Los precios de las naranjas Navelinas se han visto afectados con los cambios del clima que han tenido lugar en los últimos meses. De esta forma, se ha dado una campaña atípica que ha comenzado incluso un mes antes.
Por otra parte, la falta de lluvias ha afectado a los calibres. “Tenemos el mismo volumen que otros años, somos capaces de abastecer a la misma cantidad de clientes y ofrecer los mismos kilos, sin embargo, no hay fruta de calibres grandes”, explica Virginia Domínguez. Pero, “los clientes en destino no quieren pagar caro. Hay mucha oferta, pero el destino no paga esos precios”. A ello hay que sumar el hecho de que el transporte se ha encarecido con respecto a la campaña pasada. “Como intento de solución, muchos clientes se están poniendo a coger directamente del campo, pero claro, eso no es fruta de exportación”.
Otro detalle a tener en cuenta es la existencia de naranjas de otros orígenes en el mercado. “La naranja de Egipto tiene un precio más bajo, porque la mano de obra también es más barata, por lo que ofrecen precios más competitivos. Marruecos también quiere encontrar un hueco para su mercancía y casi tienes que pelear si quieres cargar y enviar a mercados como París o Perpignan”, comenta Domínguez.
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