José Marín Sánchez Murillo, presidente del Ilustre Colegio de Veterinarios de Badajoz, ha emitido un comunicado, a través de la web de esta institución en la que asegura que este Colegio apuesta por que los futuros cambios en la Norma del Ibérico permitan "una clara separación entre el sector ganadero tradicional, sin conexión con los industriales, que ceban cerdos habitualmente de pienso".
Según el responsable de esta institución, entre los ganaderos tradicionales hay preocupación ya que existen problemas con las certificadoras y "casi todas ellas están expedientadas o en situaciones administrativas complicadas, lo cual ha provocado grandes problemas para atender la demanda actual de certificación en campo".
Otro de los temas de discusión es la raza a emplear para obtener los cruces. La raza Duroc es la única de cruce legal admitida en la Norma. A un lado quedó el clásico Duroc Yersey, también denominado Duroc de "prototipo racial", lo cual ha provocado que los productores hayan tenido que comprar a precios muy altos los nuevos sementales Duroc inscritos en los Libros Genealógicos. La mayor eficiencia de reposición y crecimiento de esta raza, muy mejorada genéticamente, ha provocado que sea difícil respetar la edad al sacrificio de 10 meses, según afirma.
Otro de los factores que dificulta la actividad del sector tradicional está en la escasa o nula diferencia entre cerdo de nave y cerdo de campo. Hay propuestas para que el cerdo que se denomine "campo"esté al aire libre desde los 23 kilos y llevado a sacrificio según la norma actual.
Surge aquí el programa informático ITACA (Identificación, Trazabilidad y Calidad), sistema de gestión que nace con el propósito de «mejorar la trazabilidad y la calidad de los productos del cerdo ibérico». Por los comentarios provenientes de una gran parte del sector, no parece ser que esté lo suficientemente ajustado en su funcionamiento dando algunos problemas –a nivel ganadero– de inclusión de lotes y animales, estima el presidente del Colegio.
Destaca además que existen problemas "con la trazabilidad ligada a los productos transformados que se deshuesan, trocean y lonchean, dando lugar a numerosos envases en circulación sin expresión de las calidades de origen del producto según norma". Ante esto, Marín Sánchez Murillo asegura que "la trazabilidad de cada producto trasformado objeto de norma (jamón, paleta y lomo) debe estar asegurada en la industria transformadora para los casos de seccionamiento de las piezas".
Desde el Colegio de Veterinarios de Badajoz aseguran que la futura Norma deberá recoger "una clara separación entre el sector ganadero tradicional sin conexión con los industriales, que ceban cerdos habitualmente de pienso. Unos hacen fuerza para que se disminuya la edad de sacrificio, y otros, los tradicionales, para que se vuelva a introducir el Duroc Yersey antiguamente utilizado. Esta tiene que ser la principal modificación de la Norma de Calidad, junto a la trazabilidad de transformados".
Según el responsable de esta institución, entre los ganaderos tradicionales hay preocupación ya que existen problemas con las certificadoras y "casi todas ellas están expedientadas o en situaciones administrativas complicadas, lo cual ha provocado grandes problemas para atender la demanda actual de certificación en campo".
Otro de los temas de discusión es la raza a emplear para obtener los cruces. La raza Duroc es la única de cruce legal admitida en la Norma. A un lado quedó el clásico Duroc Yersey, también denominado Duroc de "prototipo racial", lo cual ha provocado que los productores hayan tenido que comprar a precios muy altos los nuevos sementales Duroc inscritos en los Libros Genealógicos. La mayor eficiencia de reposición y crecimiento de esta raza, muy mejorada genéticamente, ha provocado que sea difícil respetar la edad al sacrificio de 10 meses, según afirma.
Otro de los factores que dificulta la actividad del sector tradicional está en la escasa o nula diferencia entre cerdo de nave y cerdo de campo. Hay propuestas para que el cerdo que se denomine "campo"esté al aire libre desde los 23 kilos y llevado a sacrificio según la norma actual.
Surge aquí el programa informático ITACA (Identificación, Trazabilidad y Calidad), sistema de gestión que nace con el propósito de «mejorar la trazabilidad y la calidad de los productos del cerdo ibérico». Por los comentarios provenientes de una gran parte del sector, no parece ser que esté lo suficientemente ajustado en su funcionamiento dando algunos problemas –a nivel ganadero– de inclusión de lotes y animales, estima el presidente del Colegio.
Destaca además que existen problemas "con la trazabilidad ligada a los productos transformados que se deshuesan, trocean y lonchean, dando lugar a numerosos envases en circulación sin expresión de las calidades de origen del producto según norma". Ante esto, Marín Sánchez Murillo asegura que "la trazabilidad de cada producto trasformado objeto de norma (jamón, paleta y lomo) debe estar asegurada en la industria transformadora para los casos de seccionamiento de las piezas".
Desde el Colegio de Veterinarios de Badajoz aseguran que la futura Norma deberá recoger "una clara separación entre el sector ganadero tradicional sin conexión con los industriales, que ceban cerdos habitualmente de pienso. Unos hacen fuerza para que se disminuya la edad de sacrificio, y otros, los tradicionales, para que se vuelva a introducir el Duroc Yersey antiguamente utilizado. Esta tiene que ser la principal modificación de la Norma de Calidad, junto a la trazabilidad de transformados".
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