La compartimentación es voluntaria y debe involucrar a todas las unidades de producción. Prevista por instrucción normativa, la certificación, basado en recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), tiene como objetivo reconocer y certificar subpoblaciones de aves con diferentes estatus sanitarios, mediante la adopción de procedimientos adicionales para la bioseguridad, vigilancia, supervisión y auditorías.
En el evento participaron la directora general de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), Monique Eloit, el presidente de la Asociación Brasileña de Proteína Animal y ex ministro de Agricultura, Francisco Turra, y el director ejecutivo del Cobb para América Latina, Jairo Arenazio.
Según Turra, el programa de compartimentación es una de las acciones más importantes enfocadas en el fortalecimiento del estatus sanitario de la industria avícola brasileña y mundial en los últimos años.
“Para las exportaciones de carne de pollo y los huevos, la compartimentación es una especie de seguro, una ventaja competitiva en el mercado internacional, ya que nunca se registró ningún brote de influenza aviar en nuestro territorio. En cuanto a la genética, es una nueva posibilidad para la viabilidad de las exportaciones a algunos mercados con los que aún no se han firmado acuerdos sanitarios”, declaró Turra, según un comunicado de la ABPA.
Los estudios para la instalación del sistema comenzaron en 2008. Además de Cobb Vantres, otras dos empresas (BRF y JBS) tienen unidades con la compartimentación en la fase final para su certificación.
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