proyecciones para el presente ciclo 2010/2011 muestran que el consumo mundial de los principales aceites y grasas alcanzaría los 175,6 millones de toneladas, es decir, con un avance de 5,4 millones respecto de la temporada anterior. De ese total, el óleo de soja deberá cubrir 3,6 millones y el de palma 2,6 millones, ya que la producción agregada de los aceites de colza y de girasol se retraería unas 800.000 toneladas. El resto de los aceites y grasas no experimentaría variaciones significativas.
Surge de lo explicado que los consumidores mundiales de aceites y grasas tienen -en la presente temporada- una altísima dependencia del resultado final de las cosechas de soja y de palma. Con un devenir de los cultivos de palma que no pareciera hasta aquí comprometido y debido a cómo se distribuye la producción de colza y de girasol en el mundo, la provisión de la primera es poco modificable, al tiempo que la del segundo podría mejorarse levemente con una producción sudamericana mayor a la prevista (esencialmente en la Argentina).
Más allá de la cifra final que alcance el nuevo récord en la producción estadounidense de soja, resulta claro que el desenlace de la futura cosecha sudamericana de esta oleaginosa es absolutamente crítico para la plaza granaria en general y para la aceitera en particular. Ello explica el por qué de los renovados bríos en el precio internacional del cultivo, el cual es impulsado fundamentalmente por el progreso en la cotización de su aceite. Esta situación también explica los sostenidos avances en los valores del girasol y de la colza, mejoras cuya continuidad podría extenderse en el tiempo si la producción sojera en nuestra región enfrentara adversidades que hasta hoy no se verifican.
En retroceso
Por el lado del trigo, las cotizaciones internacionales mostraron un comportamiento negativo en lo que va de la presente semana. Sin embargo, las adversidades climáticas que vienen enfrentando los cultivos de invierno tanto en EE.UU. como en la ex Unión Soviética comienzan a preocupar a los operadores en esta plaza.
En el nivel doméstico, las cotizaciones abonadas para entrega en enero muestran crecientes distanciamientos frente a la paridad teórica. Según trascendió, a mediados de esta semana, Egipto habría comprado trigo argentino para entrega enero 2011 a 295 dólares por tonelada (FOB). Partiendo de tal valor, internamente los precios "forward" podrían alcanzar los US$ 218 dólares, muy por encima de los 175 dólares efectivamente ofrecidos.
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