El Gobierno de Corea del Sur confirmó el pasado 23 de noviembre dos nuevos casos de influenza aviar altamente patógena, lo que eleva a cuatro el número total de casos detectados del nuevo brote, por el que ya se han sacrificado casi 100.000 aves de corral.
Los nuevos casos del virus, de la cepa H5N6, se descubrieron en una granja de patos en Cheongju, en el centro del país a unos 135 kilómetros al sur de Seúl, y otra en Muan, 385 kilómetros al sur de la capital, según el Ministerio de Alimentación, Agricultura y Asuntos Rurales.
Según información de Efeagro, los dos nuevos casos obligaron a sacrificar a un total de 30.500 patos en las dos granjas y decretar estrictas medidas de cuarentena en torno a ellas.
La semana pasada ya se sacrificaron unos 40.000 pollos y 22.000 patos en las granjas donde se detectaron los dos primeros casos.
Se trata del primer brote de influenza aviar en Corea del Sur desde el pasado marzo y la primera vez que se detecta en el país la cepa H5N6 del virus, presente en las heces de aves migratorias que visitan la región central del país.
Por ello el Ministerio de Alimentación, Agricultura y Asuntos Rurales ha instado a los ganaderos de todo el país a abstenerse de visitar los lugares donde tradicionalmente invernan estas aves, además de reforzar las medidas preventivas de cuarentena y desinfección de las granjas surcoreanas.
El mayor brote de influenza de los últimos años en Corea del Sur, que tuvo lugar en 2014, llevó a las autoridades a sacrificar a más de 11 millones de animales, lo que causó importantes pérdidas para el sector avícola.
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