La fuerte recuperación que viene mostrando el campo durante el presente año a partir de la eliminación de retenciones y la liberación de las exportaciones (ROEs) resulta a esta altura indiscutible para cualquier dirigente político y/o gremial.
En este sentido, una de las principales apuestas del macrismo fue la ganadería, un sector fuertemente castigado por el kirchnerismo en la última década que, al tratarse de un negocio de ciclo biológico, necesita mucho más que un año para recuperarse.
Por este motivo, según pudo averiguar LPO, en el entorno del presidente prevén que el sector ganadero se reactivará definitivamente hacia fin del primer mandato con importantes subas en lo que respecta a exportaciones, producción y consumo interno.
Los datos oficiales muestran que en marzo de este año el stock vacuno nacional fue de 52,2 millones de cabezas, una cifra 1,6% superior a la de un año atrás. En tanto, hacia marzo de 2017 se espera que el stock aumente a 54,2 millones.
Se trata, en rigor, de una recuperación del stock ganadero originada principalmente en la retención de vientres por parte de los productores a partir de las nuevas reglas políticas y de mercado que rigen desde diciembre del año pasado.
De todas maneras, el stock vacuno -luego de caer a 47,9 millones de cabezas en 2011- se encuentra muy lejos de los 58,5 millones de animales registrados en 2008 (apenas dos años después de la intervención kirchnerista que destruyó el sector).
“El hecho de que de un año a otro aumente el stock en 2 millones de cabezas se traduce en un claro ciclo de retención que se expresa en mayor cantidad de carne y es inevitable que los precios (de la hacienda) caigan”, comentó a este medio el analista Ignacio Iriarte.
“La recuperación del sector ganadero se está encubando y es moderada. El año que viene se producirán entre 150.000 y 200.000 toneladas más de carne de las cuales entre 50.000 y 70.000 irán al mercado exportador”, señaló el especialista.
Iriarte señaló además que “estamos en el peor momento del tipo de cambio y en el peor momento en cuanto al poder adquisitivo de la población. Será difícil que en 2017 se repitan los valores reales que hubo este año en la hacienda”.
Un dato no menor para el sector cárnico son las eventuales medidas que pueda llegar a tomar Donald Trump en función de que la Argentina viene negociando el ingreso de carne a ese destino: “El mercado está expectante esperando saber qué medidas adoptará”, dijo Iriarte.
De todas maneras, el analista aseguró que “la carne argentina en el mundo no es una marca, es una imagen. Es algo que está instalado en el imaginario de millones de personas. En igualdad de condiciones con los competidores, los compradores nos eligen”.
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