La enfermedad podría extenderse al resto del continente
La rápida aparición de la peste porcina africana (PPA) en China y su detección en áreas que se encuentran a más de mil kilómetros de distancia dentro del país, podría significar que este mortífero virus puede propagarse a otros países asiáticos en cualquier momento, según advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a través de un comunicado. Aunque la PPA no representa una amenaza directa para la salud humana, los brotes pueden ser devastadores para la cabaña porcina, ya que las formas más virulentas son letales para los animales infectados.
Las autoridades chinas han sacrificado hasta ahora a más de 24.000 cerdos en cuatro provincias buscando evitar la propagación de la enfermedad. China posee una importante industria porcina, con cerca de la mitad de la población mundial de cerdos, estimada en unos 500 millones. Su cadena de valor incluye a un gran número y una amplia gama de productores, desde pequeñas granjas familiares hasta operadores comerciales a gran escala.
La detección y la heterogénea distribución geográfica de los brotes en China han generado temores de que la enfermedad traspase las fronteras hacia los países vecinos del Sudeste asiático o la península de Corea, donde el comercio y el consumo de productos porcinos es también elevado.
El Centro de Emergencia de la FAO para la Lucha contra las Enfermedades Transfronterizas de los Animales (ECTAD, por sus siglas en inglés) está en estrecho contacto con las autoridades chinas para monitorear la situación y responder de manera eficaz al brote dentro del país, así como con las autoridades de los países vecinos, para incrementar el nivel de preparación frente a la amenaza de una mayor propagación.
"La FAO comenzó a trabajar con el Ministerio chino de Agricultura y Asuntos Rurales hace unos años y, juntos, hemos establecido un plan de contingencia para la PPA y desarrollado capacidad de diagnóstico", señaló Wantanee Kalpravidh, coordinador regional del ECTAD de la FAO. "También hemos desarrollado conjuntamente -añadió- un Programa de capacitación epidemiológica sobre el terreno para veterinarios que tiene como objetivo fortalecer la investigación en epidemiología, el seguimiento de la situación de la enfermedad, la evaluación de riesgos y la preparación ante las emergencias".
La respuesta inmediata a este brote será eliminarlo lo más rápido posible, según Kalpravidh. Sin embargo, una restricción completa en el movimiento de productos de origen animal y porcino podría dificultar esos esfuerzos, advierte la FAO, ya que podría llevar a la aparición de métodos de transporte ilegales.
"Brotes como este son importantes recordatorios para todos nosotros de que debemos trabajar juntos en un esfuerzo multilateral e intergubernamental para prevenir y responder a la aparición de enfermedades animales, ya que éstas no conocen fronteras", aseguró Kundhavi Kadiresan, Directora General Adjunta de la FAO y Representante Regional para Asia y el Pacífico. "Una buena comunicación y coordinación -concluyó- con el sector privado de la región, son esenciales para fortalecer la cooperación en la prevención y el control de la PPA".
Las autoridades chinas han sacrificado hasta ahora a más de 24.000 cerdos en cuatro provincias buscando evitar la propagación de la enfermedad. China posee una importante industria porcina, con cerca de la mitad de la población mundial de cerdos, estimada en unos 500 millones. Su cadena de valor incluye a un gran número y una amplia gama de productores, desde pequeñas granjas familiares hasta operadores comerciales a gran escala.
La detección y la heterogénea distribución geográfica de los brotes en China han generado temores de que la enfermedad traspase las fronteras hacia los países vecinos del Sudeste asiático o la península de Corea, donde el comercio y el consumo de productos porcinos es también elevado.
El Centro de Emergencia de la FAO para la Lucha contra las Enfermedades Transfronterizas de los Animales (ECTAD, por sus siglas en inglés) está en estrecho contacto con las autoridades chinas para monitorear la situación y responder de manera eficaz al brote dentro del país, así como con las autoridades de los países vecinos, para incrementar el nivel de preparación frente a la amenaza de una mayor propagación.
"La FAO comenzó a trabajar con el Ministerio chino de Agricultura y Asuntos Rurales hace unos años y, juntos, hemos establecido un plan de contingencia para la PPA y desarrollado capacidad de diagnóstico", señaló Wantanee Kalpravidh, coordinador regional del ECTAD de la FAO. "También hemos desarrollado conjuntamente -añadió- un Programa de capacitación epidemiológica sobre el terreno para veterinarios que tiene como objetivo fortalecer la investigación en epidemiología, el seguimiento de la situación de la enfermedad, la evaluación de riesgos y la preparación ante las emergencias".
La respuesta inmediata a este brote será eliminarlo lo más rápido posible, según Kalpravidh. Sin embargo, una restricción completa en el movimiento de productos de origen animal y porcino podría dificultar esos esfuerzos, advierte la FAO, ya que podría llevar a la aparición de métodos de transporte ilegales.
"Brotes como este son importantes recordatorios para todos nosotros de que debemos trabajar juntos en un esfuerzo multilateral e intergubernamental para prevenir y responder a la aparición de enfermedades animales, ya que éstas no conocen fronteras", aseguró Kundhavi Kadiresan, Directora General Adjunta de la FAO y Representante Regional para Asia y el Pacífico. "Una buena comunicación y coordinación -concluyó- con el sector privado de la región, son esenciales para fortalecer la cooperación en la prevención y el control de la PPA".
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