Nicolás del Río está contando los días que faltan para que termine noviembre. Si no hay ningún evento extraño, comenzará a cosechar la primera semana de diciembre las 105 hectáreas de uva de mesa que tiene en sociedad en la parte alta del valle de Huasco, en la Región de Atacama.
Del Río forma parte de los empresarios frutícolas que abren la temporada de la uva de mesa de Chile (como Alfonso Prohens, de Agrícola Tres Soles, que a mediados de la semana pasada estaba ya despachando sus primeras uvas).
-Hasta ahora todo ha caminado muy bien. La producción se ve bien. Esperamos que todo se mantenga igual en las próximas semanas, dice del Río.
El fruticultor explica que en su zona se ve un potencial de buenos volúmenes y calidad. El clima ha permitido que todas las etapas de producción se hayan dado en forma óptima. Incluso el suministro de agua, el eterno dolor de cabeza de los nortinos, ha sido notable.
-Como hemos tenido un buen acceso, se ha podido regar en forma mejor que años pasados, lo que ha permitido lavar los suelos, que por acá tienen una alta cantidad de sales.
Óscar Prohens, productor del vecino del valle de Copiapó, que debe partir su cosecha esta semana, recalca la buena nueva del agua.
-Imagínese que en Copiapó se está tirando agua al mar. Varios productores hemos hecho trabajos para infiltrar agua en el suelo para ayudar a recuperar las napas subterráneas, que en los años anteriores bajaron mucho.
Prohens explica que las parras de Copiapó tienen un abundante follaje, lo que, según él, debería tener un efecto positivo sobre el color de las uvas blancas, pues ayudaría a que no se oscurezcan.
El vigor de las parras lo hace proyectar una buena producción de los parronales. Eso sí, tiene la duda de si va a haber un aumento importante de volumen total.
-Hay un gran replante esta temporada. Hay empresas que arrancaron huertos de 100 hectáreas para colocar variedades nuevas de uva de mesa. Quizás eso afecte los volúmenes finales. Es difícil saber cuántas hectáreas en producción hay en Copiapó en este momento.
El potencial de buena producción de la uva de mesa se extiende por todo Chile.
-Los estados fenológicos han sido marcados, lo que nos ha permitido hacer todos los trabajos bien y en sus fechas tradicionales. Eso va a impedir encontrarnos de frente con la producción de California, Perú y del norte de Chile, tal como pasó el año pasado, lo que dificultó la comercialización de la fruta del valle de Aconcagua y dañó los precios. Claramente, es una temporada que nos genera más tranquilidad -afirma Rodrigo Echeverría, fruticultor de Los Andes.
Es que no solo la producción local está funcionando como reloj, los mercados externos están notoriamente con menor oferta. California ha sufrido los embates de un verano caluroso y con lluvias al comienzo del otoño. Los parronales del Perú, sobre todo los del norte, sufrieron el daño de los efectos del Fenómeno del Niño. Sudáfrica, que tiene una activa presencia en Asia y Europa, también ha visto recortadas sus proyecciones de producción para esta temporada producto de una persistente sequía.
-Pareciera que este año todos los astros se han alineado a nuestro favor -sentencia Óscar Prohens.
Producción buena de Chile
La gran noticia productiva de la temporada 2017-2018 es que no hay grandes novedades. La normalidad contrasta con un lustro marcado por sequías, heladas y lluvias a destiempo.
Este año, la acumulación de horas frío ha permitido una buena expresión del potencial productivo. Además, las buenas lluvias invernales han permitido a las parras trabajar con la energía suficiente. Como si eso no bastara, las temperaturas de la primavera han sido frescas, lo que ha permitido un desarrollo tranquilo de las bayas.
La situación marca un contraste con la apurada temporada 2016-2017, en que la cosecha se vino de golpe, lo que terminó por demorar las ventas y afectar la comercialización.
Este año, todo indica que los volúmenes marcarán una leve recuperación. En la consultora iQonsulting proyectan que Chile producirá 738.400 toneladas de uva de mesa en la temporada 2017-2018.
Aunque hay un mejor potencial de producción, también es cierto que en la producción de uva de mesa se vive una fuerte renovación de variedades. Las actividades de replante, que obligan a un par de años de para en la cosecha, pueden amortiguar la tendencia a una mayor producción.
Hay quienes también argumentan que las necesidades de buena calidad obligan a ponerle freno a una alta producción.
-Los parronales que están en plena producción vienen con una carga más alta, por eso es importante el raleo que se haga. No hay que caer en la tentación de dejar más carga de la que se puede sacar con alta calidad. Mi impresión es que el grueso de la industria tiene conciencia de que en la actualidad el mercado es más exigente -advierte Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut.
California con final abrupto
Los productores gringos de uva de mesa no lo han pasado bien este año. California ha enfrentado un clima que insistió en molestarlos tanto en el verano como en el otoño boreal. En la primera parte de la cosecha hizo de las suyas con el calor, lo que apuró la salida de la fruta de los huertos. Posteriormente, la uva tardía tuvo que lidiar con lluvias importantes.
De hecho, en el mercado se estima que la producción de uvas de California caerá en 10% en esta temporada.
Tanto o más importante es que la acumulación de desaguisados climáticos estaría afectando la vida de poscosecha de la fruta.
Hasta el 31 de octubre la caída de volumen no se había manifestado en las cifras del USDA. El Departamento de Agricultura de EE.UU. reconocía un stock de guarda en frío de 13,66 millones de cajas, cerca de 22 mil cajas más que el año pasado a igual fecha.
La proyección para las próximas semanas es que los norteamericanos se verán obligados a liquidar rápidamente su fruta guardada. Por tener unas condiciones de poscosecha inferiores, los californianos preferirían salir del mercado durante diciembre y no toparse con la oferta de Chile.
Perú también ha enfrentado un escenario complejo. El Fenómeno de El Niño generó una baja en la producción con una baja de la fertilidad, lo que ha afectado el crecimiento que se proyectaba hace unos meses.
-En Piura se espera una baja general de 20% respecto de la exportación de la temporada anterior, ubicándose en 16.600 toneladas. Las otras regiones del norte también tendrán caídas -afirma Isabel Quiroz, directora ejecutiva de iQonsulting.
La consultora frutícola estima que la caída de Perú, en total, será cercana al 20%.
Sudáfrica, el tercer gran competidor de Chile, también enfrenta un panorama complejo. La falta de agua ha afectado su producción de uva de mesa. Las proyecciones de la industria sudafricanas son que esta temporada la cosecha se mueva entre las 283,5 mil toneladas y las 265 mil toneladas, con bajas de entre 6,8% y 13,8% respecto de la temporada pasada.
Mercado expectante
-Tenemos todas las condiciones para lograr una buena temporada. No solo viene una buena producción en términos de volumen y de potencial de calidad. También los mercados estarán más despejados que en la temporada pasada -argumenta Manuel José Alcaíno.
Las bajas de California y Perú deberían permitir precios mejores que en la temporada pasada en Estados Unidos. Adicionalmente, la caída de Sudáfrica debería despejar el mercado europeo, uno de sus principales destinos. De hecho, en el Viejo Continente ya se ven precios más fuertes que a igual período del año pasado.
De hecho, según Alcaíno, “Chile va a competir con Chile”. Por eso recomienda una comercialización cuidadosa para no perder la oportunidad que se viene.
Andro Vidal, de la gerencia comercial de la exportadora Subsole, refrenda la aprensión del analista.
-Está el potencial para lograr una buena temporada. Sin embargo, si no se realiza una comercialización que permita un nivel sostenido de ventas, podemos complicarla.
Hernán Johnson, fruticultor de Nancagua, en la Región de O’Higgins, forma parte de los productores que disputan el final de la temporada de la uva de mesa y cree que es importante mantener una estrategia de ventas que permita mover volúmenes importantes.
-Hasta el momento tenemos una temporada buena en la parte productiva. Lo que me preocupa es que el consumo se frene si los precios de la primera parte de las exportaciones de uva de mesa son muy altos.
“Hasta ahora llevamos un retraso de una semana en la temporada, mientras que la carga por parra se ve bien, al igual que los calibres. Para mí es un año normal”.
HERNÁN JOHNSON,
PRODUCTOR DE NANCAGUA
HERNÁN JOHNSON,
PRODUCTOR DE NANCAGUA
“Esta temporada se nota que hay interés por cambiarse a nuevas variedades de uva de mesa. Sin embargo, la oferta de plantas es menor a la demanda”.
RODRIGO ECHEVERRÍA,
PRODUCTOR DE ACONCAGUA
RODRIGO ECHEVERRÍA,
PRODUCTOR DE ACONCAGUA
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